Esta actividad mostró también las experiencias de Chile, Colombia, Brasil y Argentina en la implementación de este instrumento para contribuir al cumplimiento de su compromiso climático.
“El precio al carbono es un instrumento que debemos tomar en cuenta. Lo fundamental es saber cuál es el país que queremos tener a futuro y definir los siguientes pasos. Hay un nivel de madurez de todos los sectores respecto al tema ambiental. Por ello es importante generar una corriente de opinión sobre el tema de los bosques y el carbono, tomando en cuenta la visión de los gobiernos regionales”, agregó.
Caso Perú
Durante la tercera jornada de la Semana del Precio al Carbono, Carlos Trinidad, de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental, sostuvo que en el Perú existe institucionalidad tributaria y fiscalidad ambiental para establecer un precio al carbono.
“En un escenario donde las principales economías de la región están impulsando reformas para fijar un precio al carbono, es clave dimensionar la importancia de este tipo de instrumentos para el Perú, de manera que permita fomentar el mercado nacional de innovación y tecnología sostenible”, manifestó.
Caso Argentina
“Los precios al carbono son instrumentos que nos interpelan como sociedad respecto a nuestra mirada hacia un desarrollo a largo plazo”, sostuvo Verónica Gutman, investigadora de la Fundación Torcuato Di Tella. En ese sentido, destacó que el impuesto al carbono nace en Argentina como parte de la reforma impositiva del año 2017, siendo al inicio lo recaudado destinado a la transición energética.
“Ningún instrumento de precio al carbono conseguirá situar al país en la trayectoria deseada si no existe consenso respecto a cuál es la trayectoria que se desea”, acotó. Actualmente, Argentina evalúa la posibilidad de extender el alcance del impuesto e introducir otros posibles instrumentos y esquemas de precio al carbono a nivel nacional.
Caso Brasil
“En Brasil el impuesto sobre la circulación de bienes y servicios es un incentivo efectivo para involucrar a los municipios en el tema ambiental y estimular la conservación de los stocks de carbono”, señaló Rodrigo Fernandes das Neves, procurador del estado de Acre, Brasil.
Indicó que el Impuesto sobre la Circulación de Bienes y Servicios -conocido como ICMS Verde- es aplicado por 17 Estados en Brasil y aunque no está directamente relacionado con la reducción de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), los Estados pueden establecer los criterios de distribución de lo recaudado.
Caso Colombia
“El impuesto al carbono en Colombia se creó en el 2016 como parte de la reforma tributaria estructural. La tarifa va aumentando un punto porcentual cada año hasta llegar a los U$S10. En este momento se encuentra en U$S5 aproximadamente. Gracias a este mecanismo se cubre el 24% de las emisiones de carbono del país”.
Así lo manifestó María Adelaida Fernández, Coordinadora de Programas Colombia, de Earth Innovation Institute. Asimismo, sostuvo que el impuesto al carbono potenció los mercados de carbono nacionales, a través de la certificación de carbono neutralidad en Colombia.
Caso Chile
Por último, Rodrigo Pizarro, profesor y académico en economía y política ambiental, de la Universidad de Santiago de Chile, dio a conocer detalles sobre la reforma fiscal en este país dirigida a reducir la contaminación atmosférica mediante un novedoso impuesto a las emisiones locales.
“En el marco de una ley de reforma tributaria se aprobó la implementación de tres impuestos verdes, dos de ellos a la contaminación que afecta a las fuentes estacionarias con calderas o turbinas y uno tercero sobre la primera venta de automóviles”, refirió.
Una de las principales lecciones aprendidas es que, si bien su impacto en las emisiones no es claro, este ha tenido un efecto recaudatorio importante y sobre todo ha permitido crear la infraestructura de medición, reporte y verificación que puede servir de base para profundizar el impuesto o generar un Esquema de Comercio de Emisiones.
“Los instrumentos de mercado están aquí para quedarse y convertirse en una de las principales herramientas en la política ambiental en el mundo”, acotó Pizarro.
De este modo, se espera que iniciativas como ésta permitan fortalecer la articulación con el sector privado en la acción climática del país y así alcanzar las metas de reducción de emisiones que nos permitan acceder a un desarrollo competitivo, rentable y sostenible.
(FIN) NDP/LZD