Además se incluyeron ensayos clínicos aleatorizados, estudios cuasiexperimentales, estudios de cohorte, estudios de casos y controles, estudios de corte transversal, y reporte de casos que evaluaron dióxido de cloro y derivados del cloro para prevenir o tratar la
COVID-19 en personas de todas las edades.
No se aplicaron restricciones de idiomas ni de estado de publicación. Asimismo, se consideró incluir estudios en otras infecciones por coronavirus (ej., MERS-CoV, SARSCoV, etc.) en caso de no encontrar estudios realizados en infecciones por
SARS-CoV-2. Se excluyeron estudios in vitro o realizados en animales.
Según los resultados de la revisión sistemática realizada,
no existe ningún tipo de evidencia científica publicada ni en proceso de publicación que haya evaluado el uso del dióxido de cloro o derivados del cloro como agente preventivo o terapéutico contra la COVID-19 administrado por vía inhalatoria, oral o parenteral.
Lee también
Coronavirus: algunos niños podrían transmitir el virus hasta por más de dos semanasSolo se identificó el registro de un estudio en ClinicalTrials.gov (NCT04343742) titulado «Determination of the Effectiveness of Oral Chlorine Dioxide in the Treatment of COVID 19», inscrito como estudio observacional que tiene planificado incluir a 20 participantes colombianos para evaluar la
eficacia del dióxido de cloro oral en el tratamiento de pacientes con infección por COVID-19 (20). Este estudio es catalogado como observacional que a la fecha no cuenta con resultados.
Asimismo, debido a lo reciente de este tipo de
coronavirus, se amplió la búsqueda incluyendo otros tipos de coronavirus, para los cuales tampoco se identificó ningún tipo de evidencia. Esta falta de evidencia también ha sido reportada por un documento técnico de síntesis de evidencia del Instituto Nacional de Salud del Perú.
Dióxido de cloro: un potencial peligro para la salud
El estudio enfatiza que el uso de productos que no han probado ser eficaces y seguros contra la COVID-19 no solo supone un potencial peligro en la salud de quienes los utilicen, sino también de toda la población.
Al generarse una falsa sensación de seguridad, por el supuesto efecto beneficioso no probado del producto, puede incurrirse en el abandono de las medidas de prevención y control frente a la COVID-19 que sí han probado ser eficaces, como el uso de mascarillas, el distanciamiento social, la higiene de manos y la etiqueta respiratoria.
Por lo tanto, es un derecho colectivo ser responsable con respecto a las medidas de prevención y control que cada individuo utilice.
Finalmente, el presente estudio incluyó las bases de datos más grandes e importantes del área biomédica, literatura gris y repositorio de preimpresiones, sin aplicar ninguna restricción a la inclusión de estudios según diseño, estado de publicación, fecha o idioma de publicación, siempre y cuando estos fueran realizados en humanos.
Más en Andina: