La nave espacial Psyche de la NASA, cuyo lanzamiento está previsto para agosto de 2022, llegará al cinturón de asteroides en 2026, donde orbitará un asteroide que apenas podemos localizar desde la Tierra y que nunca ha sido visitado. Algunos científicos sostienen que puede ser clave para entender cómo se formó nuestro sistema solar, según la agencia espacial.
Así, el objetivo de esta misión es explorar el asteroide 'Psyche', ubicado en el cinturón principal entre Marte y Júpiter, un lugar inexplorado del espacio exterior. Desde los telescopios terrestres y espaciales, el asteroide aparece como una mancha borrosa. Lo que los científicos saben, gracias a los datos del radar, es que tiene forma de papa y gira de lado.
Además, el asteroide parece tener una superficie irregular, más ancha que alta y con una distribución desigual de la masa. Algunas partes pueden ser menos densas, como una esponja, y otras pueden estar más compactas y ser más masivas.
Incluso, al analizar la luz reflejada en el asteroide, los expertos plantean la hipótesis de que el asteroide es inusualmente rico en metales. Una posible explicación para esta composición sería que se formó tempranamente en nuestro sistema solar como un núcleo de un planetesimal (primera formación de objetos planetarios) o como material primordial que nunca se derritió.
Esta misión tiene como objetivo averiguar cómo se formó este objeto rocoso y, en el proceso, los científicos también esperan ayudar a responder preguntas fundamentales sobre la formación de nuestro sistema solar.
“Si resulta ser parte de un núcleo de metal, sería parte de la primera generación de núcleos de nuestro sistema solar”, dijo Lindy Elkins-Tanton de la Universidad Estatal de Arizona, quien dirige la misión Psyche. “Pero realmente no lo sabemos, y no sabremos nada con certeza hasta que lleguemos allí. Queríamos hacer preguntas sobre el material que construyó los planetas. Estamos llenos de preguntas y no muchas respuestas. Esta es una verdadera exploración”.
Instrumentos necesarios para la misión
Según Elkins-Tanton, quien dirigió el grupo que propuso a Psyche como una misión de clase Discovery de la NASA, un gran desafío fue elegir los instrumentos científicos de la misión.
Por ejemplo, para determinar de qué está hecho exactamente el asteroide y si es parte de un núcleo de planetesimal, los científicos necesitaban instrumentos que pudieran detectar una variedad de posibilidades: níquel, hierro, diferentes tipos de roca o roca y metal mezclados.
Seleccionaron un grupo de herramientas que incluyen un magnetómetro (para medir cualquier campo magnético); generadores de imágenes (para fotografiar y mapear la superficie); y espectrómetros (para indicar de qué está hecha la superficie midiendo los rayos gamma y los neutrones emitidos por ella).
Exploraciones en un terreno desconocido
Los científicos deberán llegar al asteroide y poner la nave en órbita. Después de su lanzamiento en agosto de 2022, desde el Kennedy Space Center de la
NASA, Psyche navegará más allá de Marte por los siguientes nueve meses, utilizando la asistencia gravitacional del planeta para propulsarse hacia el asteroide. Es un viaje total de aproximadamente 2,4 mil millones de kilómetros.
La nave espacial comenzará su aproximación final al asteroide a finales de 2025. A medida que se acerque a su objetivo, el equipo de la misión encenderá sus cámaras y la imagen del asteroide Psyche podrá verse en alta definición, revelando características de la superficie de este extraño mundo por primera vez.
Las imágenes también ayudarán a los ingenieros a orientarse mientras se preparen para entrar en órbita, en enero de 2026. La órbita inicial de la nave espacial está diseñada para estar a una distancia segura, alrededor de 700 kilómetros sobre la superficie del cuerpo rocoso. Las partes de Psyche con más masa tendrán mayor gravedad, ejerciendo un tirón más fuerte sobre la nave espacial.
Durante este primer acercamiento, el equipo de Psyche se concentrará en
medir el campo gravitatorio del asteroide, que será la fuerza que mantenga a la nave espacial en órbita. Con un conocimiento del campo de gravedad, el equipo puede hacer navegar con seguridad a la nave espacial cada vez más cerca de la superficie, a medida que la misión científica se lleve a cabo en poco menos de dos años.
Durante los siguientes 20 meses, la nave espacial utilizará su suave sistema de propulsión eléctrica para sumergirse en órbitas cada vez más bajas. Las mediciones del campo de gravedad se volverán más precisas a medida que la nave espacial se acerque al objetivo y las imágenes de la superficie tendrán una resolución más alta, lo que permitirá al equipo mejorar su comprensión de este cuerpo. Finalmente, la nave espacial establecerá una órbita final a unos 85 kilómetros sobre la superficie.
“Los humanos siempre han sido exploradores”, comenta Elkins-Tanton. “Siempre partimos de donde estamos para averiguar qué hay más allá. Siempre queremos llegar más lejos; siempre queremos imaginar. Es inherente a nosotros. No sabemos lo que vamos a encontrar y espero que nos sorprendamos por completo”.
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Publicado: 22/12/2021