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Mujeres de primera línea, los rostros del 8 de marzo

Madres, esposas, hijas o hermanas que priorizaron su vocación de servicio para el cuidado de la población

Mujeres en la primera línea de la lucha contra la pandemia de la covid-19. Foto: ANDINA/archivo.

Mujeres en la primera línea de la lucha contra la pandemia de la covid-19. Foto: ANDINA/archivo.

16:45 | Lima, mar. 7.

Katherine Flores Quiza tiene 33 años. Eligió ser enfermera hace 8 años, cuando vio a su tía Inés ejercer con amor y dedicación esta noble carrera, que demostró, durante la pandemia por el covid-19, el valor de las mujeres en la primera línea.

“He sentido miedo, dudas, temores, ansiedad, angustia, pero mi fuerza de mujer me ha empujado a seguir adelante, a no desmayar; así somos las mujeres, nunca nos rendimos y seguimos avanzando a pesar de las adversidades”, comenta Katherine antes de salir de su casa en Villa El Salvador para abordar el tren eléctrico rumbo al Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) San Borja.


En este centro pediátrico altamente especializado y de referencia nacional asumió el reto más grande de la historia: cuidar, velar y ayudar a los niños y adolescentes que contrajeron el nuevo coronavirus.

Kathy fue la encargada de atender al primer pequeño contagiado de covid-19 que se registró en la institución. Se trataba de un bebé de dos meses de vida, de quien recuerda su valentía, ya que a pesar de la separación de sus padres no lloraba y resistía en el área covid-19 al virus. Finalmente, el bebé salió de alta después de 26 días y el reencuentro con su madre fue muy emotivo. “Me sentí feliz por él, nunca me olvido de ese momento”, recuerda.

“El camino de la vida no es fácil, he tenido que vencer muchas pruebas. El año pasado fue aún más difícil, pero aprendí a manejar el estrés, los miedos y pude conseguirlo gracias a Dios y mi familia. Eso me impulsa, me anima, me motiva”, dijo Rocío Vásquez Venancio, quien a sus 38 años se multiplica para estudiar, trabajar y atender a su familia.


Ella es técnica de Enfermería y se encuentra en la primera línea de batalla desde el primer día. “Fue un reto grande asumir el trabajo, pero lo hice por mí, por mi familia, por la sociedad, porque servir es mi vocación”, cuenta.

Agradece a la vida por ser mujer, por ser fuerte, por ser valiente y una guerrera. Por ello no dudó en enviar un mensaje a las mujeres en su día. “Luchen por sus sueños, no se rindan, siempre hay una meta por cumplir, y mientras haya vida y fortaleza, lo haremos”, afirma.

Kelly Olano Romero ejerce la profesión de médico hace 13 años, y como pediatra, hace 5. Desde el primer día de la declaratoria de emergencia nacional por covid-19, ella asumió un frente importante: recibir a los niños con sospecha de covid-19 en la carpa de triaje diferenciado.

“Las mujeres somos sumamente valientes; lidiamos con el trabajo, con la casa, con la familia, pero lo hacemos siempre con la frente en alto, mirando para adelante, nunca para atrás”, dice Kelly, quien estudia una maestría, atiende a sus dos pequeños de 10 y 5 años, no descuida a su esposo y menos a su padre, a quien el año pasado ayudó a superar un cuadro de covid-19.


“Ha sido un tiempo difícil y complicado, pero las mujeres no nos rendimos, no nos dejamos vencer y siempre seguimos mostrando mucha fortaleza”, puntualiza.

En el INSN San Borja, liderado por una mujer, la directora general, Zulema Tomas Gonzales, el 70% de trabajadora son mujeres, entre médicos, enfermeras, técnicos de enfermería, nutricionistas, asistentes sociales, limpieza y seguridasd.

Todas ellas integran este centro pediátrico altamente especializado y de referencia nacional.

“Es un tiempo difícil, pero somos mujeres valientes y estamos al frente trabajando con dedicación. El papel que nos ha tocado hoy como profesionales, como mamás, como esposas, como hijas es importante para la sociedad”, dice Tomas Gonzáles.

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(FIN) NDP/LIT


Publicado: 7/3/2021