Por Percy BuendiaEl Minam trabaja para impulsar la sustitución de las energías antiguas, como las fosilizadas, por otras más limpias, entre estas la que proviene de los paneles solares y las térmicas, que resulten más ahorrativas y lleguen al segmento más popular, afirma el ministro del Ambiente, Rubén Ramírez Mateo.
En su presentación ante el Congreso, la jefa del Gabinete, Mirtha Vásquez, anunció que el Gobierno aprobará la Declaración de emergencia climática. ¿En qué aspectos incidirá?
–La emergencia climática es de interés mundial. Por este motivo, preparamos la normatividad nacional, mediante un decreto supremo, que regulará el cambio de matriz energética y abordará aspectos como la deforestación, la educación y justicia ambientales. Estos serán los ejes fundamentales.
–¿Qué beneficios traerá para el país y la población?
–En este asunto, lo importante es el cambio de matriz energética. Buscamos sustituir las energías antiguas, como las fosilizadas, incluso la misma electricidad, por energías limpias, entre estas la que proviene de los paneles solares y las térmicas, que resulten más ahorrativas y lleguen al segmento más popular.
–Entonces, con estos menores costos ya se estaría beneficiando a la población nacional...
–Sí, efectivamente. Trabajamos con la cooperación técnica internacional para elaborar procedimientos e impulsar la electromovilidad. Por ejemplo, estamos conversando para que las grandes empresas de transporte masivo se muden a este tipo de energía y las usen en sus buses. En este caso, serían vehículos que funcionarán a electricidad.
Incluso, dialogamos también con una compañía grande que está en el proceso de adquisición de buses que usan esta energía y que se insertarán en el sistema. También conversamos con los grifos para que puedan contar con los surtidores a fin de mantener y dar la continuidad en los servicios a los vehículos que utilicen este tipo de energías.
–¿Cómo la política ambiental mejorará la calidad de vida de la población y ayudará a la reactivación económica del país?
–El tema ambiental tiene muchas aristas. Por ejemplo, en las áreas naturales protegidas extraemos frutos y bayas que se venden al empresariado nacional que, a su vez, los expende mediante los supermercados. Son de consumo masivo cómo los jugos, también chocolates.
Así, progresivamente, venderemos estos productos de las áreas naturales protegidas, lógico con un procedimiento extractivo sostenible de las comunidades que son nuestras aliadas y cuidadoras de las áreas naturales protegidas. Esto incluye la reactivación económica.
Incluso, apoyamos la siembra de huevos de taricaya para que las comunidades puedan insertarlas en su consumo y devolver estas tortugas al río. Es todo un procedimiento sostenible, económico y social.
–¿Las comunidades aledañas a las áreas naturales protegidas ya tomaron conciencia de la importancia que significa para ellas participar en su conservación?
–Hace poco estuve en Pacaya Samiria, una de nuestras reservas nacionales, y debo revelar que detectamos que había minería ilegal en la parte del río Nanay. Esto es preocupante porque esta gente, estas hordas que vienen de Brasil y Colombia infectan a nuestra gente, social y criminalmente, porque los involucran en actividades ilícitas ofreciéndoles dinero y nuestros hermanos indígenas, a veces por ganarse algo, les esconden las cosas y brindan hospedaje.
Trabajamos para que ellos tengan una actividad lícita y produzcan. Les proporcionamos los insumos para que sean nuestros aliados y, a la vez, como manifesté, puedan extraer nuestras bayas y frutos y venderlos al empresariado nacional, lo cual está funcionando muy bien.
Además, nos reunimos con la Caja Municipal de Ica para gestionar una especie de créditos para estas personas que ya se han vuelto una suerte de empresarios, con el fin de que adquieran los insumos de los productos de consumo masivo.
–Se gestiona la participación del sector privado en este tema…
–Así es, no solo en los productos masivos que mencionamos, los jugos, chocolates, sino también están las granolas, que se extraen de zonas protegidas andinas. Entonces, se venden granolas y todos ganan.
Lo reitero en el tema de cambio de matriz energética también se trabaja con el empresariado nacional y posiblemente daremos algún tipo de incentivo desde el Estado para que adquieran buses, no estoy diciendo subsidios, sino puede ser una especie de tributación blanda u otra forma de pago. Es otra forma de incentivar para que los empresarios se muden a otro tipo de energía limpia.
–¿Qué acciones se intensificarán en el tema de la fiscalización ambiental?
–La fiscalización ambiental se potenciará en todo el Perú. No olvidemos que la pandemia no se constituyó en un buen aliado para nosotros, pues las fiscalizaciones se hacen en físico. Además, en plena pandemia se había prohibido el cobro de las multas ambientales. Ahora, ya se están cobrando porque resulta razonable que quien contamina pague, es el principio internacional.
A su vez, promovemos un comportamiento ambiental en las empresas, ya sea de minería o de hidrocarburos. Estamos generando un Registro Nacional de Infractores Ambientales. Así como a las personas naturales cuando debemos a un banco nos ponen en Infocorp y no somos sujeto de crédito, este instrumento servirá como un disuasivo para que no se cometan infracciones ambientales.
Menos plástico
Rubén Ramírez manifiesta que en Ginebra, Suiza, participó en una reunión internacional sobre la presencia del plástico en la basura marina y, a nombre del Perú, alertó que este material está presente también en todos los acuíferos, ríos e, incluso, el lago Titicaca.
Es más, refiere, tras una serie de investigaciones efectuadas por instituciones se detectaron, incluso, trazas de microplásticos en los peces amazónicos, lo cual llega a la cadena alimenticia de los peruanos.
“Entonces tratamos de aplicar la Ley de Plástico y reducir el uso de los envases descartables a efectos de que se usen los que proceden de la melaza de azúcar o de cartón reciclado que bien funciona e, incluso, son más saludables”, recalca el ministro del Ambiente.
Por ejemplo, explica, en los envases que provienen de polímeros, al servir un café en un tecnopor automáticamente esta materia empieza a sufrir cambios químicos, físicos y segrega una partícula de petróleo, lo cual es muy lesivo.
“Por eso, no solo es un tema de comportamiento ambiental y cuidado del planeta, sino también este asunto incide en la salud humana”, puntualiza.
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(FIN) DOP/RES
Publicado: 1/11/2021