“Que me lleve el viento” es la tercera entrega del nuevo álbum que el cantautor Marco Romero nos presenta este 2022.
El lanzamiento, incluye el estreno de un videoclip grabado en el convento de los Descalzos del Rímac, lugar donde, por coincidencia, está alojada la primera casa criolla, un punto de encuentro para aficionados y cultores de nuestro criollismo.
Con este single, el cantante regresa a sus orígenes musicales. “’Que me lleve el viento’ mantiene el concepto de fusionar los géneros que amo: tiene guitarras eléctricas y batería, parte del rock con el que inicié; el landó, que es la base de la canción y uno de los ritmos afroperuanos más importantes; y, tiene matices de la música latina, que también es parte de mi vida artística desde mis inicios”, explica Romero sobre su nueva creación.
“Que me lleve el viento” fue la primera canción que Marco Romero creó para este disco, siempre con el objetivo de acercar el criollismo a las nuevas generaciones. “Como artista, una de mis metas es que los jóvenes se reconozcan a través de la música peruana, cualquiera sea el género que quieran desarrollar, sea de la costa, sierra o selva de nuestro país”, sostiene el conductor de “De una y mil voces”.
“A mí, el presente me compromete con la música criolla. Desde este género parte mi propuesta de fusión… Esta es mi contribución para que la juventud comience a relacionarse más con su música, para que esta no se pierda. A ellos les digo que no le tengan temor: la música criolla nos pertenece a todos, es parte de nuestra idiosincrasia e identidad, por eso debemos conocerla, amarla y preservarla”, acota el artista.
Locación histórica
Que el video de “Que me lleve el viento” se desarrolle en el Convento de los Descalzos es para Marco Romero la mejor elección. El histórico lugar contribuye con la letra de la canción a trasladar -tanto al público como a los protagonistas- a los orígenes del criollismo.
“Esta locación nos hace volver a donde todo empezó. En el convento también está la Casa del Criollismo… Hay fotografías maravillosas de las primeras jaranas que no hemos vivido, pero que gracias a estas imágenes -entre otros elementos- podemos apreciar. Conocer nuestra historia nos impulsa a seguir cultivando esta música”, afirma el cantautor.
“La canción te lleva a rememorar ese tiempo ido, que no viviste pero que puedes conocer a través de los recuerdos. Es la posibilidad de llegar hasta ese comienzo y situarlo en el hoy”, puntualiza Romero, quien lleva ya más de dos décadas en la escena criolla.
Otro vínculo sentimental del artista con el videoclip es que este se sitúe en el Rímac, distrito en el que creció. “Ha sido hermoso poder recorrer el convento, espacio que tiene mucho de mi barrio y que está al final de La Alameda de los Descalzos, donde he pasado momentos familiares maravillosos y donde hemos disfrutado de fiestas enormes y lindísimas”, recuerda.
También son parte del audiovisual, la banda de músicos que siempre lo acompaña y coloridas estampas de baile.
“Hemos abordado estos espacios de cultura, colocándolos con esta fuerza que transmitimos en la canción. La estampa del baile que está presente en la forma tradicional que a mí me gusta mucho”, concluye Marco, a la vez de invitar a su público a disfrutar de su nueva canción.