Los museos del Palacio Arzobispal y de la Catedral de Lima forman parte del circuito cultural del Centro Histórico de la capital. Como parte de las celebraciones por el aniversario 489 de la ciudad de Lima, el Peruano y la Agencia de Noticias Andina ponen a su disposición un especial multimedia sobre ambos espacios.
La
Casa del Cura. Así denominó Francisco Pizarro al terreno adjunto de aquel donde se levantaría la Iglesia Mayor destos reinos. Sucedió el 18 de enero de 1535, el capitán español hacía el trazado de la Plaza Mayor de Lima.
Seis años más tarde, el área sería designada como sede episcopal de Lima, y fray Gerónimo de Loayza erigiría aquí el primer Palacio Arzobispal de Lima, desde donde se gestaría la política evangelizadora del Perú y de América del Sur.
Muestra permanente
El Palacio Arzobispal actual, de estilo neocolonial, fue construido en 1924. Y desde hace 12 años, el edificio de la esquina de los jirones Carabaya y Junín, alberga al Museo del Palacio Arzobispal de Lima.
Se caracteriza por su muestra permanente, ambientada a lo largo de sus dos pisos. En el primero se ubica la gran colección de arte virreinal religioso, en sí una síntesis de lo mejor de distintos templos y conventos, y las reliquias de los santos peruanos. Las escalinatas marmoleas conducen al segundo nivel, conducen al visitante directamente a la capilla arzobispal, dominada por un retablo del siglo XVIII.
El gerente de la catedral, Carlos Castillo Sánchez, comenta que esta capilla se adecua muy bien a los aforos de la pandemia y las parejas podrán celebrar aquí sus bodas religiosas con un máximo de 30 invitados, que se suma a la oferta para bodas de la adyacente parroquia del Sagrario.
También en la segunda planta se ubican los distintos salones e inmobiliarios que recrean los espacios que usaron las autoridades eclesiásticas, como el salón arzobispal o el del trono; el escritorio de los antiguos arzobispos. Todos con inmobiliarios elegantes que respondían a la época.
Nueva etapa
Este año el museo ha empezado con las muestras temporales. La primera, inaugurada el mes pasado, es sobre el trabajo y los objetos del salesiano italiano Luis Bolla, quien realizó su labor misionera en la Amazonía durante medio siglo.
“El concepto es seguir lo que se hace en los más importantes museos del mundo: no solo resignarse a mostrar lo mismo toda la vida, sino tener junto a su exposición permanente siempre algo nuevo”, explica Castillo Sánchez.
Para tal fin, el museo ya tiene dos espacios en los que habilitará las futuras muestras: en el primer piso del edificio, en la zona alrededor del ingreso. Otro espacio por habilitar será el ingreso posterior de la Catedral, por el jirón Lampa.
A lo largo del tiempo
El cardenal Cipriani impulsó que el Palacio Arzobispal se convirtiera en museo y despechaba poco desde acá. El mismo camino ha seguido el arzobispo Carlos Castillo Mattasoglio, quien trabaja en otro edificio. Siente que el palacio es un espacio arquitectónico histórico y lujoso, y ha decidido que se use completamente para fines museográficos.
El museo del Palacio Arzobispal de Lima y el museo de la Catedral de Lima forman un complejo arquitectónico que puede visitarse en conjunto o por separado. Ambos están abiertos al público desde julio.
Por la pandemia, en octubre del 2020 se dejó de hacer la fumigación especial anual contra los insectos que habitan en la madera y evitar que en diciembre, con el inicio del verano, salgan las larvas y se coman los muebles que son del siglo XVII en adelante.
Durante esos quince meses se tuvo que suspender las actividades de conservación y prevenir el deterioro de los objetos artísticos. “Ahora los estamos recuperando de la mano con universidades, con la Escuela de Bellas Artes y el sector privado”, comenta Castillo.
Ambos museos tienen convenios con la UTEC, la UNI y la PUCP. Esta última, por ejemplo, gracias a una tecnología de punta, están haciendo una labor muy importante en evaluación de estructuras frente a los sismos, para detectar qué clase de materiales tiene cada columna y develar si hay fracturas o vulnerabilidades. Otro trabajo es el del cuidado de las fachadas.
Guía con historia
Miguel Balta trabaja desde 1998 como guía en los museos de la Catedral de Lima y el Palacio Arzobispal de Lima. Ha trabajado con los cardenales Augusto Vargas Alzamora y Juan Luis Cipriani y, ahora, con el arzobispo Castillo Mattasoglio.
Recuerda que cuando inició sus funciones solo eran dos guías y ocho practicantes. Para el 2021, eran 10 guías (4 guías y 1 una coordinadora para el museo del Palacio Arzobispal). Dice que cada autoridad eclesiástica ha tenido su propio estilo y mirada sobre cómo llevar en adelante las visitas a los museos.
Señala que el cardenal Vargas Alzamora, por ejemplo, respetuoso con la feligresía, solicitaba que se abra la Catedral al servicio de culto en paralelo con el servicio de museo, lo cual resultaba complicado ya que muchos turistas se hacían pasar de feligreses. Recién en el 2009 se habilitaría el Palacio Arzobispal para el turismo.
A fines de los noventa las marchas y protestas de los distintos gremios sindicales se hicieron más constantes en el Centro de Lima y hubo ocasiones en que tomaron la Catedral. Por ello, a partir del 2004, coincidiendo con los 400 años de la Catedral, se decidió suspender el culto diario. Se decide hacer solo los sábados canónigos (misa conventual) y los domingos la misa del arzobispo.
Si bien con Vargas Alzamora se inició el trabajo de restauraciones de la mano con la banca privada, para las efemérides de los cuatrocientos se dio la restauración total de la Catedral. Desde entonces, la atención a los turistas no ha parado. Solo fue un breve receso durante los primeros meses de la pandemia.
Datos
El recorrido por el museo del Palacio Arzobispal dura 40 minutos, en promedio.
El horario de atención en ambos museos es de 9:00 a 17:00 horas, todos los días. Informes: catedraldelima@arzobispadodelima.org