Independiente, bella y talentosa. Hasta el momento es la única actriz en ganar cuatro Oscar en la categoría de mejor actriz, premios que nunca acudió a recoger.
Hepburn se formó para ser diferente. Hija de un padre pionero en investigación de enfermedades venéreas, su madre formó parte del grupo de feministas que impulsó el voto de las mujeres en Estados Unidos. Nunca asistió a un colegio, ella y su hermano fueron educados en casa de acuerdo con los ideales de sus padres.
Nació en Connecticut el 12 de mayo de 1907 y en 1928 ingresó a estudiar filosofía en el Bryan Mawr Collage, lugar donde empezó sus clases de actuación y finalmente se dedicó a la interpretación. Con tan solo 21 años ya estaba en Broadway causando muy buenas impresiones entre la crítica.
Cuatro años después, Hepburn tenía a Hollywood llamando a su puerta. Su debut en la pantalla grande fue con la película
"A Bill of Divorcement". Pese a que Hepburn era una desconocida se le dio el papel principal y la cinta fue un éxito. Era un rostro nuevo, muy diferente a todo lo visto hasta el momento.
En 1933 ganó su primer Oscar por su papel en la película
"Gloria de un día", ni siquiera se asomó a la ceremonia. El siguiente año destacó por su interpretación en la versión de "Mujercitas".
Entre cámaras, luces y gritos de "¡acción!" se enamoró de Spencer Tracy, actor con el que rodaría nueve películas y al que cuidaría hasta su muerte. Fue "Adivina quién viene esta noche" la última cinta que hicieron juntos y por la cual Hepburn recibió su segundo Oscar.
Es en 1974 que el presentador
David Niven anunció que una de las más grandes estrellas de Hollywood haría su primera aparición en la ceremonia del Oscar. Katharine Hepburn había aceptado presentar el premio Irving G. Thalberg a su gran amigo
Lawrence Weingarten.
La actriz subió al escenario vestida de la manera más sencilla: un pantalón negro, una cafarena blanca y un camisón negro. El público aplaudió durante algunos segundos y se puso de pie, aunque ella no iba a ser la homenajeada. “Por lo menos no escuché a nadie decir: ya era hora”, fue la certera frase que hizo reír a todos.
Desde el inicio de su carrera en Hollywood ella marcó la diferencia. Rara vez se le vio caminar por alfombras rojas y la única vez que asistió a los Oscar fue por un amigo.
Tampoco dio muchas entrevistas y siempre quiso pasar inadvertida. Sin embargo, si en algún momento los medios consideraron esto atractivo, luego la empezaron a tildar de arrogante.
Es la única que ha ganado cuatro Oscar en la categoría de mejor actriz y una de las que más se le acerca es
Meryl Streep, quien tiene dos en la misma categoría y una en mejor actriz de reparto.
En el 2003, esta extraordinaria actriz falleció a causa de un tumor canceroso. Dejó más de 40 películas, la mayoría como protagonista.
GRM
Publicado: 26/2/2014