El consumo de energía eléctrica por el Mundial Rusia 2018 podría incrementarse hasta 70% en cada hogar peruano entre los meses de junio y julio, período en el que dura este evento deportivo, estimaron hoy expertos de Procobre.
"El sector comercial estima que se venderán más de 375 mil televisores nuevos. Sin embargo, detrás de la pantalla, aunque la tecnología hoy por hoy es más ahorradora, hay una serie de consumos aleatorios que harán que la cuenta de electricidad que recibimos mes a mes nos sorprenda", dijo Orlando Ardito consultor de la citada entidad.
Igualmente, comentó que el consumo de celulares y computadoras será mayor pues los peruanos estarán más activos que nunca para ver los partidos por las redes sociales.
Las refrigeradoras cumplirán su papel para tener bebidas y alimentos conservados, y si se deciden por una parrilla de carnes y embutidos, probablemente la eléctrica sea la ideal por temas de espacio.
"Cuando la selección peruana asistió al Mundial España 82, no teníamos los que consumimos hoy: varios televisores, computadora, laptop, Tablet, DVD, horno microondas, hervidor, cafetera, horno y calentador eléctrico, tostadora, cuchillo eléctrico, waflera, teléfono inalámbrico, decodificador, lavadora, secadora, licuadora, campana extractora, plancha, radio, consola de juego, terma o ducha eléctrica, entre otros. En promedio hay entre 20 a 50 aparatos por familia".
Según datos del Programa Casa Segura, hoy se consume entre 8 y 10 veces más energía eléctrica que hace 25 años. A ello se agrega –entre otros- que existe una exposición a la sobrecarga, esto ocurre cuando varios artefactos funcionan al mismo tiempo conectados a un solo tomacorriente y extensiones, lo que origina el recalentamiento de los cables internos de la instalación eléctrica y con ello el deterioro y el consecuente riesgo de corto circuito.
El experto alertó que, si hace 36 años no renueva sus instalaciones eléctricas (el cableado interno de su hogar o centro de labores), es altamente probable que haya un desequilibrio entre carga y consumo, pues las instalaciones eléctricas antiguas no están preparadas para resistir la creciente demanda eléctrica.
Se sabe que más del 60% de las viviendas en el Perú tienen una antigüedad mayor a 60 años, y los conductores eléctricos tienen una vida útil de 20 años aproximadamente.
En este sentido, a más tiempo de uso bajo estas características, se incrementa el riesgo si:
· Si el grosor del conductor o cable no está de acuerdo con la potencia que consume la instalación.
· El conductor utilizado es de "mala calidad" (subestandar y/o falsificado)
· El sobrecalentamiento de los conductores, producido por el exceso de corriente eléctrica que circula, desgasta el aislamiento.
· El material aislante se encuentra en mal estado y puede originar un cortocircuito.
· Se producen daños en los cables durante su instalación.
· Se realiza un crecimiento desmedido de las instalaciones mediante el uso de extensiones.
Más en Andina:
(FIN) NDP/RRC