16:41 | Lima, ene. 01 (ANDINA).
El escritor y cronista urbano Luis Miranda, publicó el libro El Pintor de Lavoes y Otras Crónicas, que recoge 25 historias ocurridas en la gran Lima, Iquitos y Nueva Jersey, Estados Unidos.
Se trata de historias de lugares y personajes que conforman un fresco de lo peruano en su dimensión más tragicómica y reveladora.
Las historias de El Pintor de Lavoes y Otras Crónicas empezaron a escribirse en 1991, durante el Shock de Alberto Fujimori, que obligó a los peruanos a recurrir a lo mejor de su inventiva para sobrevivir.
El estilo deMiranda recoge las enseñanzas del periodismo de Tom Wolfe así como la larga tradición de cronistas del periodismo nacional, con historias estructuradas con la intensidad de un relato de acción.
Crónica de 1991 es Mi Rubia está Buenísima, encuentro con un médico que ensalza la económica alternativa de la urinoterapia ante la carestía de las medicinas formales. También de dicha época es La Moda está Tela, una guía para vestir con ropa de segunda mano durante el boom de las “cachinas” en el centro de Lima.
Luis Miranda realiza en El Misterio y La Furia una semblanza de la vida de Percy Rodríguez Marchand, el cabecilla de las barras bravas que era capaz de comandar un ejército de fanáticos del fútbol y que murió jugando a la ruleta rusa en una de sus noches de excesos.
Otra semblanza es El Malo del Catch, escrito en clave de historieta y que narra las incomprendidas glorias de El Vikingo, el catchascanista más despreciable de la edad de oro de la lucha libre en Lima.
El autor asegura que demoró muchos años en publicar estas historias en forma de libro, pues su ingreso a la televisión, el año 2000, lo apartó de su principal vocación: la literatura. Ahora que domina ambos géneros (el audiovisual tanto como el escrito), Luis Miranda encontró el tiempo para revisar sus textos, dotarlos de nuevos bríos y además componer nuevas crónicas.
Para esta edición escribió especialmente la crónica El Pintor de Lavoes, que da título al libro y es un fresco del Callao actual a través de El Salsa, grafitero que a la par que pinta retratos de Héctor Lavoe en las paredes, también retrata a los muertos que cayeron en las guerras de pandillas que azotan dicha zona.
Una costumbre que llenó de rostros y fantasmas los barrios más picantes del puerto y que motivó una fuerte reacción de la policía.
Son veinticinco historias que enseñan y nos retratan como somos. El libro ya se encuentra en librerías.
(FIN) NDP/RRR
Publicado: 1/1/2009