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García Montero: “El mestizaje es un motor de nuestro idioma”

García Montero: “El mestizaje es un motor de nuestro idioma”.

García Montero: “El mestizaje es un motor de nuestro idioma”.

13:07 | Lima, abr. 11.

Por José Vadillo Vila

En el 2023, el Perú será sede del Congreso Internacional de la Lengua Española. El director del Instituto Cervantes habla sobre la relación del español con las lenguas nativas, las nuevas tecnologías y los negocios.

El poeta Luis García Montero ha dejado los versos en las páginas de sus 11 poemarios y su cátedra, en la Universidad de Granada. El director del Instituto Cervantes llegó al Perú para coordinar lo que será el IX Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE), que se desarrollará en marzo del 2023 en Arequipa. 

La semana pasada se reunió con las autoridades locales y regionales de Arequipa. Y en Lima, con los diplomáticos de la Cancillería encargados de la organización del principal evento académico de nuestra lengua a escala mundial.

Calcula que para junio los representantes del Instituto Cervantes y la Real Academia Española (RAE) vendrán al Perú para anunciar el programa oficial, las matriculaciones y convocatorias.

García Montero señala que el español es una “lengua madre”, enriquecida en su relación con las lenguas nativas. A la vez, es una “lengua universal”, que entienden más de 500 millones de hispanohablantes, comenta el académico.

–El CILE 2023, en Arequipa, tendrá por eje el tema del mestizaje.

Nos interesa el mestizaje como concepto. Habla del entendimiento entre culturas, de las identidades abiertas. El mestizaje es un motor de nuestro idioma. Desde que surgió el español, en la península, entraron 4,000 palabras del árabe, y cuando llegó a América se puso en contacto con diversas lenguas indígenas.

En su primer viaje a América, Cristóbal Colón utilizó la palabra “canoa”, de origen taíno. Inspirados en este hecho, en el 2020 nació Canoa, la primera red panhispánica para internacionalizar la cultura en español, gracias a la alianza del Cervantes con el Instituto Inca Garcilaso (Perú), el Instituto Caro y Cuervo (Colombia) y la Universidad Autónoma de México, la Unam.

–¿Cuánto ha afectado la pandemia en la difusión del idioma español a escala mundial?

Nos puso en una situación difícil. En primer lugar, la preocupación por los recursos humanos: no es lo mismo afrontar una situación sanitaria en Nueva Delhi que en Londres o Argel. Después, hemos tenido que apostar por una transformación tecnológica muy fuerte. En estos dos años, hemos colgado todas las actividades culturales en la red y pasamos de tener medio millón de participantes a dos millones y medio.

–¿Y cómo ha avanzado la certificación del español, que impulsa el instituto, en esta coyuntura?

La certificación se ha visto muy afectada. Con las universidades de Buenos Aires y la de Salamanca y la Unam, hemos ensayado exámenes digitales para el certificado SIELE (Servicio Internacional de Evaluación de la Lengua Española). Compartimos con muchas universidades el trabajo de acreditación del conocimiento y la enseñanza del español. En el Perú, la Universidad Ricardo Palma es el punto de referencia respecto a la enseñanza del español como lengua extranjera.

–Otro reto del idioma está frente a las terminologías tecnológicas que provienen del inglés.

El idioma español es tan fuerte que integra con naturalidad las palabras que hacen falta. Hay otras que entran por modas, y acaban desapareciendo. En las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial, el patrón anglosajón a la hora de programar el lenguaje de las máquinas, y puede generar un canon. A nosotros nos interesa que el español se convierta también en una lengua de tecnología y ciencia, que no sea solo la lengua de Vallejo o de Cervantes.

–El año pasado, el cronista argentino Martín Caparrós usó “Ñamérica” para llamar a los países hispanohablantes de América.

El ensayo de Caparrós tiene una reflexión de la realidad social latinoamericana y de los cambios culturales. Llega a plantear que la transformación digital de nuestra cultura es tan fuerte como cuando la cultura urbana sustituyó a la cultura rural. Del mismo modo, se generaron muchas oportunidades, pero también mucha pobreza. Con la cultura digital haríamos bien para aprovechar las cosas buenas y tener cuidado de renunciar a cosas que merecen defenderse o conservarse.

–Otro término clásico es el de “territorio de la Mancha”, que acuñó el mexicano Carlos Fuentes.

Es un bonito homenaje a El Quijote, como la novela que inventó la literatura moderna y la mirada libre de Miguel de Cervantes. Apostar por el español es muy importante: los estudios económicos demuestran que en los países que hablan el mismo idioma los tratos comerciales son más fáciles y se multiplican por cuatro. Y las inversiones se multiplican por siete.

–En Hispanoamérica vemos muy aparte a Brasil.

Una conciencia iberoamericana que reconozca la hermandad hispánica e iberoamericana entre el español y el portugués multiplicaría nuestra población de 500 millones a 850 millones de hablantes nativos. Nos daría un papel más fuerte en el panorama internacional y con un poco de esfuerzo portugueses, brasileños e hispanoamericanos podemos entendernos y crear una comunidad en el mundo.

– En su discurso, al recibir el doctorado honoris causa de la URP, usted habló del “poeta mendigo” haciendo un símil con Ricardo Palma, nuestro “bibliotecario mendigo”.

Es un homenaje a Ricardo Palma, quien quería construir su biblioteca y pedía libros porque creía en una apuesta civilizatoria. Los que nos dedicamos a la educación y la cultura tenemos ese compromiso. Como poeta y profesor, soy un mendigo de una cultura que nos enseñe a reflexionar. (El poeta mexicano) José Emilio Pacheco decía que el amor es una enfermedad en un mundo como hoy, donde lo normal es el odio. Es verdad.

–¿Qué nos brindan el idioma y las identidades frente al odio, el racismo?

Me gustan las identidades abiertas, que permiten enriquecer en el diálogo con el otro. Y la cultura desempeña una labor fundamental. El respeto a la Declaración Universal de los Derechos Humanos no es cosa de poetas, es de la política y el compromiso social de nuestras instituciones.

Relación con el Perú


García Montero ha realizado varios viajes al Perú para participar en actividades culturales o acompañando a su esposa, la desaparecida narradora Almudena Grandes. “Pero mi primera relación fue la relación literaria. Como profesor, cuando he tenido que explicar al Inca Garcilaso de la Vega; o como lector, cuando me he deslumbrado leyendo a Vallejo; la poesía fluye y ahí tenemos a Marco Martos, José Watanabe, mujeres y hombres que leo con admiración. Y en la narrativa me ocurre lo mismo. Para mí leer Conversación en La catedral o La ciudad y los perros, de Vargas Llosa, fue entrar en la vida peruana, como lo fue leer Un mundo para Julius, de Alfredo Bryce Echenique”.
 

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(FIN) DOP/CFS


Publicado: 11/4/2022