En una vistosa ceremonia costumbrista, el Ministerio de Cultura entregó la declaratoria de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación a la faena colectiva ritual Yarqa Aspiy, desarrollada en el centro poblado de Carcosi del distrito de Congalla, provincia de Angaraes, departamento de Huancavelica.
La declaratoria fue entregada por la viceministra de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales, María Elena Córdova Burga, al alcalde del centro poblado Carcosi, Raúl Contreras Carpio, quien estuvo acompañado por numerosos pobladores.
Córdova Burga indicó que el Yarqa Aspiy o limpia de acequia en quechua es una de las actividades centrales de la vida productiva de los pueblos andinos y tiene sus antecedentes en los sistemas de regadío que fueron una de las bases de la civilización andina.
“Ante la escasez estacional del recurso agua se creó un sistema de aprovisionamiento y almacenamiento de este recurso, para lo cual fue necesario un trabajo colectivo y organizado que lo administrara de modo equitativo para toda la sociedad local”, explicó.
En su aspecto práctico, el Yarqa Aspiy consiste en la limpieza y reparación del sistema de regadío para permitir y facilitar el flujo natural del agua para regar los campos y, como ocurre con las actividades económicas del ciclo productivo andino, esta tiene también una dimensión ritual y festiva.
Carcosi, a 3,223 metros sobre el nivel del mar, se encuentra en la zona occidental de la provincia de Angaraes, Huancavelica, región en la que ha confluido la población anqara original y la ocupación chanka, antes de la conquista inca, historia de la que son testigo las numerosas estructuras antiguas que subsisten en la zona.
En qué consiste
El Yarqa Aspiy de Carcosi es presidido por dos mayordomos, llamados vara mayor y vara menor, aunque estos nombres no implican necesariamente una jerarquía de mando, pues actúan como dos entidades equivalentes.
Los que asumen estos cargos se han ofrecido voluntariamente el año anterior a encabezar la faena comunal con una organización similar a las de las fiestas religiosas o patronales, contratando los servicios de músicos y bailarines, y de peones para el llantakuy o corte de leña que se hace en junio o julio.
También hacen uso de las redes familiares para la obtención de los insumos, desde la siembra y cosecha de maíz, kiwicha y alverja que son base de las bebidas y comidas que se preparan para esta actividad, y contratan a los despenseros, usualmente mujeres, para la preparación de los alimentos que se servirán durante los días que dure la faena.
Aparte de contratar a bailarines y músicos, los mayordomos les proporcionan la indumentaria en un acto ritual en que las prendas son colocadas en mantos, con una ofrenda ritual con coca y cigarros, para pedir permiso para la realización de la costumbre.
Los mayordomos también han de hacer visitas a familiares, amigos y colaboradores, quienes aportarán la mano de obra o hayan contribuido con productos y dinero en efectivo, y a las autoridades locales comunales y municipales para la celebración del Yarqa Aspiy en fecha señalada.
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(FIN) NDP/JOT
Publicado: 30/9/2019