Por Katia AguirreEl Centro de Educación Básica Especial (CEBE) "La Sagrada Familia", ubicado en el distrito de Magdalena del Mar, atiende a 136 alumnos con discapacidad severa y multidiscapacidad. Es un ejemplo de la política de inclusión educativa que el Ministerio de Educación emprende.
El sonido del bombo anuncia el recreo. Joaquín, Stefany y Erik salen disparados de sus aulas. En el patio, sus profesores los esperan con sus canciones favoritas. Así se arma la alegría en el Centro de Educación Básica Especial (CEBE) La Sagrada Familia del Ministerio de Educación.
Verlos bailar y compartir juegos con sus compañeros es suficiente para saber que estos menores con discapacidad severa y multidiscapacidad también merecen la oportunidad de recibir una educación de calidad que los prepare para enfrentar la vida. Y esa es la misión de La Sagrada Familia, un colegio especial donde 136 escolares con dificultades aprenden a realizar solos, sin depender de nadie, actividades cotidianas que para muchos de nosotros no son nada complicadas, pero que para ellos significa un gran esfuerzo. Por ejemplo, cambiarse de ropa, lavarse los dientes, tender la cama, doblar la ropa, pedir agua, etcétera.
Janne López Ventura, directora de esta institución del Ministerio de Educación, nos explica que para estos chicos y chicas es todo un reto cumplir estas tareas domésticas. “Lo que buscamos es que nuestros chicos se puedan incluir en los ámbitos familiar y social. Porque ellos no van a poder ser incluidos en el mercado laboral ni en las escuelas regulares, pero sí podrán participar de las actividades de la vida diaria y ser útiles en casa”, explica.
Innovación
Preocupados por buscar formas para que sus alumnos puedan comunicarse, actualmente en La Sagrada Familia se desarrolla el proyecto ‘Me comunico con PECS’ mediante el Sistema de Comunicación por Intercambio de Imágenes, que permite a los alumnos con dificultad para comunicarse oralmente puedan hacerlo utilizando imágenes. Es decir, por ejemplo, si el escolar quiere agua, selecciona la imagen de un vaso con agua y se lo entrega a la profesora.
López Ventura explica que con este sistema los estudiantes con Trastorno del Espectro Autista (TEA) han logrado elaborar oraciones completas y su sociabilidad ha mejorado notablemente. Por ello, su centro educativo obtuvo el reconocimiento de Buenas Prácticas otorgado por la Dirección Regional de Educación de Lima Metropolitana.
“Hemos comenzado con un pequeño grupo de 10 alumnos. Ahora queremos masificar este programa, pues consideramos que si ellos logran comunicarse tendrán mayor posibilidad de socializar y presentar menos conductas inapropiadas, que muchas veces se desata por su frustración de no poder comunicarse”, señala la directora, quien revela que está en conversaciones con una empresa privada para obtener tabletas y ejecutar este proyecto con un aplicativo que facilite el intercambio de imágenes.
Un día cualquiera
De lunes a viernes, desde las 8:00 horas, el Centro de Educación Básica Especial (CEBE) La Sagrada Familia, ubicado en Magdalena del Mar, abre las puertas para sus alumnos. Erik Chauca Rodríguez (16) llega de la mano de su madre, Irma Rodríguez, quien lo acompaña las 4 horas de clases.
“Mi hijo nació sano, pero le dio meningitis y luego, como secuela, la hidrocefalia. Estuvo postrado durante gran parte de su vida en una cama de hospital. El 2013, en su última operación me dijeron que no iba a hablar ni caminar. Pero se equivocaron. Aquí, en este colegio, mi hijo se ha desarrollado mucho”, nos cuenta doña Irma.
Con el trabajo pedagógico especializado, además del amor y la paciencia de sus profesores, se logró que Erik se integre perfectamente a sus compañeros de clase, socialice, juegue y comparta sus logros con ellos. Incluso se ha convertido en un auxiliar más de la profesora. Suena nuevamente el bombo y todos ingresan en sus aulas a continuar con sus clases.
Los profesores alistan los materiales, ahora es momento de seguir aprendiendo a ser independientes en casa. Son 53 profesionales que están a cargo de esta gran tarea.
Entre profesores, psicólogos, terapistas físicos y de lenguaje se ha formado un equipo multidisciplinario que ha logrado lo que muchos padres creían que era imposible: que se comuniquen y realicen sus actividades cotidianas solos.
Inclusión educativa
Los Centros de Educación Básica Especial (CEBE) atienden a estudiantes entre 3 y 20 años con discapacidad severa y multidiscapacidad, de manera especializada. Actualmente, existen 368 públicos y 58 privados. Estos centros reciben el Servicio de Apoyo y Asesoramiento a las Necesidades Educativas Especiales (SAANEE).
La directora general de Servicios Educativos Especializados del Minedu, Erika Alfageme, sostiene que se promueve que los CEBE atiendan principalmente a las personas con discapacidad severa o con multidiscapacidad.
Para ello, recalcó, es necesario que los colegios públicos y privados que brindan Educación Básica Regular y Educación Básica Alternativa reciban a los menores que tienen discapacidad leve o moderada y les brinden la oportunidad de aprender en entornos inclusivos, saludables y seguros donde se fomente la solidaridad y el respeto por la diversidad.
Datos
Existen 368 CEBE públicos en el país que atienden 13, 201 estudiantes. Y hay 58 privados con 1,878 alumnos.
Son 69,728 estudiantes con discapacidad leve o moderada de 3 a 29 años que acceden a instituciones educativas inclusivas.
De este total, 44,942 se encuentran en colegios públicos y 24,786 están en escuelas privadas.
(FIN) KAT/MPC
Publicado: 24/4/2017