Andina

Músico peruano fabrica marimbas con calidad de exportación

ANDINA/Melina Mejía

15:34 | Lima, abr. 11.

Por Susana Mendoza

Armando Becerra Flores es un lutier, es decir, un fabricante de instrumentos. Pero no de cuerda, sino de vientos y percusión. Y esta afición, como él califica su oficio, lo ha convertido hoy en uno de los pocos creadores de marimbas del Perú con importante proyección internacional.

Lo que ocurre es que gracias a su oído musical, que distingue matices tonales que muchos no son capaces de percibir, puede afinar simultáneamente los tres sonidos (armónicos) que tiene cada pieza de madera que conforma una marimba o xilófono.  
 
"Ese sonido sutilmente perfecto lo reconoce el marimbista. Sé como afinar los armónicos, me costó trabajo, tuve que aplicar fórmulas matemáticas, escuchar, probar al momento de templar cada madera. Una labor paciente”, cuenta a la agencia Andina.
 
A Armando, músico desde el vientre de su madre, siempre le atrajo la idea de fabricar instrumentos, y la marimba entre ellos porque el sonido de la madera lo estremecía. Descubrió que estos podían ser opacos o brillantes de acuerdo al tipo de madero. “No todos son iguales”, apunta.  
 
Las teclas de una marimba están suspendidas a través de un elástico que cruza paralelamente dos puntos (nodos) para que la madera vibre. El trabajo es complejo y delicado, tanto así que una mala lijada puede ocasionar que una pieza desafine si el lutier lo hizo mal. 
 
Una marimba puede costar entre 4 mil y 15 mil dólares según sea la marca, dice Armando. Se fabrican a mano y le toma casi un mes (8 horas diarias de trabajo) armar una sólo si se dedica de manera exclusiva a hacerlo. Así es de complicado.
 
Músico por naturaleza

Este músico con más de 40 años de oficio encontró en la fabricación y reparación de instrumentos una forma de extender su espíritu melodioso. 

Fabricó bombos, quenas, sikus (zampoñas) para grupos de música folclórica durante los años '70 y '80, y hasta formó parte de la agrupación "Tiempo Nuevo", donde fue un tecladista versátil. En esos años, casado, padre de 8 hijos, realizó trabajos varios, todos ligados a la música, para sostener a su prole.
 
Inclusive a finales de los 90’ lo llamaron para hacer la réplica de un clavicordio del siglo XVI que la directora del Museo de la Cultura descubrió una mañana. Tal hallazgo exigió la presencia de un experto de Viena para confirmar el valor de la reliquia histórica. El veredicto fue afirmativo, y la copia fiel se exhibe hoy con orgullo peruano.
 
Hoy en el Perú el boom de tocar marimba se amplía cada día. El Conservatorio Nacional de Música lo incluye dentro de su curso de percusión. Pero los marambistas no tienen marimba donde aplicar sus conocimientos. ¿Quién aprende a tocar piano, sin piano? dice.   
 
"Hay que tener oído musical para hacer marimbas. Ser un poco matemático porque uno aplica formulas. La música empezó con las matemáticas de Pitágoras, él creó la escala musical porque también fue músico dedicado", afirma.
 
Para Armando, ser músico y lutier es parte de su identidad, qué duda cabe, pero lo segundo, dice, le abre un horizonte creativo y de emprendimiento que está dispuesto a buscar. Este fabricante de instrumentos es de buena madera.
 
(FIN) SMS/RRC

Publicado: 11/4/2015