Andina

Los secretos de la Policía para detectar huellas dactilares en escenas de crimen

Institución policial cuenta con departamento especializado

Foto: ANDINA/Dante Zegarra.

Foto: ANDINA/Dante Zegarra.

05:00 | Lima, ago. 15.

Por Luis Incháustegui

Las huellas dactilares son las “firmas” que siempre dejan los autores de un delito en la escena del crimen, y por más que se intente borrarlas, incluso si han pasado varios años, es posible lograr la identificación del responsable.

Así lo asegura la comandante PNP Susana Gutiérrez, jefa del Departamento de Apoyo Especializado de Criminalística de la Policía Nacional, quien, en su experiencia personal, logró recuperar la huella dactilar en una superficie que estaba guardada como prueba durante dos años.
 
“Con reactivos como la ninhidrina se revelan, después de años, huellas papilares (dactilares) en superficies. Acá hemos llegado a revelar huellas de hasta dos años de antigüedad. La literatura dice que puede hacerse incluso transcurridos hasta 10 años en condiciones controladas”, señaló en declaraciones a la Agencia Andina.
 
Criminalística Policial

A su oficina llegan pruebas de todo tipo de delitos: contra el patrimonio, el cuerpo, la vida y la salud, contra la seguridad pública, en casos de incendios, etc.
 
“Las huellas papilares son el indicio que más encontramos en la escena del crimen. Los criminales creen que usando guantes lo van a evitar, pero siempre hay formas (de hallarlas). Pueden haber cometido un error y nosotros aprovechamos eso para encontrar una huella”, anotó.

Personal altamente capacitado

 
Explicó que los peritos del grupo forense de Criminalística están altamente capacitados y habilitados con los mejores equipos e insumos para trabajar en la escena del crimen.

“Acá utilizamos reactivos químicos como el yodo, la ninhidrina u otros compuestos combinados. El revelado de estos químicos se mantiene y pueden durar de tres horas hasta 10 días para obtenerse el resultado final”, indicó la especialista.
 
Gutiérrez hizo una demostración con una hoja de papel que contenía una nota suicida. La hoja fue colocada dentro de una cabina hermética de vidrio junto al reactivo de yodo, para determinar si dicho objeto había sido manipulado por otra persona que no fuera la autora del manuscrito.
 
“Dejamos nuestras huellas papilares a causa del sudor. El sudor tiene muchos componentes, entre ellos agua, aminoácidos, proteínas, grasas, y nosotros tenemos reactivos para cada una de estas sustancias. En este caso, el yodo tiene mucha afinidad con la grasa que posee la huella, y eso es lo que va a buscar”, explicó la especialista.
 
Seguidamente, lo que hace su departamento una vez recuperada la huella dactilar es perennizarla a través de una fotografía o transferirla a una cinta sobre un papel, para su envío al Sistema Automático de Identificación de Huella Dactilar (AFIS), donde se realiza la homologación.
 
“Primero las fotografiamos, porque podría pasar algo al momento de la transferencia y dañarse la prueba. La trasladamos al AFIS donde se escanea y la pasan a su sistema para la homologación (o comparación) con las huellas archivadas”, explicó.
 
Perito de Criminalística

Cuando las pruebas son muy grandes


Esta área de Criminalística ha recibido objetos muy grandes como cajas fuertes para lograr recuperar las huellas dactilares con los reactivos adecuados.
 
La recuperación de las huellas dactilares sobre un cadáver es un procedimiento más difícil de llevar a cabo, porque la piel del cuerpo humano es una superficie absorbente debido a los poros que posee.
 
En ese caso, Gutiérrez dijo que hay que actuar con rapidez para conseguir resultados positivos, ya que transcurrida una hora desde la muerte de la víctima se perderían las huellas dactilares que pudieran haber en el cuerpo.
 

(FIN) LIT/RRC
GRM

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Publicado: 15/8/2017