Andina

Marisol: "Mis canciones son una terapia"

Marisol.

08:36 | Lima, may. 10 (ANDINA).

Por Fidel Gutiérrez

Marisol sigue teniéndole fe al corazón de los hombres, así estos siempre terminen fustigados en esas cumbias trepidantes que la han convertido en una superestrella. Conversamos con la cantante sobre cosas de la vida y, por supuesto, el amor también.

¿Cómo pasarás el Día de la Madre?
-Trabajando. Estaré en Ica. Todos los años trabajo ese día.

¿Te ha resultado difícil conjugar la compañía de tu familia con tus viajes y giras?
-Es muy complicado cuando los niños están chiquitos. Soy una mujer muy cariñosa con mis hijos, demasiado; tanto así que con el más chiquitito me tiro al pasto y jugamos duro todas las mañanas. Extraño mucho eso. También extraño conversar y discutir con el mayor, porque a sus 15 años está en una edad crítica.

Debe ser difícil llevar una familia tú sola.
-Es una responsabilidad enorme para quienes somos madres solteras, porque llega un momento en que los niños necesitan una figura paterna a su lado que les diga las cosas como ellos quieren. Conmigo hay un poco más de delicadeza y miedo, pero a mi hijo el mayor siempre le doy toda la confianza del mundo. Siempre le hablo como amiga.

¿Con su padre no ocurre eso?
-No. Mi hijo tenía 2 años cuando su padre viajó a España, y no tuvieron contacto sino hasta muchos años después, así que nunca fue el padre que uno anhela para conversar. Habló con él en algún momento hasta el año pasado por el Facebook y lo visitaba una o dos veces al año, y salían; pero eso no es ser padre, eso es ser una visita no más. Yo sí he visto los momentos duros de mi hijo, cuando en el colegio necesitaba ir con su papá, así como los otros niños jugaban fútbol con los suyos. Es por eso que yo, cuando él jugaba en los campeonatos de su colegio, terminaba de cantar a las cuatro de la mañana, corría al aeropuerto, llegaba a Chiclayo a las siete, me bañaba, me vestía y me iba con él al colegio sin dormir, para filmarlo, hacerle barra y tomarle fotos, para que sienta que estaba allí; que no estaba su papá, pero yo sí.

Ese esfuerzo que has hecho y haces por tus hijos, ¿puede compensar la falta de amor de pareja? 
-El amor de los hijos es totalmente distinto al amor de una pareja. Todo ser humano necesita de alguien al lado para compartir sus cosas, sus ideas, el día a día. El cariño de una pareja te cambia la vida, de verdad. He tratado a través de mis hijos de no sentir la ausencia. Puedes intentarlo, pero al llegar la noche, el momento en que estás sola, allí viene la cosa.

Parece que los fracasos y la mala suerte no han podido desencantarte del amor.
-Es que la mala suerte no existe. Lo bueno y lo malo que te pase en la vida lo construyes tú. Las cosas están por algo y para algo. Si me tocó vivir una etapa difícil de mi vida hace poco fue para que madurara mi pareja o para que yo me diera cuenta de mis errores.

Qué bueno que no creas que los hombres son todos como los que mencionas en tus canciones.
-Es que me ha pasado como en "La escobita". Me ha tocado un "canalla". Mis canciones son chacota, para bailar, aunque yo he subido muchas veces al escenario llorando. A veces me acuerdo de lo que he vivido y me enfurezco y canto más fuerte. Y tengo que pedir perdón a la gente porque se me caen las lágrimas... Creo que mis canciones son una terapia, no para ahogar las penas sino para quererse, darse valor y decir que una vale. Es dar fuerzas a las mujeres para que salgan adelante y se hagan querer y respetar.

Supongo que si un hombre se interesa por ti, se puede ver intimidado por tu imagen fuerte.
–No es difícil. En el escenario me muestro así, pero en cuestiones de sentimientos soy muy dócil y cariñosa. Si tengo que salir a bailar con mi pareja, lo hago y nos convertimos en dos chiquillos de 15 años... No es difícil acercarse a mí. De repente ahora que tengo otra posición económica, algunos creen que es imposible, pero no es así. Creo que cuando alguien te regala algo por amor, lo que más vale es la intención.

¿En qué se inspira tu estilo vocal agresivo?
–Mi voz es más gruesa y fuerte que antes. Cuando subo al escenario dejo de ser Marisol, la normal. Me meto en cada una de mis canciones y en ese momento vivo lo que canto. Siento más cólera y me dan ganas hasta de llorar. Soy otra. Termina mi show y vuelvo a ser la misma. Las canciones me hacen cambiar de estado anímico. Cada vez que canto "Yo lo quería", me mata. Cuando la canto pasa por mi mente una película.

Esos cambios de ánimo tal vez te ayuden ahora que estás por incursionar en la actuación. ¿Qué te lleva hacia eso?
-
Me gusta probar de todo para crecer, y ahora que veo que todo el mundo es "actriz", me pregunto: ¿Por qué yo no?

(FIN) FGM/RES

GRM


Publicado: 10/5/2013