Tiene 8 años y es todo un guerrero. En medio de aplausos, abrazos y hermosos mensajes de cariño de sus amigos, Piero, quien hace un año tuvo que dejar su colegio y a sus compañeros luego que los especialistas le diagnosticaron leucemia linfoblástica aguda B, de alto riesgo, regresó a su aula tras completar las tres primeras fases de su tratamiento de quimioterapia en el Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN) del Ministerio de Salud (Minsa). Le gusta la matemática y sueña con ser ingeniero civil para construir casas y edificios.
El menor -que cursa el tercer grado de primaria- se mostró muy feliz con la sorpresa que le prepararon sus amigos y su profesora de la Institución Educativa N.º 7014 “Vasil Lenski”, en Surquillo. El pequeño, quien enfrentó con valentía cada paso de su tratamiento, nunca dejó de estudiar gracias al Servicio Educativo Hospitalario (SEHO) del INEN. Al igual que él, otros seis pacientes se reincorporarán a sus colegios en los próximos días, informó Mayra Mautrat, coordinadora del SEHO.
Por su parte, la Dra. Essy Maradiegue, directora ejecutiva de la Dirección de Prevención y Control de Cáncer (Dpcan), informó que el niño ha completado su tratamiento de quimioterapia de inducción, consolidación e intensificación en forma satisfactoria y ahora se encuentra en la fase de mantenimiento. Todo su tratamiento, desde el primer momento, ha sido cubierto por el Seguro Integral de Salud (SIS).
Indicó que en esta fase del tratamiento el paciente recibirá una quimioterapia al mes y medicamentos vía oral. “Pasar a esta fase permite al menor realizar sus actividades como cualquier otro niño de su edad, como regresar al colegio, correr, jugar, saltar, teniendo cuidado son los juegos de contacto porque lleva un catéter”, puntualizó.
Guerrero
Piero agradeció a sus compañeros y a su profesora Mirtha Espinoza por la bonita sorpresa de bienvenida y regalos. “Estoy muy feliz de regresar para estudiar junto a mis amigos”, dijo. Además, la maestra sostuvo que todos cuidarán de Piero como él lo hacía con ellos antes de que cayera delicado de salud.
Gerónima Javier, madre de Piero, manifestó que su hijo es un guerrero porque enfrentó la enfermedad con mucha valentía. “Yo me derrumbaba y él se encargaba de darme ánimo. A otros niños que llegaban para recibir quimioterapia también los animaba. “Todo va a salir bien”, les decía”, sostuvo.
La progenitora recordó que en los primeros días de agosto del año pasado su hijo hizo fiebre sin causa aparente. Una semana después empezó a sentir dolor en ambos tobillos. Al comienzo eran leves, pero conforme pasaban los días eran más intensos por lo que lo llevó al médico.
Le realizaron exámenes y en los resultados le encontraron alteración en sus valores de sangre y lo refirieron al Instituto Nacional de Salud del Niño de Breña donde le hicieron otras pruebas y le diagnosticaron leucemia linfoblástica aguda. Inmediatamente lo refirieron al INEN e inició su tratamiento.