Diversos estudios han demostrado que el método canguro no solo reduce la mortalidad neonatal, sino también las complicaciones de salud tanto física como mental, asociadas al bajo peso al nacer de los bebés prematuros, informó el Ministerio de Salud (Minsa).
El especialista de la Dirección de Intervenciones por Curso de Vida y Cuidado Integral del Minsa, Mario Izquierdo, explicó que esta práctica consiste en sujetar al
recién nacido prematuro y pegarlo al cuerpo de la madre o el padre con la ayuda de una faja.
Sostuvo que al haber un contacto tan íntimo, mediante este procedimiento se fortalecen los lazos afectivos y se promueve la interacción ya que la madre o el padre se sienten motivados a acariciar al recién nacido y así comienza la estimulación.
El experto destacó que el método canguro ha demostrado que no solo es una alternativa para los países de bajos recursos donde podrían faltar incubadoras o salas de atención neonatal, sino también es una estrategia con
múltiples ventajas para el recién nacido, tanto prematuros como nacidos a término.
Izquierdo agregó que el recién nacido prematuro es muy sensible, de manera que el contacto permanente con su madre o padre lo favorece.
“Sentirse acogido mediante este procedimiento le permite regular mejor el estrés que genera el conjunto de estímulos externos, como pueden ser las intervenciones médicas por las que tiene que pasar”, especificó el galeno.
A la hora de poner en marcha esta técnica, se debe informar a la madre o el padre sobre la forma correcta de realizarla a fin de que pueda proporcionar los cuidados que se requieran.
En caso de que los padres estuvieran enfermos, deben recuperarse previamente ante de realizar esta práctica.
“Durante su ejecución, el bebé se mantendrá sujeto mediante la faja con la cabeza hacia un lado y el contacto tiene que ser prolongado, con una duración mayor de 2 horas continuas. La madre o padre podrá mantener una posición relajada y alcanzar un sueño tranquilo, mientras el niño permanece en la posición canguro”, detalló el experto.