Andina

Jauja: distrito de Yauyos se apresta a celebrar con júbilo al ritmo de la tunantada

Danza andina fue declarada en enero del 2011 como Patrimonio Cultural de la Nación

La danza de la tunantada fue declarada en enero del 2011 Patrimonio Cultural de la Nación. Foto: ANDINA/difusión.

La danza de la tunantada fue declarada en enero del 2011 Patrimonio Cultural de la Nación. Foto: ANDINA/difusión.

04:30 | Jauja, ene. 16.

El distrito de Yauyos, ubicado en la provincia de Jauja, región Junín, se apresta a celebrar con júbilo, del 18 al 23 de enero, la festividad de los patronos San Sebastián y San Fabián. Y en esta tradicional celebración destaca la tunantada, danza emblemática del valle del Mantaro.

La danza de la tunantada fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación, el 21 de enero del 2011, por su historia, originalidad y riqueza de significados, aspectos todos que reafirman la identidad regional y nacional.

Etimología e historia


El término tunantada deriva del vocablo español “tunante”, sinónimo de “taimado” o “bribón”, antes que de alguna terminología indígena. Este nombre designa a la comparsa principal que preside toda una representación escénica danzada, de diversos estratos sociales y étnicos de la sociedad colonial, tamizada por la visión nativa y la distancia en el tiempo.


La tunantada se representa por lo menos en dos lugares de la provincia de Jauja: en el distrito de Huaripampa, el día de la Bajada de Reyes (6 de enero), y en el distrito de Yauyos, en la fiesta de los patronos San Sebastián y San Fabián, cuya fecha central es el 20 de enero.


La tunantada de Huaripampa, más sencilla y parca en sus adornos, muestra indicios de ser la versión de la danza más cercana a lo que debe haber sido su versión original. Por su parte, la de Yauyos, con muchas más figuras y pompa en su ejecución, es actualmente la más publicitada.

Danza andina


Esta danza corresponde a un género particularmente importante de las danzas andinas que representan tipos humanos conocidos en el pasado y que, desde esa perspectiva, puede verse como una revisión de la historia vivida por el poblador regional, manifestación que marca, además, una frontera frente a las presencias externas reinterpretadas por la población nativa.


Este tipo de danza se convirtió en la época colonial en la parte más importante del calendario festivo católico, expresión de una identidad que puede igualar en importancia al aspecto estrictamente religioso de la fiesta. 

La tunantada, como otras fiestas de la región Junín, tiene una coreografía estructurada en la que predomina un personaje disfrazado y enmascarado que le da nombre a la danza.


Las características de esta danza y su carácter burlesco permiten suponer que proviene de las primeras décadas de la vida republicana. La presencia de los personajes básicos de “el español”, “la mestiza”, “el indio”, “el argentino” y “el doctor” nos remite a una sociedad poscolonial todavía organizada sobre la extracción minera y la arriería, de la cual el valle del Mantaro, y especialmente Jauja, era parte de la ruta que conectaba Cusco con Lima. Ello explica la figura del arriero del noreste argentino, así como la del curandero del altiplano y de los cusqueños.


En esta estructura el español domina, mientras que los criollos y mestizos de la ciudad aparecen medrando alrededor de él, como ocurre con los personajes femeninos “la huanca”, “la jaujina” o “la chupaquina”, vestidas anacrónicamente con trajes de fiesta del siglo XX.

La presencia de "el doctor" parece remitir, en cambio, a los primeros tiempos del nuevo orden republicano y la manipulación de las leyes por el sector criollo. Frente a ello, el indio asume el papel burlón de los otros tipos sociales e incluso de los asistentes a la fiesta.


En suma, la tunantada es el retrato de la sociedad regional andina a lo largo de su historia particular, un microcosmos del mundo social, presentado como un “baile de disfraces” que pone en evidencia sus aspectos más íntimos.


(FIN) LZD/MAO
GRM

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Publicado: 16/1/2020