Por Karina Garay RojasDentro del grupo de madres adolescentes conviven tres mundos: las jovencitas que sí deseaban ser mamás, las de un embarazo inesperado y las chiquitas que lamentablemente fueron violentadas, manifiesta Edy Vera Loyola y es el jefe del Servicio de Madre Adolescente del Hospital San Bartolomé.
Con más de 20 años de experiencia en el servicio, asegura que el 95 % de embarazos adolescentes en el Perú no fue planeado ni deseado. Una cifra altísima que podría haberse evitado.
Producto de una relación consensuada o abuso sexual, alrededor de 50,000 mujeres de 10 a 19 años se convierten en madres cada año en Perú. Un número de espanto, en el que también hay niñas de 8 y 9 años.
De acuerdo a estudios recientes, el embarazo adolescente en el país registra un peligroso repunte. De acuerdo con el estudio “Perú: Nacidos vivos de madres adolescentes 2019-2022" (INEI), los nacimientos registrados en el año 2022 aumentaron en las madres de 10 a 14 años en 12,7 % con relación al año 2021. Crecireon en 39,2 % respecto del 2020, y aumentaron en 24,5 % en relación al año 2019.
Este indicador creció también en las madres de 15 a 19 años. Las cifras del 2022 crecieron en 1,4 % y 2,9 % en relación a los años 2021 y 2020.
"El esposo parecía que iba a hacer la comunión"
El doctor Vera Loyola conoce de cerca los enormes riesgos del embarazo temprano: gran exigencia para un cuerpo que aún no ha terminado de crecer y ya debe dar cabida a otro, complicaciones con la presión arterial, infecciones, hemorragias, traer un bebé prematuro o con problemas, y un latente peligro de muerte.
“Nunca voy a olvidar un caso que me tocó atender de madrugada. Estábamos operando a una niña de 15 o 16 años. No había forma que nazca su bebito. El útero que debe ser una piedra después que nazca el bebé, era un globo que no dejaba de sangrar. En cualquier chica mayor de 35 años yo le sacaba el útero, pero debía ser conservador. Terminada la primera cirugía pedí llamar a la familia. Llegó la suegra. Pedí al esposo y llegó un chiquito que parecía que iba a hacer la primera comunión. Al final terminé sacándole el útero porque de lo contrario la menor iba a morir desangrada. Preferí que se quedara para ver crecer a su bebé”, relató a la Agencia Andina.
Para el ginecoobstetra es urgente hablar de educación sexual con los menores. Padre de dos jóvenes, comenta que a sus hijos les parece inconcebible que existan embarazos adolescentes cuando existe una gran cantidad de productos para prevenirlos.
“Yo puedo tener toda la sapiencia y un plan para que las niñas sepan de sexualidad, sepan que existen métodos anticonceptivos; sin embargo, no tenemos cómo llegar a ellas", se lamenta. Reconoce que hay un tema cultural, familiar que lo impide y que no todos los jóvenes tienen la suerte de recibir educación sexual en el colegio y también en la casa, como les pasa a sus hijos.
"Tenemos madres desde los 10 años"
Para Luis Almeida Castro, jefe del Servicio de Atención Integral a la Adolescente del Instituto Nacional Materno Perinatal, el embarazo adolescente es un problema de salud pública, con efectos nefastos para todos, comenzando por las menores, cuyas vidas se parten en dos tras el parto. Nada volverá será igual.
Considera que existe un perfil de la adolescente embarazada: “Vienen de hogares disfuncionales o monoparentales, donde hay agresión física, verbal, psicológica o padres separados”.
A estos factores de riesgo, afirma, se suman la pobreza, el hacinamiento o el poco cuidado que se tiene con los menores, quienes están expuestos a lamentables situaciones de abuso sexual.
El doctor Almeida advierte que las adolescentes que fueron madres corren mayor riesgo de un segundo embarazo.
El experto destaca que, de acuerdo con la legislación vigente, toda relación sexual con menores de 14 años es tipificada de abuso sexual y merece una denuncia. En sus más de dos décadas de labor ha ordenado muchísimas denuncias de oficio. Lamentablemente, la situación no ha cambiado mucho. Algunas estrenadas madres del nosocomio han sido violadas por el amigo, el primo, el padre o el hermano. Una realidad que duele.
En lo que va del 2024, los servicios especializados del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (Mimp) han atendido a 6,380 niños de 12 a 17 años. De ellos, 3,095 han sufrido violencia sexual.
Hay que hablar de educación sexual
“No estoy de acuerdo con el lema de algunos padres que dicen ‘con mis hijos no te metas’, porque la sexualidad es parte del desarrollo humano. Se cree que porque no se les habla de sexualidad esta no se va a desarrollar; claro que va a pasar, porque es parte del ser humano. Entonces es mejor hablarles sobre lo que les pasa y de los peligros de un inicio temprano en la actividad sexual, además de un embarazo no planificado”, sugiere.
Considera que el embarazo adolescente es un problema nacional en el que toda la sociedad debe intervenir, comenzando por la familia, para crearles a los niños y adolescentes una buena autoestima y hablarles de salud reproductiva, sin culpas, porque se trata de algo completamente normal.
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"Los docentes deberían hablares a los chicos de salud como un factor protector. Nadie quiere estar enfermo de gonorrea, sífilis, VIH, infecciones que pueden estar en un inicio temprano de la actividad sexual; además del embarazo adolescente. Es fundamental que se preocupen por generarles un proyecto de vida, así ellos se van a cuidar para no truncar sus sueños”, recomendó el ginecoobstetra.
El Instituto Nacional Materno Perinatal, conocido como la ex Maternidad de Lima, registró 12,202 partos en el año 2023. De ese total, 1,226 fueron de adolescentes con edades de entre 10 y 19 años.
En el año 2021 registró 7 nuevas madres adolescentes que tenían entre 10 a 13 años. En los años 2022 y 2023, la cifra creció a 16. Todas ellas productos de abuso sexual.
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Publicado: 27/5/2024