Aunque la celebración de Halloween se ha extendido en Perú desde hace algunas décadas, impulsado por un interés comercial, lo cierto es que su vinculación con lo sobrenatural y escalofriante nos recuerda que en nuestro país hay lugares a los que se considera tenebrosos y aposentos de fantasmas, espíritus malévolos y energías negativas.
A continuación, repasemos algunos lugares tradicionalmente considerados misteriosos, escalofriantes y vinculados a la hechicería y a sucesos trágicos, ubicados en provincias del Perú.
Cachiche
El distrito de Cachiche, conocido como pueblo esotérico se ubica a 4 kilómetros al sur de la ciudad de Ica. Cobra fama por sus brujos que, desde el siglo XIX, practicaban la llamada magia yunga capaz de curar toda clase de males y daños. Pero también había hechiceros capaces de provocar males incurables.

Se cuenta que los primeros brujos llegaron debido a la inquisición española de la época virreinal. Durante la inquisición, varias mujeres acusadas de ser brujas fueron perseguidas por sus creencias paganas. Algunas se trasladaron al sur de Lima, estableciéndose en el pueblo de Cachiche.

Después de muchos años de caer en cierto olvido, Cachiche resurgió en la década de los 80 del siglo XX, gracias al renovado interés en el Perú por el curanderismo y la llamada medicina mística. El pueblo cuenta con un parque temático que es muy concurrido por los visitantes y donde destaca una estatua de Julia Nazario Hernández Pecho, viuda de Díaz, una de las brujas más conocidas de la localidad.

Además, en el caserío se observan árboles de huarango y palmeras datileras, siendo esta última protagonista para las visitas turísticas por la peculiar forma de su ramificación en forma de serpiente con siete brazos o ramas que se incrustan y salen del suelo, motivo para que los habitantes le atribuyan poderes maléficos y de hechicería.
La tumba de Sarah Ellen
Situada en el cementerio de la provincia de Pisco, en el departamento de Ica, alberga, desde 1913, los restos mortales de Sarah Ellen, una mujer de origen inglés que llegó al Perú huyendo de las autoridades de su país acusada de vampirismo.

Este sepulcro se ha convertido en un lugar de peregrinación popular por supuestos hechos milagrosos o favores atribuidos a la dama británica, a la que también se le conoce como la santa vampira.
La casa encantada de Lunahuaná
Situada al borde de la carretera que conduce del anexo Uchupampa a la localidad de Catapalla, a 15 minutos del distrito de Lunahuaná, en la provincia limeña de Cañete, esta casa fue construida -según el relato de los lugareños- por un hacendado italiano en el siglo XIX, siendo habitada por toda su familia. Durante la Guerra del Pacífico y tras invadir el Perú, soldados del ejército chileno atacaron al pueblo, asesinando al hacendado y a toda su familia.

Tiempo después, el lugar fue ocupado por una nieta del italiano asesinado. Según afirmaron, ella y los demás ocupantes comenzaron a escuchar con frecuencia ruidos, voces y lamentos. También dijeron ser testigos de sucesos paranormales, como la aparición de fantasmas, al parecer de miembros de la familia asesinada. Estos hechos tenebrosos motivaron a que la casa fuera abandonada y, desde entonces, no ha vuelto a ser habitada.

Hace varios años se inició un proyecto para convertir la casa abandonada en un hotel, iniciándose las obras para reconstruirla. Después de haber edificado el casco del establecimiento de hospedaje, las obras fueron súbitamente abandonadas sin explicación. Nuevamente, la casa recobró notoriedad cuando un grupo de jóvenes fueron protagonistas de una historia escalofriante. Habían visto luces, escucharon voces y música provenientes del lugar, por lo que se animaron a entrar, dado que al parecer se estaba realizando una fiesta. Luego de un tiempo adentro, de repente, todo se tornó lúgubre y vacío: ya no había gente ni música. Aterrados, uno de los jóvenes salió despavorido hacia la carretera y fue atropellado por un auto que transitaba por el lugar.
Casa de la quinceañera suicida en Sullana
En la provincia piurana de Sullana se encuentra ubicada una antigua casona a punto de colapsar por el paso del tiempo. Según comentan sus habitantes, en este lugar falleció una mujer de quince años. De acuerdo con el relato popular, esta joven se suicidó días después de sufrir ultraje sexual el día de su cumpleaños.

Personas que han visitado el predio abandonado afirman que han visto a una joven deambulando entre sus paredes derruidas. Algunos moradores afirman haberse aventurado en el lugar y la vieron bailando en su habitación después de la medianoche. Agregan que la joven aún lleva puesto su largo y clásico vestido de quinceañera.
Casa embrujada de Yanahuara
A este antiguo solar colonial construido en 1666, en gran parte con sillar, y ubicado en el distrito arequipeño de Yanahuara, se le conoce como la casa embrujada. Su diseño exhibe grandes columnas y amplias bóvedas. Según los lugareños, este predio perteneció a un hombre de negocios español que se casó con una mujer arequipeña muy bella de 20 años. El hispano viajaba mucho y en una ocasión que retornaba de uno de sus viajes, encontró a su esposa engañándolo con uno de los criados. Enfurecido y dominado por los celos decidió enterrar vivos a los amantes dentro de la vivienda.

Los moradores de la zona afirman que se escuchan en la casa abandonada extraños ruidos, gritos, ecos de cadenas que se arrastran, campanadas, entre otros sonidos escalofriantes. Aunque se puede aproximar e incluso ingresar a la casa, los vecinos aconsejan hacerlo solo de día, porque al caer la noche se puede sentir mucha energía negativa.
Lagunas de las Huaringas
Son un conjunto de lagunas de agua dulce ubicadas en la provincia de Huancabamba, en la sierra del departamento de Piura y a 3,950 metros sobre el nivel del mar. Son consideradas como encantos o lugares provistos de fuerza y poder otorgado por los apus o divinidades andinas representadas por cerros o montañas aledañas a estos espejos de agua.

Las más famosas son la Shimbe y la Negra o laguna del Inca y se les considera dotadas de poderes sobrenaturales y cósmicas, por lo que son utilizadas por curanderos o chamanes para limpiar el espíritu y curar enfermedades; pero también por brujos llamados maleros para hacer daño o propiciar la desgracia de ciertas personas.
(FIN) LZD/MAO