Andina

Huancavelica de fiesta: celebran tradicional bajada de la Cruz del Señor de Potocchi

Huancavelica celebró la tradicional bajada de la Cruz del Señor de Potocchi, después de tres años de suspensión por la emergencia sanitaria decretada por la pandemia de covid-19. Foto: Flor Hidalgo

02:15 | Huancavelica, abr. 19.

En la villa de Oropeza se vive la tradición más grande del año, la bajada de cruces ubicados en la cúspide de los imponentes apus que custodian la ciudad de Huancavelica. Entre ellos el que destaca por su tamaño es el cerro Potocchi, celoso guardián de Huancavelica, en el que guarda cuantiosas historias de sus fieles peregrinos. Vea aquí la galería fotográfica

Después de tres años de pandemia se volvió la tradicional bajada de la majestuosa cruz del Señor de Potocchi con todo su esplendor. A causa de la pandemia la mayordomía se prolongó desde el 2020 hasta este 2023, cuando por tradición es solo un año.


Esta hermosa tradición inicia desde muy temprano con las llamas cargueras que son dirigidas por la capitana. En su lomo llevan las viandas que serán entregadas a los cargueros, jaladores y seguidores durante la bajada.

Horas después de los peregrinos inicias su recorrido por la empinada ruta desde la capilla del distrito de Ascención, ubicado en las faldas del Potocchi. Los caminantes levan en sus alforjas la hoja de coca, cigarro y caña para la ofrenda al Apu para evitar alguna dificultad en el camino o el mal de altura por su elevada localización. Para los que visitan por primera vez la familia de los mayordomos distribuyen todos los elementos para su seguridad.

A 4,420 metros sobre el nivel del mar se se erige una cruz de madera de 9 metros de alto, a la que fervientemente visitan los fieles todos los años después de una semana de la Pascua en memoria del espíritu Santo o Pentecostés. Este año se ha realizado el sábado 15 de abril.


Después de una misa con los centenas de peregrinos se alistan para bajar la cruz, la capitana Lizeth Jurado Trucios baila al ritmo de la melodía de los pitureros y el huaccrapuy, mientras flamea una bandera peruana. Esta vestida de lindos motivos huancavelicanos que se reconoce en su tradicional vestimenta con una dulce sonrisa guía el camino del señor de Potocchi, al lugar de descanso durante las tres últimas semanas hasta la fiesta de cruces de Mayo.

El camino cuesta abajo es duro, pero la fe de los fieles es más fuerte que el peso de la cruz. Más de una centena de personas trasladan al señor de Potocchi, unos la cargar y otros hacen de los jaladores de las cuerdas o betas como se llaman tradicionalmente.

Como cada tradición tiene sus reglas, don Zenón Soriano Arizapana  familiar del mayordomo que participa como jalador de esta costumbre nos cuenta que es una ofensa que los presentes pases sobre la cuerda, porque si lo hacen son azotados por los demás jaladores o las mujeres que vigilan que se realice la actividad con pulcritud. Pero nunca falta el intrépido que por ignorancia o imprudencia se gana unos buenos látigos.

La emocionante escena en la que cientos de personas bajan una cruz por más de 80 cargadores y jaladores es observada por fieles, visitantes y curiosos. Mientras que en cada descanso la capitana se encarga de ofrecer la hoja de coca para que la fuerza no les abandone y la rica chicha de jora para calmar la sed de todos.


Durante la bajada se recrea la corrida de toros con ejemplares artesanales en miniatura que se utilizan para jugar con 
adultos y niños acompañados de una banda que espera en el camino.

Tras varias horas de camino cerca a las 18 horas el señor de Potocchi llega a la capilla de Ascención para ser velado hasta mayo.

Historia


El término Potocchi no ha sido con certeza descifrado. El desaparecido e ilustre huancavelicano Pico Salas ha sido citado en algunos escritos sobre el origen de nombre. Se especula que es un termino quechua que significa cabeza, por que los primeros rayos del sol le dan en la cima y aparenta la cabeza de Huancavelica.


Sin embargo, dentro de las historias tradicionales cuentan que Potocchi viene de Potosí, nombre la mina en el alto Perú y hoy Bolivia. En el virreinato los mineros llegaron hasta la villa rica de Oropesa para explotar el mercurio de la mina Santa Bárbara, sin embargo sus ojos también voltearon a ver al custodio de la ciudad que guarda en sus entrañas betas de oro.

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(FIN) FHL/MAO

Publicado: 19/4/2023