La conductora de TV e intérprete nacional Maricarmen Marín realizó una reflexión ahora que vive su maternidad a plenitud y es así que anhela que existan más niños seguros que se transformen en el futuro en adultos fuertes para el bien de nuestra sociedad.
"Cuando la mente y el corazón están fuertes no existe nada afuera que pueda perturbarte. Por más padres visionarios que trabajen en la seguridad de los niños para que el mundo se llene de futuros adultos fuertes y seguros", expresa la artista, quien se convertirá en madre en los próximos meses fruto de su relación con el productor Sebastián Martins.
Maricarmen se llena de recuerdos en esta etapa de su vida tan anhelada y comparte cada vez que su agenda se lo permite historias de vida, que involucran su infancia rodeada de una familia de trabajo, que siempre la apoyó en la obtención de su sueño de ser artista.
"Mis papás fabricaban ropa para damas y vendían la mercadería en el Jirón de la Unión, Abancay y en todas las galerías famosas de los años 80. El centro de Lima era como mi segundo barrio, la iglesia de La Merced era testigo de mis rezos, peticiones y deseos de niña, mi fe siempre fue muy grande y mi familia la respetaba, me esperaban que escriba las cartas que dejaba en la tumba del Padre Urraca, caminaba hasta la casa de Santa Rosa en la avenida Tacna, comíamos en la calle Capón, o tan solo jironeábamos", cuenta Maricarmen en su red social.
"Recuerdo esta foto como si fuera ayer, mi papá me cruzo mi carterita por que se me caía y adivinen qué tenía en mi carterita. Les cuento la historia… 'Mi hijita nunca podrá viajar', decía mi mamá porque yo me mareaba en el bus y siempre teníamos que bajar antes de lo pensado, así que eran más pasajes y tiempo".
"Desde los 4 años hasta los 12 años siempre viajaba con todos mis implementos en mi carterita, bolsas, caramelo de limón, papel periódico en la espalda y pecho, papel higiénico, hilo rojo en la frente, olía limón, eucalipto, mentholatum, vick vaporup y todo lo que nos aconsejaban hacíamos", recuerda divertida.
"Ja, ja, ja hasta que de un momento a otro se hizo el milagro y no volví a marearme, así pude viajar por todo el Perú y parte del mundo gracias a mi música. Es inevitable recordar esa etapa de mi vida cada vez que viajo, me río sola recordando todo lo que hacía mi mamá para que pueda viajar sin problemas, historias que me conectan con mi esencia, con mi raíz, con los que soy y lo que fui", concluye.
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(FIN) CFS/CFS
Publicado: 9/8/2021