Más de 2,800 policías que prestan servicios en diferentes comisarías y unidades de investigación criminal de todo el país reforzaron este año sus capacidades para atender de manera ágil y oportuna las denuncias y casos de desaparición y trata de personas.
Ello fue posible gracias a la capacitación que recibieron de representantes del Ministerio del Interior (Mininter) y de la Policía Nacional del Perú (PNP) en todas las regiones, destacó el director general de Seguridad Democrática del Mininter, Víctor Quinteros.
Incluso una reciente instrucción se impartió a más de 160 efectivos policiales de Lima y Callao con el objetivo de prevenir y atender este tipo de casos, así como los delitos informáticos y el uso de tecnologías de información y comunicaciones para la investigación.
Esta última, realizada de manera virtual, abordó lo relativo al procedimiento de atención de denuncias, así como la investigación y búsqueda de personas desaparecidas y víctimas de trata de personas.
También se profundizó en torno al abordaje a seguir durante una intervención intersectorial entre la PNP y las instituciones pertinentes para garantizar una adecuada atención a la víctima.
La capacitación estuvo a cargo de especialistas de la Dirección de Seguridad Democrática (DGSD) del Mininter, así como de la Dirección contra la Trata de Personas y Tráfico Ilícito de Migrantes de la PNP, entre otras autoridades policiales.
Sobre esta materia, el Mininter impulsa la creación y el fortalecimiento de espacios regionales y locales contra este delito, en el marco de la implementación del Política Nacional frente a la Trata de Personas y sus formas de explotación al 2030.
Las principales víctimas de esta problemática son mujeres, niñas, niños y adolescentes, por lo que la PNP debe estar debidamente capacitada para actuar frente a este delito, recalcó el director de Derechos Fundamentales del Mininter, Javier Ruiz-Eldredge.
Por su parte, la PNP rescató a lo largo del año a más de 315 víctimas de trata de personas, producto de 262 operativos realizados a nivel nacional, teniendo a Lima y Puno como las regiones con mayor incidencia de este fenómeno.