Hablar de la resocialización en los establecimientos penitenciarios (proceso por el cual se busca la reinserción social positiva del penado), es hablar de una historia, es hablar de una vida, es hablar del compromiso que asume una persona que ha cometido un error para reincorporarse a la sociedad.
La resocialización, entendida como la nueva socialización del hombre o mujer que delinquió, implica volver a formarlo y que asuma nuevos valores y conductas.
Si hablamos de una historia de resocialización, es bueno conocer a Rudy Frank Espezúa Guzmán, quien en algún momento tropezó en la vida, pero hoy es un ejemplo material que la rehabilitación sí existe y es posible cuando hay ganas y compromiso, ahora como trabajador del Inpe.
Rudy, con 56 años a cuestas, padre soltero, 7 hijos y 14 nietos, está incorporado a la sociedad y se encuentra trabajando en la Oficina Regional Sur Arequipa, en la modalidad de CAS, en el área de mantenimiento y limpieza.
Estuvo internado en el penal de Socabaya, pero ahora es un trabajador multifacético, que tiene en sus manos reparar alguna falla, conoce de electricidad, gasfitería y hasta de panadería.
“Si tienes un problema en la vida debes pensar en tu familia, poniendo empeño y mucho compromiso”, son sus primeras palabras y a los jóvenes les dice que lo esencial es el trabajo y no ganar el dinero fácil.
La directora de la Oficina Regional, Marina Ancalle Ticona, destacó el trabajo técnico y profesional que desarrolla Rudy, y es una forma y mensaje a la sociedad por la oportunidad que brinda nuestra institución a aquellas personas que salieron en libertad y ahora han cambiado.
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