¡Proeza médica! Los médicos del hospital Nacional Alberto Sabogal de EsSalud lograron extirpar a tiempo, y sin complicaciones, un enorme tumor de 15 kilos que se alojaba en el ovario de una joven madre chalaca.
El doctor Juan Espinoza Beltrán, cirujano oncólogo del Servicio de Ginecología Oncológica y Patología Mamaria del Hospital Nacional Alberto Sabogal explicó que la masa tumoral medía 30 centímetros, comprimía el recto, colon, riñón y estómago, poniendo en riesgo su vida.
“Producto del tumor, la paciente de 26 años empezó a presentar baja de peso, estreñimiento, náuseas y vómitos. Comía poco, ya que el estómago había sido desplazado por el tumor que crecía en el abdomen. También sentía dolor pélvico abdominal difuso, dificultad para caminar y respirar, porque los pulmones se llenan de líquido”, explicó el especialista de EsSalud.
Espinoza Beltrán manifestó que estos tumores pueden desarrollarse a cualquier edad de la mujer y se caracterizan por un crecimiento descontrolado de las células a nivel del ovario, incluso pueden comprometer órganos adyacentes como el útero, las trompas uterinas, el colon sigmoide (parte inferior del colon), el intestino delgado y el peritoneo, entre otros.
Señales de alarma y prevención
La mayor parte de los tumores del ovario son asintomáticos. Sin embargo, conforme crecen producen malestares que, si se acude oportunamente a la consulta, pueden ser identificados.
La primera herramienta para evaluar un tumor a nivel pélvico es la ecografía transvaginal. En el caso del hospital Sabogal, se valen del grupo IOTA (International Tumor Analysis Group) que permite un buen nivel de predicción de patología maligna para enfrentar correctamente el manejo quirúrgico de las pacientes.
Los tumores benignos de ovario suelen presentarse entre los 30 y 40 años, pero también puede ocurrir a cualquier edad, como en el caso de Rosa, quien desarrolló una tumoración gigante abdominopélvica dependiente del ovario. Un tumor benigno que con la intervención y extirpación del mismo la dejó curada.
El especialista señaló que, aunque el tumor no infiltraba otros órganos, producía una reacción inflamatoria que hacía que se peguen algunas estructuras como el intestino delgado o el colon sigmoide.
De no haberse operado oportunamente, habría crecido comprimiendo las estructuras adyacentes, condicionando que la paciente no coma, que siga bajando de peso, que no haga deposiciones y que presente dificultad para respirar o realizar actividad física, entre otros síntomas.
La cirugía requirió de una extensa incisión que tomó hora y media. A un mes del procedimiento, la paciente se mostró bastante recuperada, camina por sí sola y refiriere sentir alivio tanto al respirar como al moverse. Rosa agradeció a los médicos y profesionales de EsSalud que estuvieron a cargo de su intervención quirúrgica y de sus posteriores cuidados.
“Doy gracias a Dios y a los doctores que ya estoy operada y me siento muy bien. Ya puedo hacer mis actividades, llevar a mi hijita al colegio y no tengo cansancio, dolor de cabeza ni malestar ni náuseas. Aconsejo a las pacientes que se hagan su Papanicolaou y ecografías sin miedo”, señaló la paciente de 26 años.
El doctor Espinoza recordó que todas las mujeres deben realizarse un chequeo oncológico preventivo anual, que incluya el examen pélvico para poder identificar tumoraciones a nivel de los ovarios, ya que el cáncer de ovario es la cuarta neoplasia más frecuente en mujeres.
El Servicio de Ginecología Oncológica y Patología Mamaria del Hospital Nacional Alberto Sabogal, opera de 3 a 4 casos de patología ovárica a la semana, sin embargo no es frecuente encontrar cánceres avanzados. En cuanto a los tumores gigantes de ovario, este servicio registra uno o dos pacientes por mes.
De esta manera, el Hospital Nacional Alberto Sabogal reafirma su compromiso de seguir trabajando en la prevención y atención oportuna para lograr disminuir los índices de neoplasia ovárica en nuestro país.