Un equipo multidisciplinario del Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) – Breña evitó que el brazo de un adolescente, que sufrió una grave lesión de tercer grado y fractura por el disparo accidental de una escopeta, sea amputado, informó dicho nosocomio.
Ahora, Edison, de 15 años de edad, ha vuelto a sonreír, luego del traumático episodio que le tocó vivir durante un día de caza, cuando accidentalmente recibió un disparo de escopeta en el brazo izquierdo al caerse la escopeta, en la comunidad nativa Kirigueti, Nuevo Mundo Camisea de La Convención Cusco.
Para extraer los restos de huesos y otros cuerpos extraños el instituto compró un sistema de extracción al vacío.
La primera etapa consistió en una limpieza quirúrgica para retirar los perdigones incrustados y parte del cartucho del proyectil.
Los traumatólogos fijaron el brazo para inmovilizarlo con fijación externa descartable unilateral y proceder con la cirugía.
Posteriormente, ingresó el equipo de cirujanos cardiovasculares quienes identificaron la arteria humeral, que es la principal del brazo y disecarla, extrajeron de la pierna segmentos de la vena Safena y la convirtieron en prótesis arterial que sirvió para reconectar la arteria destruida, de esa manera se reconstituye la circulación.
El equipo de cirugía plástica realizó a través de una microcirugía el trasplante de nervios lesionados y la reconstrucción de las partes blandas y piel.
El equipo de anestesiólogos realizó un papel importante para mantener al adolescente con sus signos vitales durante la operación y la colocación de una bomba de infusión local para el manejo del dolor en la etapa postoperatoria.
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(FIN) NDP/LIT
Publicado: 14/9/2019