Jefferson Farfán asoma como un arma letal que posee Perú para enfrentar a Nueva Zelanda. De titular o como pieza de recambio, el delantero peruano tiene las cualidades para volver a erigirse "héroe" de la Blanquirroja, tal como lo hizo en ocasiones anteriores.
Su regreso a la selección se produjo en agosto, cuando fue llamado para suplir al suspendido Paolo Guerrero ante Bolivia.
El romance de Farfán con la selección se dio cuando hizo su primer gol en la era Paulo Autuori. Perú jugaba un amistoso contra Haití en el 2003 y el atacante tuvo la oportunidad de debutar de la mejor manera posible.
Pasado contundente
No obstante que Jefferson Farfán dio sus primeros pasos en Deportivo Municipal, fue Alianza Lima el cuadro que le dio la oportunidad de hacer su debut en el fútbol profesional, en el 2001, cuando cumplió los 16 años.
Con la casaquilla blanquiazul convirtió 14 tantos y fue traspasado al PSV Eindhoven por una cifra que ascendió a 1.8 millones de euros, firmando un contrato hasta el 2010.
Con el PSV expuso su mejor nivel y fue uno de los jugadores más queridos por la afición. A lo largo de las cuatro temporadas que Farfán estuvo en el PSV anotó 67 goles.
A mediados del 2008, luego de obtener el tetracampeonato con el PSV, el cuadro neerlandés llegó a un acuerdo con el Schalke 04 para venderlo, acuerdo que ascendió a la cifra de 17 millones de euros, aproximadamente.
Con el club alemán también supo demostrar su valía y en las seis temporadas que estuvo allí fue considerado uno de los mejores jugadores del Schalke. A lo largo de su trayectoria en el cuadro alemán, los goles de Jefferson dieron la victoria a su equipo en muchas ocasiones.

Proceso de recuperación
En el 2015 fue contratado por el Al-Jazira de Emiratos Árabes Unidos, donde sufrió lesiones y vivió una de sus temporadas más bajas en producción deportiva. Farfán hacía más noticia fuera de la cancha que dentro de ella, incluso muchos lo tildaban de un futbolista retirado.
Pese a esa situación, el Lokomotiv de Moscú le envió un "salvavidas" y le brindó la oportunidad de recuperarse en el 2016. Farfán no la desaprovechó y de a pocos volvió a ser el jugador habilidoso e importante. Sus tantos en el conjunto ruso le permitieron ser considerado el mejor futbolista de octubre de ese club.
Todos están a la espera de ver ante Nueva Zelanda la mejor versión de aquel jugador que apareció e hizo ilusionar a la afición peruana con sus goles y su "quimba". Hoy el Perú lo necesita más que nunca.
(FIN) JSO
GRM