La Navidad es una celebración que se caracteriza por tener el poder de congregar en la misma mesa a toda la familia, pero el actual contexto de pandemia hace imposible este gran encuentro debido a las medidas sanitarias y restrictivas que deben respetarse.
Por esta razón, en estas fechas festivas el perfil psicológico del peruano promedio alberga ansiedad, tristeza, nostalgia, estrés, angustia y miedo sobre el futuro, sostiene el psicólogo y psicoterapeuta Manuel Saravia Oliver, director del Instituto Guestalt de Lima (IGL).
El especialista explica a la
agencia Andina que los cuadros de ansiedad pueden manifestarse cuando se añora el reencuentro con toda la familia y amigos y, sin embargo, algunos de ellos ya no están en vida porque
se fueron por la pandemia.
Saravia indica que, pese a ello, no debemos ver las restricciones sanitarias con frustración o dolor sino como una situación necesaria en este momento. "Es la manera más adecuada de cuidar de nosotros y de los que más queremos. La idea es no darle un significado fatalista, no generar un contexto de tragedia o drama, sino más bien verlo como una posibilidad para estar protegidos”.
Asimismo, el psicólogo invita a todos a reflexionar acerca de cuál es el verdadero sentido de la Navidad. "¿Realmente debemos exponer nuestra salud y nuestra vida?, ¿Vale la pena estar en una aglomeración de personas por un regalo, por una oferta? “Tenemos que haber aprendido algo de todos estos meses y tantas vidas valiosas que se han perdido”, se preguntó.
¿Cómo podemos reunirnos en Navidad?
Leslie Soto, médico infectólogo del hospital Cayetano Heredia, advierte que los lugares cerrados generan más contagios; por eso una reunión familiar por Navidad puede causar una transmisión involuntaria del virus y perjudicar a un ser querido con salud vulnerable.
Al ser consultado acerca del efecto de estas reuniones sobre una
posible segunda ola de contagios, el especialista recordó que en Estados Unidos aumentaron los casos de covid-19 debido a las reuniones que algunas familias realizaron en sus casas por el día de Acción de Gracias.
A quienes insisten en llevar a cabo el reencuentro familiar, pese los riesgos, aconsejó seguir estas medidas: mantener en estricta cuarentena durante 14 días para luego descartar la presencia del virus mediante una prueba molecular. "De esta manera, pueden asegurar que están sanos y que no podrán transmitir el virus. Eso es lo ideal", opina Soto.
Un sector de la población ha logrado desarrollar las habilidades y competencias necesarias para
encontrarse y divertirse a través de la virtualidad, pero hay otro sector que se resiste a quedarse en casa y más bien está propiciando el encuentro presencial entre el grupo familiar, lo cual es un factor de riesgo bastante alto, advierte el psicólogo.