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Hallazgo en valle de Nasca: arqueólogos descubren complejo arquitectónico de la época Wari

Arqueólogos españoles hallaron un complejo arqueológico de la época Wari en Nasca (Ica). Su construcción se sitúa entre los siglos VII y X y en su interior se hallaron vestigios de cerámica y otros utensilios. Foto: Proyeccto La Puntilla

Arqueólogos españoles hallaron un complejo arqueológico de la época Wari en Nasca (Ica). Su construcción se sitúa entre los siglos VII y X y en su interior se hallaron vestigios de cerámica y otros utensilios. Foto: Proyeccto La Puntilla

12:32 | Lima, dic. 7.

Por Moisés Aylas Ortiz

El Congreso Nacional de Arqueología, realizado la semana pasada en Lima, fue el escenario elegido para la presentación en Perú de un valioso hallazgo arqueológico: un complejo arquitectónico de grandes dimensiones de la época del Estado Wari en el yacimiento de El Trigal III, en el área arqueológica de La Puntilla, ubicado en la provincia de Nasca, región Ica.

El descubrimiento estuvo a cargo del Proyecto de Investigación Arqueológica La Puntilla, conformado por un equipo de investigación de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y de la Universidad de Almería, encabezado por Pedro V. Castro-Martínez, de la UAB; y por Trinidad Escoriza-Mateu, de la Universidad de Almería.



En diálogo con la Agencia Andina, Pedro V. Castro-Martínez explica que este complejo está conformado por dos espacios marcados: el Recinto Norte, con un edificio de dos plantas; y el Recinto Sur, conformado por un patio con almacenes; y si bien su hallazgo se produjo en noviembre de 2022, el equipo de investigadores españoles pudo ampliar los alcances de este importante estudio.

Sostuvo que los trabajos de excavación se iniciaron en 2021, en el llamado edificio del Recinto Norte del complejo arquitectónico de El Trigal III, que ocupa un área de 130 metros cuadrados y estaba construido con muros de grandes piedras, sobre las que se levantaban paredes de adobe.

“Por los restos hallados creemos que el edificio tenía dos plantas, dado el grosor de los muros y el volumen de los derrumbes encontrados. Presentaba las paredes enlucidas en colores blanco y amarillo, por los restos adheridos a las piedras que conformaban el material arquitectónico. Y en la planta baja, la que se ha conservado, hay evidencias de trabajos de preparación de alimentos y de almacenamiento”, aseveró.


El investigador consideró que la edificación sería una especie de casa de campo dada la inversión de trabajo, la existencia de almacenes, donde se guardaban los tributos o la producción de las comunidades del entorno.


Castro-Martínez precisó que en la parte baja se hallaron evidencias de procesado de alimentos, como herramientas líticas que sirvieron para triturar material vegetal o maíz. “También se encontró en la planta baja fragmentos de vasijas de la época Wari que estarían dedicadas al almacenaje y cocina”, apuntó.

El investigador español explicó que inicialmente se pensó que se trataba de un asentamiento perteneciente a la cultura Cahuachi, pero ya en 2022 se confirmó que se trataba de una construcción de una época posterior, de la época del Estado Wari. “Se estima que su cronología se sitúa entre los siglos VII y X de nuestra era”, apuntó.


En cuanto en el Recinto Sur, el investigador español afirma que se encuentra un gran espacio formado por un patio con pequeñas estancias destinadas al almacenamiento. Este recinto medía más de 500 metros cuadrados y estaba delimitado por muros de grandes piedras. El lugar aún está en proceso de excavación, acotó.

En diálogo con la Agencia Andina, Castro-Martínez resalta que este tipo de complejo arquitectónico no había sido documentado hasta ahora en excavaciones en extensión, pero se conocía una maqueta de cerámica con esta misma configuración, hallada en una sepultura de Ayacucho. “La realización de maquetas indica que la construcción estaba planificada previamente”, apuntó.


Sostiene, asimismo, que el uso de maquetas se empleaba también en el caso de los centros de control territorial donde el Imperio Wari ubicaba los almacenes donde se concentraban los tributos de las comunidades de las regiones sometidas a control estatal.


Para el investigador de la Universitat Autònoma de Barcelona el asentamiento de El Trigal III representa un nuevo tipo de enclave, de carácter rural, en el territorio Wari. “Se trata, probablemente, de una propiedad de un grupo de la clase dominante imperial, que mediante trabajo servil podía mantener los diversos trabajos artesanales, de preparación de alimentos y de mantenimiento de los almacenes, en la casa y sus anexos, y también realizar trabajos agrícolas en las tierras del valle del río Aja”, apuntó.

El investigador afirmó a la Agencia Andina que en la época del Estado Wari se conoció la existencia de centros políticos, como la ciudad de Wari, o una serie de centros territoriales en diferentes regiones, así como algunos establecimientos donde hay edificios singulares de forma absidal, seguramente lugares de uso político y religioso; y también un gran número de sepulturas, muchas veces sin contextos claros, pero con ajuares funerarios de ese momento.

Sin embargo, sobre el asentamiento hallado en El Trigal III, manifestó que corresponde a un pequeño lugar rural, aunque con un componente arquitectónico con gran inversión de trabajo, seguramente porque era habitado por miembros de la clase alta.


Sobre el Proyecto de Investigación La Puntilla, Pedro V. Castro-Martínez indicó que desde 2005 realizan trabajos de campo en los yacimientos de El Trigal III, junto al río Aja, en la vertiente norte de la sierra de La Puntilla, un área arqueológica situada cerca del centro poblado Orcona, ubicado en la provincia iqueña de Nasca.

El investigador manifestó que desde 2012 las excavaciones se han centrado en la zona de El Trigal III, donde se había hallado anteriormente un asentamiento de la época del estado Cahuachi, una cultura que floreció entre el siglo I al IV de nuestra era.

Por último, Castro-Martínez remarcó que el hallazgo de este complejo arquitectónico ha sido una sorpresa. Hasta antes de esta investigación no se había visto evidencia de presencia Wari en la zona.

Adelantó que en una próxima etapa de la investigación continuarán ampliando las excavaciones en extensión en el complejo arquitectónico, para determinar los espacios sociales. “Hemos excavado el 30 % del yacimiento, nos falta trabajar más en el Recinto Sur”, apuntó.


Refirió también que centrarán su trabajo en el cerro El Trigal donde existe otro yacimiento arqueológico. “Hemos avanzado en algunas zonas y este espacio están mejor conservadas las construcciones y aparentemente habría también asentamientos de la época Wari”, concluyó.

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(FIN) MAO

Publicado: 7/12/2023