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Inventario Forestal y de Fauna Silvestre: primer reporte presenta más de 25,000 registros

Serfor presenta avance al 20% de trabajo multisectorial que culminará el 2021

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17:27 | Lima, jun. 16.

Más de 20,000 registros forestales y más de 5,000 de fauna silvestre identificados a escala nacional, muchas de ellas especies endémicas, son el resultado del primer reporte del Inventario Nacional Forestal y de Fauna Silvestre presentado hoy por el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor).

Elvira Gómez Rivero, directora de Inventario y Valoración del Serfor, organismo adscrito al Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri), sostuvo que el Inventario Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (INFFS) es una herramienta clave para la toma de decisiones sobre uno de los recursos más abundantes, pero paradójicamente menos conocido y valorado: el recurso forestal. 

“Este instrumento de gestión provee de información fidedigna que permite realizar un diagnóstico actualizado sobre el estado de conservación de nuestros bosques, entendiendo al bosque no solo como un conjunto de árboles, sino como el ecosistema base donde sucede la compleja y dinámica interacción entre la flora, la fauna y el ser humano”, enfatizó.

La funcionaria destacó que este inventario permitirá ver el real aporte económico del sector en las cuentas nacionales, así como el cumplimiento de compromisos internacionales. “Por ejemplo, la información que se levanta sobre reservas de carbono sirven para reportar a la Comisión Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, y también a las contribuciones nacionales para la reducción de emisiones”, manifestó.

Gómez Rivero indicó que el INFFS sirve para conocer cómo la población usa los recursos y el impacto en los bosques del país. “Debemos recordar que sin bosques no habrá agua y sin agua no hay agricultura y se pone en riesgo la existencia humana. Ese círculo debe permanecer, y por ello es importante tener la información base que brinda este inventario nacional”, remarcó.


Sostuvo que el proceso para el diseño y la puesta en marcha del INFFS se llevó a cabo gracias a la asistencia técnica de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y del Servicio Forestal de los Estados Unidos. “Implicó definir y consensuar criterios y necesidades con múltiples actores locales, regionales, nacionales e internacionales, tanto del sector público como de la sociedad civil”, enfatizó.

La directora de Inventario y Valoración del Serfor refirió que el registro de datos de campo de este inventario forestal y de fauna silvestre se inició en el año 2013 y su ejecución continuará progresivamente hasta lograr cubrir la totalidad del territorio nacional, en el 2021. 

“En las zonas ya evaluadas, se ha recogido y sistematizado información detallada sobre especies de flora y fauna, y su nivel de vulnerabilidad. Además, se ha recogido información sobre la cantidad de carbono contenido en todas las ecozonas analizadas, dato esencial para valorar el aporte de los bosques a la mitigación del cambio climático”, subrayó. 


Diseño innovador del INFFS

Gómez Rivero resaltó el diseño innovador del INFFS, el cual fue desarrollado utilizando criterios específicos que permiten que pueda ser considerado como multipropósito, flexible, multirecurso, articulado, multitemporal y, sobre todo, participativo, lo cual permitió la contribución de diversos actores de la sociedad civil. 

Explicó que debido a la complejidad ecosistémica de los bosques del Perú, el INFFS considera 6 Ecozonas: Costa, Sierra, Selva Alta Difícil, Selva Alta Accesible, Selva Baja e Hidromórfica, de acuerdo a las condiciones fisiográficas, florísticas y de accesibilidad.

Asimismo, el INFFS está integrado por 5 paneles, en cada uno de los cuales se medirá el 20% de la muestra total. Durante los años 2013, 2014, 2015 y 2016 se evaluó por completo el primer panel de las ecozonas Costa, Sierra e Hidromórfica, y dos tercios de la Ecozona Selva Baja; además, parte de las ecozonas Selva Alta Accesible y Selva Alta Difícil del panel 1. 

En este primer reporte del INFFS solo se dieron a conocer los resultados de la evaluación de las ecozonas Costa, Sierra, Selva Baja e Hidromórfica. 

“Este año se ha planificado completar las ecozonas Selva Baja, Selva Alta Accesible y Selva Alta Difícil, con lo cual se espera tener a fines del 2017 los resultados totales del panel 1 para ponerlos a disposición de los diferentes usuarios del sector forestal”, dijo.


Primeros resultados

La evaluación del panel 1 de la Ecozona Costa comprendió 27 Unidades Muestrales (UM), donde se registraron principalmente coberturas de tipo bosque seco de colinas, bosque seco tipo sabana y bosque seco de montañas.
Se determinó la presencia de 21 familias y 45 especies vegetales. 

En cuanto al estado de los individuos, un 80.18% fueron registrados vivos, mientras que un 17.82% fueron encontrados muertos en pie y un 2% se encontraron como restos del aprovechamiento del tronco. Los usos reportados para las especies de esta ecozona son como madera para construcción rural, forraje para ganado y leña.

Las especies forestales de mayor importancia ecológica son el palo santo, algarrobo, sapote, hualtaco, añalque, charán, overo, entre otros. En tanto, las de mayor volumen (metro cúbico por hectárea) son hualtaco, ceibo, pati y algarrobo.

En cuanto a la fauna silvestre, se registraron un total de 171 especies, divididas en 136 de aves, 15 de mamíferos, 5 de anfibios y 15 de reptiles. En aves destacan calandria, tórtola, colibrí, gallinazo cabeza negra y el tordo. En mamíferos figuran zorro costeño, ardilla nuca, zorrillo y venado. En anfibios, ranas y sapos, y en reptiles, lagartijas de rocas, arenales y lomas, así como la boa costera.


Por su parte, la evaluación del panel 1 de la Ecozona Sierra comprendió 75 UM evaluadas, donde se registraron principalmente matorrales, relictos, plantaciones, bosques secos de valle interandino, bosques húmedos de montañas, bosques secos de colinas, bosques secundarios, zonas agrícolas y otras áreas no boscosas. 

Se determinó la presencia de 64 familias y 242 especies vegetales (árboles y arbustos principalmente). Los usos reportados para las especies de esta ecozona son como madera para construcción rural y leña. Las especies forestales con mayor importancia ecológica son huarango, eucalipto, queñua, aliso, mientras que las de mayor volumen son eucalipto, queñua, perejil y aliso.


En lo que respecta a fauna se registraron 257 especies de vertebrados, los cuales se agrupan en 239 especies de aves, 10 especies de mamíferos, 2 especies de anfibios y 6 especies de reptiles. En aves destacan gorrión, colibrí oreja violeta de vientre azul, jilguero encapuchado, colibrí gigante, tórtola orejuda. En mamíferos figuran: venado cola blanca, zorro andino, taruca y vizcacha. En anfibios se reportaron sapos y ranas, mientras que en reptiles, lagartijas (de cabeza colorada, cara amarilla y de montaña).

La lista de fauna silvestre fue elaborada principalmente a través de avistamiento directo y la identificación de especies mediante el registro de cantos y sonidos.


Durante las evaluaciones de campo de la Ecozona Selva Baja, a lo largo de las 76 UM se registraron, principalmente, bosques húmedos de terraza aluvial y bosques húmedos de colinas. En esta ecozona se registraron individuos pertenecientes a 718 especies de flora que comprenden a 69 familias (árboles y palmeras, principalmente). Las especies con mayor importancia ecológica son: machimango, shimbillo, quinilla, cumala, carahuasca y copal, mientras que las de mayor volumen son: pashaco, quinilla, tangarana y ojé.


La Ecozona Selva Baja fue la que tuvo mayor cantidad de registros de fauna con 203 especies de aves, 43 especies de mamíferos, 45 especies de anfibios y 41 especies de reptiles. En aves destacan guacamayo azul y amarillo, tucán, pucacunga, pihuicho ala amarilla, pescador grande, garza blanca y perdiz grande, paloma de monte. En mamíferos figuran: majaz, sajino, venado colorado, armadillo gigante, mono fraile, guangana, mono machín negro, delfín colorado. En anfibios están: sapo hoja, ranas, salamandra; en reptiles las tortugas motelo y taricaya, la serpiente jergón y el lagarto o caimán blanco.


En el panel 1 de la zona ecológica Hidromórfica, conocida también como la formación geológica Ucamara (Ucayali-Marañón), representada por los grandes humedales presentes en el Abanico del Pastaza (entre los ríos Tigre, Pastaza y Marañón, lugar señalado como sitio Ramsar), los humedales de la Reserva Nacional Pacaya Samiria (enmarcados entre los ríos Marañón, Ucayali y Huallaga) y los humedales del río Tapiche, se registraron principalmente bosques húmedos de terrazas medias, aguajales y cochas.

La composición florística del bosque en esta ecozona está conformada principalmente por 132 especies de árboles y palmeras, que corresponden a un total de 43 familias botánicas. especies forestales con mayor importancia ecológica son aguaje, cetico, machimango, shimbillo y cumala; mientras que las de mayor volumen son catahua, cumala, topa, shiringa.


Para el caso de fauna silvestre se registraron un total de 142 especies, de las cuales 85 fueron de aves, 24 de mamíferos, 19 de anfibios y 14 de reptiles. Las aves con mayor cantidad de evidencias de su presencia (más de 5 registros) fueron el guacamayo azul y amarillo, guacamayo escarlata, guardacaballo, tuqui tuqui, shiguango, camungo, pato aguja. En mamíferos fueron registrados sachavaca, sajino, yungunturo, mono machín negro. En anfibios sapos y ranas; en reptiles: tortuga, serpiente jergón, lagartija y tortuga motelo.

Gómez Rivero sostuvo que con este primer reporte del INFFS se abre una serie de posibilidades para profundizar el estudio de la identificación botánica de las especies registradas en el inventario y conocer más acerca de la riqueza de especies que se encuentran en los bosques de nuestro país.

“El esfuerzo de mejorar el conocimiento de la identidad de las especies registradas promueve el fortalecimiento de herbarios reconocidos a nivel nacional y abre campo para la formación y fortalecimiento de capacidades de profesionales en identificación botánica”, expresó.

Asimismo, se abre una ventana de oportunidades para la realización de investigación complementaria y estudios a mayor profundidad sobre la regeneración de las especies, lo que permitirá a su vez garantizar el uso de información, anotó.

“Los bosques no solo deben ser identificados como fuente de recursos maderables, sino como un ecosistema que alberga una gran biodiversidad de especies, convirtiéndose en un hábitat para cientos de comunidades y en un proveedor de servicios ambientales indispensables para la sociedad en general”, enfatizó la directora de Inventario y Valoración del Serfor.


(FIN) LZD/


Publicado: 16/6/2017