El ejército israelí demolió este sábado un nuevo edificio de gran altura en Ciudad de Gaza, en medio de los bombardeos que azotan al enclave palestino desde el inicio de la guerra con el movimiento islamista Hamás. Las fuerzas israelíes reiteraron su llamado a la población a evacuar hacia la zona de Al Mawasi, declarada “humanitaria”, mientras continúan los preparativos para una posible operación terrestre.
El coronel Avichay Adraee, portavoz en árabe del ejército israelí, instó a través de las redes sociales a los habitantes de varios barrios del oeste de la ciudad —donde la ONU estima que se concentra cerca de un millón de personas desplazadas— a abandonar sus hogares. Poco después, aviones israelíes lanzaron miles de panfletos en la zona y la aviación bombardeó la torre Susi, un edificio residencial de gran tamaño en el suroeste de Gaza, que se derrumbó en medio de una nube de polvo, según testigos presenciales.
“Leí los panfletos (…) pero la pregunta es: ¿adónde podemos ir?”, dijo a la AFP Nafiz, un residente de 44 años que vive con su familia en una carpa en el barrio de Rimal. “Vamos a esperar y cuando veamos acercarse los tanques israelíes, nos iremos”.
La operación se produce un día después de la destrucción de otro inmueble similar en el centro de la ciudad. “Seguimos”, escribió en la red social X el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, junto a un video del edificio desplomándose.
El ejército israelí sostiene que los grandes bloques de viviendas son utilizados por Hamás para sus operaciones, algo que el movimiento islamista calificó de “mentiras descaradas”. En un comunicado, el grupo acusó a Israel de cometer un “crimen de desplazamiento forzado contra el pueblo palestino”.
De acuerdo con el ejército israelí, sus fuerzas controlan ya el 75 % de la Franja de Gaza y el 40 % de Ciudad de Gaza, con el objetivo de “desmantelar” a Hamás y liberar a los rehenes capturados en el ataque del 7 de octubre de 2023. Según sus cálculos, 25 de los 47 rehenes que permanecen en Gaza habrían muerto.
El Ministerio de Salud de Gaza, bajo la autoridad de Hamás, informó que al menos 24 personas murieron este sábado por disparos o bombardeos israelíes. En total, las represalias israelíes han dejado más de 64.300 fallecidos en Gaza, en su mayoría mujeres y niños, según el mismo organismo y cifras consideradas fiables por la ONU.
Mientras tanto, el presidente Petro advirtió que el retiro de la certificación por parte de Washington pondría en riesgo la cooperación internacional. El gobierno israelí, por su parte, insiste en que intensificará las operaciones militares hasta lograr el control total de la Franja y la liberación de los cautivos.