Andina

Milagros Saldarriaga: "La literatura es un espacio de sublevación"

Entrevista a la directora de la Casa de la Literatura Peruana.

Milagros Saldarriaga, directora de la Casa de la Literatura Peruana.

Milagros Saldarriaga, directora de la Casa de la Literatura Peruana.

08:00 | Lima, jul. 9.

El 20 de octubre próximo, la Casa de la Literatura Peruana cumplirá diez años de trabajo continuo en un país que no obstante su vasto legado cultural y rica tradición literaria, aún no consigue librarse del estigma que lo señala como una “nación que no lee”. La directora de la institución, Milagros Saldarriaga, reflexiona sobre los avances, los retos y las necesidades de esta labor. Entrevista: César Chaman

En una sociedad que privilegia el consumo, el emprendimiento y el éxito, ¿qué significa y qué implica preservar la literatura peruana? 
–Yo cambiaría de verbo: no sé si es “preservar” la literatura, sino experimentarla como parte de la vida cotidiana. Coincido en que esta es una época muy marcada por un sesgo económico y es válida la pregunta: ¿qué lugar tienen allí las expresiones simbólicas, las formas de simbolizar? Creo que son muchos los roles, diversos los sentidos que hacen importantísima a la literatura y, en general, a cualquier expresión del arte.
 
¿Cuáles, por ejemplo?
–Para citar una de tantas razones, diremos que en la historia de la literatura peruana podemos encontrar distintos proyectos de nación: el de Manuel González Prada, con una primera reflexión sobre el indio –lo indígena, diríamos ahora–, el proyecto de mestizaje de José María Arguedas, el de José Carlos Mariátegui, el de Clorinda Matto, el de Mariano Melgar. Hay distintos momentos en que la literatura piensa a la nación como un proyecto, críticamente, y en cómo renovarla. 
Entonces, podemos recurrir a la literatura para mirar nuestra historia política, social y cultural, para entender la interacción de los distintos grupos sociales y, por supuesto, para tomar lecciones de ello. 
La literatura es un espacio de pregunta, sublevación y reformulación y siempre será importante acceder a ella para preguntarnos, desde lo íntimo y subjetivo, sobre lo colectivo.

Con esta convicción, ¿a quién le habla la Casa de la Literatura Peruana?
–La Casa de la Literatura Peruana es un centro cultural público adscrito al Ministerio de Educación. Eso es importante como definición porque nos permite, precisamente, establecer con quién trabajamos. Si bien el foco del Ministerio de Educación es la población escolar, es importante que como sector tenga también un centro cultural, un espacio como este, que abre la literatura como patrimonio y bien colectivo a la ciudadanía.

¿Hay servicios específicos para públicos diversos?
–La Casa de la Literatura Peruana tiene programas para distintos tipos de ciudadanos, con distintas experiencias lectoras y distintas edades. Dos ejemplos: el programa de Bebetecas trabaja con mamás gestantes y con sus bebés hasta los 3 años y tenemos allí a la infancia más tierna que empieza muy temprano a acceder a la palabra poética; en paralelo, el programa de Abuelos y Abuelas Cuentacuentos es un voluntariado que acoge a personas mayores de 65 años, hombres y mujeres, para que se formen como narradores orales y empiecen a compartir la literatura con las escuelas y los lectores más jóvenes.

Digamos que la estrategia relaciona todo el ciclo de vida con la literatura en sus diversas formas…
–Todos podemos comenzar a ser lectores en cualquier momento de la vida y seguimos formándonos como lectores más allá de nuestro ejercicio laboral. Entonces, mirando ese gran espectro, podemos encontrar distintos grupos con necesidades diversas: los jóvenes, con sus búsquedas de formación en momentos en que deciden sus vocaciones y su participación como ciudadanos; los niños, con sus entornos familiares y docentes tan importantes para la formación de lectores. De modo que podemos encontrar en cada grupo necesidades específicas respecto a la literatura y, en camino inverso, herramientas muy diversas que la literatura puede darles para su vida personal, familiar y profesional.



¿Cómo evalúa esta primera etapa de diez años de la Casa de la Literatura? 
–Diez años representan la infancia de una persona y también la de una institución. De manera crítica, podemos decir que en este período hemos adquirido experiencia y capacidad de movimiento. 
Por un lado, me parece valioso que una institución cultural pública cumpla una década y se robustezca año a año, que haya crecido en su diálogo con el público, que multiplique sus programas y servicios y, en ese sentido, que se haya legitimado ante la ciudadanía. 
Por otro lado, creo que este espacio da respuestas distintas a ese prurito de que no leemos o no queremos leer. Este es un espacio que puede dar otras respuestas (a esa observación) o, en todo caso, dar ideas para buscar caminos hacia ese gran proyecto que es formar una ciudadanía lectora. 

¿Cuál es el perfil del ciudadano que acude con más frecuencia a la Casa de la Literatura?
–Recibimos a los escolares de los tres niveles educativos: inicial, primaria y secundaria. Hoy, la gran ocasión de formarse como lector es la escuela, probablemente porque la familia está cediendo ese espacio debido a las dinámicas económicas que conocemos. Entonces, para pensar en la formación de lectores, en el acceso a la lectura, a la literatura, al patrimonio literario, hay que apelar a la escuela. 
Queremos pensar en la literatura como un derecho y, entonces, todos tenemos derecho a acceder a ella y a practicarla de mil formas.

Las cifras ayudan a tener ideas concretas, ¿cuántas personas visitan la Casa de la Literatura por mes?
–Vienen entre 5,000 y 7,000 personas a la semana, lo cual nos da un mínimo de 20,000 personas por mes. Vienen muchas familias, sobre todo los fines de semana, con niños pequeños y jóvenes. Si pensamos en Lima territorialmente, las zonas Norte y Este proveen un público asiduo: San Juan de Lurigancho, Comas, Carabayllo, Independencia. Creo que en la población de estas zonas de la ciudad hay una búsqueda intensa de información y proyectos de autoeducación muy interesantes.



Diez años es un buen momento para mirar adelante, pero también hacia atrás. ¿Si tuviera que definir un hito de esta década, cuál sería?
–El primero sería, sin duda, la exposición permanente Intensidad y altura de la literatura peruana, que inauguramos en el 2015. Es el marco teórico y de interpretación que nos sirve para pensar la literatura y sus vínculos con la identidad y la ciudadanía en todos nuestros proyectos de investigación y curaduría. 

¿Y los retos?
–Hay dos que están muy vinculados y que me parecen importantísimos: el ecosistema de este espacio tan vital y diverso no tiene un correlato en el mundo digital, ese es un reto…

¿Es un proyecto en camino?
–Es complejo porque tendríamos que observar los retos que enfrentamos, en general, como Estado respecto a lo digital. Hay avances, por supuesto, existe un gran proyecto de gobierno digital y creo que ese contexto permitirá que instituciones como esta desarrollen todo un ecosistema digital potente, como el que se vive aquí en físico.

¿Qué otras necesidades tiene la Casa?
–Amarrada a lo digital está la descentralización. Necesitamos trabajar con los autores, los editores y las literaturas regionales actuales, pero también con toda su profundidad histórica que está compuesta, por ejemplo, por los archivos regionales. 
Tener la posibilidad de hacer investigación en espacios macrorregionales es importantísimo; tenemos dos experiencias de investigación en regiones que han dado resultados muy potentes. Estoy hablando de una exposición dedicada a las redes de la revista Amauta, de José Carlos Mariátegui, quien indagó en archivos del centro y sur andinos, y de una investigación en Iquitos respecto a la literatura regional que dio como resultado la exposición La casa sin puerta sobre la literatura amazónica entre 1940 y 1980. La Casa de la Literatura Peruana es un espacio con un alcance principalmente metropolitano y, sin embargo, la literatura nacional no podría ser vista en su complejidad si la redujéramos al ámbito urbano o limeño.

(FIN) CCH



Video: Casa de la Literatura y su gran oferta cultural
portada
Publicado: 9/7/2019