En el 2005, las imágenes de una 'pluma de agua' brillante que brotaba de la superficie de Encelado (la luna de Saturno) cautivaron al mundo. La columna gigante de vapor, partículas de hielo y moléculas orgánicas sugirió que hay un océano de agua líquida debajo de la capa de hielo de Encelado, y confirmó que la luna está geológicamente activa. ¿Esta situación podría ser similar a lo que se estima en Europa, la luna de Júpiter? La NASA realizará una investigación para conseguir respuestas.
La detección de la pluma (columna de vapor de agua) hizo que Encelado y otros cuerpos del sistema solar exterior (sin atmósferas y lejos del calor del Sol) se conviertan en el punto de mira de la NASA como potenciales lugares para buscar señales de vida.
Por ese motivo, un equipo de científicos de la agencia espacial norteamericana se está preparando para conocer más datos de eventos de estas características a través de una misión que estudiará otro cuerpo oceánico cubierto de hielo con posibles plumas: la luna Europa de Júpiter. La misión está programada para empezar en el 2024 y su desarrollo se daría en el 2031.
La misión en Europa (la luna de Júpiter)
La nave espacial Europa Clipper de la NASA estudiará la luna desde su interior profundo hasta su superficie para determinar si posee las características necesarias que la conviertan en un lugar viable para albergar vida.
El equipo explorará las plumas cerca de la superficie de Europa, en parte, buscando sus siluetas en el extremo o borde de Europa, cuando la luna es iluminada por la luz de Júpiter cuando pasa frente al planeta. Se tomarán fotos de las plumas en caso de que aparezcan, así como de los depósitos de éstas que puedan ser visibles en la superficie.
El Europa Ultraviolet Spectrograph (Europa-UVS) también intentará detectar plumas en luz ultravioleta, incluso en el borde de la luna cuando el satélite pasa frente a estrellas cercanas, y puede medir la composición química de dichas plumas. Una cámara térmica, la Europa Thermal Emission Imaging System (E-THEMIS), buscará puntos calientes en la superficie que puedan ser evidencia de erupciones activas o recientes.
Condiciones para albergar vida
Al igual que Encelado, Europa es geológicamente dinámica, lo que significa que ambas lunas generan calor en el interior ya que sus capas sólidas se estiran y contraen debido al tira y afloja gravitacional con sus planetas anfitriones y sus lunas vecinas.
Esta fricción (en lugar del calor del Sol) evita que el agua subterránea se congele en estas lunas cubiertas de hielo. El calor también puede ayudar a producir o hacer circular los componentes básicos químicos para la vida en el lecho marino, incluidos el carbono, el hidrógeno, el oxígeno, el nitrógeno, el fósforo y el azufre. Pero ahí es donde terminan las similitudes.
“Mucha gente piensa que Europa va a ser Encelado 2.0, con penachos saliendo constantemente de la superficie”, sostuvo Lynnae Quick, miembro del equipo científico involucrada en las cámaras Europa Imaging System (EIS) de Clipper. “Pero no podemos verlo de esa manera; Europa es una bestia totalmente diferente”.
La imagen sugiere que Europa puede expulsar agua de su subsuelo al igual que Encelado. Los científicos, que utilizan la nave espacial Galileo, el Telescopio Hubble de la
NASA y grandes telescopios terrestres, han informado de detecciones de tenues plumas de agua o componentes químicos en Europa.
“Todavía estamos en el espacio donde hay datos realmente intrigantes, pero ninguno de ellos es una prueba consolidada”, advierte Matthew McKay Hedman, miembro del equipo científico de Europa Clipper Mapping Imaging Spectrometer for Europa (MISE) y profesor asociado en el Departamento de Física en la Universidad de Idaho.
Atracción por lo desconocido
Los científicos buscan estudiar las 'plumas de agua' por dos razones. Primero, son innegablemente geniales, según la NASA. “Somos científicos, pero también somos humanos”, afirmó Shawn Brooks, que trabaja con el equipo científico del Europa-UVS de Europa Clipper.
La otra razón más práctica, según Brooks, es que las plumas ofrecen a los científicos un acceso más fácil al interior de Europa. “Todo se reduce a si Europa es habitable, y eso se reduce a tener cierta comprensión de lo que está sucediendo debajo de la superficie, algo que aún no podemos alcanzar”, señaló.
Además, los datos sugieren que Europa tiene un océano de agua salada mucho más profundo que Encelado, posiblemente alrededor de 60 a 160 kilómetros de profundidad, lo que significa que podría contener aproximadamente el doble de agua que los océanos de la Tierra.
Incluso, algunos científicos plantean la hipótesis de que el océano de Europa podría estar reaccionando con rocas sobrecalentadas debajo de su lecho marino, posiblemente a través de respiraderos hidrotermales. En la Tierra, estas áreas son focos de actividad química que nutre a innumerables criaturas.
Otros expertos piensan que también podría haber grandes bolsas de agua derretida en la capa de hielo de Europa, que son más propensas a ser la fuente de plumas que el océano. Estas bolsas también podrían producir hábitats favorables para los organismos.
Debido a que Europa está mucho más cerca de Júpiter que Encelado de
Saturno, en la primera se genera más calor por la fricción producida cuando gira alrededor del Gigante Gaseoso. Dado que el calor interno estimula la actividad geológica en los planetas rocosos, se espera que Europa tenga
una geología más extensa que Encelado.
Algunos científicos predicen que Europa tiene placas tectónicas que desplazan y reciclan los bloques de hielo que forman la superficie de la luna. Si es así, Europa podría estar haciendo circular los nutrientes producidos en la superficie por la radiación de Júpiter, como el oxígeno, a bolsas de líquido en la capa de hielo o quizás al propio océano. Con Europa Clipper, los
investigadores tendrán la oportunidad de probar algunas de sus predicciones analizando la composición química de las columnas o los rastros que pueden dejar en la superficie.
Eso sí, los científicos advierten que las plumas de Europa, que se explorarán en 2031, de estar allí, podrían ser difíciles de detectar incluso de cerca. Pueden ser esporádicas, pequeñas y delgadas, dado que la gravedad de Europa (que es mucho más fuerte que la de Encelado) probablemente mantendría estas columnas de agua cerca de la superficie.
Esa es una desviación drástica de la espectacular columna de vapor de Encelado: siempre está activa y es más grande que la propia luna, rociando partículas heladas a cientos de kilómetros sobre la superficie. “Incluso si están allí, las plumas de Europa pueden no ser tan fotogénicas”, concluyó Hedman.
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Publicado: 7/12/2021