Numerosas líneas de colectivos (autobuses) se ven afectadas este jueves por el paro que la Unión Tranviarios Automotor (UTA) lleva a cabo en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), que incluye la capital argentina y las localidades circundantes de la provincia homónima, para reclamar mejoras salariales.
La Secretaría de Trabajo convocó a la UTA y a los empresarios a una reunión al mediodía de hoy para levantar la medida de fuerza, iniciada por el gremio porque el sector empresario "se niega a pagar los salarios en los montos acordados", ya que manifiesta que debe recibir una "suma superior" de subsidios estatales para poder cubrir sus costos.
El portavoz presidencial, Manuel Adorni, calificó de "horroroso" el paro de buses en su habitual rueda de prensa en la sede del Ejecutivo, y dijo que afecta a 4 millones de personas que no pueden "moverse con libertad en transporte público".
Adorni criticó a la UTA por haber hecho cuatro amenazas de paro y dos huelgas en lo que va del año.
La empresa de buses el Grupo Dota no adhirió al paro porque pagó los haberes demandados por el gremio, de manera que sus 50 líneas funcionan.
No obstante, denunció ataques con piedras a sus unidades en sus redes sociales.
Pero el resto de las empresas -que engloban 150 líneas de colectivos- señala que los salarios de marzo -para que incorpore el aumento dado en enero y febrero- no se terminó de negociar y, por lo tanto, no está homologado por la Secretaría de Trabajo y, como consecuencia, no está incorporado en los cálculos de subsidios que reparte la Secretaría de Transporte.
En la zona metropolitana de Buenos Aires, las empresas reciben subsidios del Estado para cubrir los costos generales para compensar la tarifa menor a la necesaria que se cobra a los pasajeros, regulada también por el Estado.
"No va a haber una solución que satisfaga a todas las partes" en la reunión de hoy con la Secretaría de Trabajo, anticipó el vicepresidente de la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor, Luciano Fusaro, al canal C5N, sino que lo mejor que puede pasar este jueves es lograr una "tregua" con el gremio.
"Esto no se resuelve antes del 1 de mayo con suerte", agregó Fusaro, por lo que los empresarios aspiran a que la UTA "acepte esperar este tiempo, que son los tiempos del Estado", en un contexto en que este "quiere lograr superávit fiscal".
Y "si se radicalizan las posturas" habrá que pedirle a la Secretaría de Transporte que ajuste la tarifa, adelantó.
La falta de transporte generó complicaciones a los pasajeros que iban a trabajar este jueves, con menos presencia de personas y buses en los principales centros logísticos.
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(FIN) EFE/CFS