El incremento de la frecuencia de los incendios forestales por causas ambientales y sociales en los Andes y la Amazonía necesita de investigación científica multidisciplinaria, que abarque ámbitos climáticos, sensoramiento remoto de la vegetación y aspectos sociales, sostuvo Ricardo Zubieta, investigador científico del Instituto Geofísico del Perú (IGP).
Afirmó que, de esta manera, se mejorarán las medidas de prevención y se podrá mitigar sus impactos en la vegetación altoandina, amazónica y las poblaciones.
Incendios forestales aumentaron en 400 %
El investigador refirió que en los años 2005, 2010 y 2016, los incendios forestales se incrementaron, severamente, hasta en un 400%, en los meses de agosto y noviembre.
“Estos eventos coincidieron con la transición del evento El Niño a La Niña en el Pacífico Central además de sequías en los Andes y la Amazonía, todo ello debido a la ocurrencia de lluvias por debajo de lo normal y aumento de días secos que impactaron en la vegetación.
Zubieta participó del webinar “Incendios forestales: herramientas de prevención para el gobierno y la ciudadanía”, con el objetivo de presentar las investigaciones sobre las condiciones climáticas y vegetativas ante el incremento severo de los incendios forestales y la posible influencia del Fenómeno de El Niño.
El investigador científico del IGP abordó el tema: "Investigaciones para la prevención de incendios forestales en los Andes y la Amazonía” y explicó que estudiar los incendios forestales es una problemática en el mundo y, aún, sigue siendo un desafío para la ciencia y el manejo forestal debido a la interacción de factores climáticos, vegetativos y antrópicos.
“Es preocupante porque la ocurrencia de incendios se ha incrementado alrededor del 96%, desde el 2002, y es probable que como país no estemos adecuadamente preparados para afrontar el incremento severo de estos eventos que vienen impactando en varias regiones del Perú”, argumentó.
Zubieta dijo que, de acuerdo al registro de datos de ubicación de incendios, estos eventos están afectando el patrimonio y recursos forestales de algunas regiones, predominantemente andinas, como Amazonas, Apurímac, Ayacucho, Cusco, Cajamarca, Puno, entre otros. Asimismo, las áreas naturales no son la excepción ya que han perjudicado santuarios históricos, reservas paisajísticas, parques nacionales, entre otros.
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