Una nutrición balanceada y adecuada hidratación son elementos claves para que los niños y los adolescentes en pleno crecimiento puedan mantener una buena salud visual, sostuvo Oscar Orjeda, coordinador del área de Oftalmología del Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) de San Borja del Ministerio de Salud (Minsa).
Indicó que una de las ventajas de acceder a una dieta balanceada es que ayuda al ser humano a proteger la función celular relacionada con la visión y favorece la buena lubricación de los ojos.
“Así como es necesario que los padres de familia lleven a sus hijos a la consulta con el oftalmólogo como mínimo una vez al año, también es importante que supervisen qué es lo que comen y beben durante el día, tanto en casa como en el recreo escolar, y se prefiera servirles alimentos saludables”, sostuvo.
Es importante saber que a través del sentido de la vista los menores reciben el 90% de la información que les sirve para el aprendizaje, por lo que una adecuada alimentación les permite tener una buena salud visual para relacionarse mejor con el mundo que nos rodea.
Una dieta favorable para la salud ocular está basada, por ejemplo, en el consumo de carne del pescado, que presenta un contenido de grasas relativamente bajo respecto a las carnes rojas o productos similares.
Además, el pescado preparado en la cocina ofrece alta cantidad de Omega 3, un ácido graso que previene la aparición de enfermedades a la retina y reduce el impacto del llamado síndrome del ojo seco.
En ese sentido, el médico dijo que los niños y adolescentes deben consumir bonito, caballa o atún, entre otros, por lo menos tres veces a la semana y en porciones de, aproximadamente, 100 gramos.
En tanto, la relación con la carne de pollo debe ser de dos porciones a la semana, y solo una vez en el caso de la carne de vacuno, todo ello acompañado de vegetales de muchos colores.
“Las comidas a base de carnes, ya sea de pescado, pollo, cerdo o de vacuno, siempre deben ir acompañadas por abundantes ensaladas frescas, y en lo posible con aceite de oliva que también es rico en Omega 3”, recomendó Orjeda.
De otro lado, el especialista destacó también que una de las principales causas de cefaleas (dolores de cabeza) en los niños es la falta de agua en el organismo, ya que afecta especialmente al cerebro.
“Si un niño o adolescente no se hidrata adecuadamente con por lo menos dos litros de agua al día, el cerebro reaccionará tomando líquido de otras partes del organismo. Esa carencia puede provocar problemas visuales y dolor”, explicó.
Añadió que por eso es importante que los padres procuren que sus hijos siempre lleven una botella de agua para beber a la escuela o a las actividades deportivas. Agua pura, bebible y potable.
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(FIN) NDP/LIT
Publicado: 24/8/2019