A más de 400 kilómetros sobre la Tierra, y a velocidad hipersónica, la astronauta de la NASA Nichole Ayers fue testigo de un fenómeno tan fugaz como espectacular: una gigantesca chispa azul con destellos rojos emergiendo desde una tormenta. La imagen, captada desde la Estación Espacial Internacional, muestra uno de los eventos atmosféricos más raros del planeta: los Eventos Luminosos Transitorios (TLEs, por sus siglas en inglés).
Este tipo de descargas eléctricas ocurre en las capas altas de la atmósfera, entre los 40 y 80 kilómetros de altitud, por encima de las nubes, lo que las hace casi invisibles desde la superficie terrestre. Desde el espacio, sin embargo, estos “rayos espaciales” revelan un espectáculo impresionante.
En la imagen registrada por Ayers, se observa un
rayo azul —conocido como blue jet— que se propaga hacia el espacio, seguido de tentáculos rojos que se extienden como ramas eléctricas a través del cielo. Según la
Agencia Espacial Europea (ESA), todo ocurrió en menos de un segundo, pero fue suficiente para dejar una marca histórica en la observación climática desde el espacio.
Aunque se conocen desde hace décadas, este tipo de fenómenos han sido documentados con claridad solo recientemente. En 2015, el astronauta de la ESA Andreas Mogensen fue el primero en capturar un rayo azul pulsante desde el espacio, abriendo una nueva etapa en el estudio de la actividad eléctrica en la cima de las tormentas.
En 2024, otro hito fue registrado por la astronauta de la
NASA Jeanette Epps, quien filmó un rayo gigante pulsante con destellos azules y rojos sobre una tormenta en Australia. Utilizando una cámara de alta resolución configurada para video en cámara lenta, logró capturar el fenómeno en toda su magnitud desde órbita.
Estas observaciones forman parte del experimento Thor-Davis, una colaboración entre la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Universidad Técnica de Dinamarca (DTU). El proyecto busca entender cómo los rayos en la atmósfera superior podrían influir en la química del aire y, potencialmente, en los gases de efecto invernadero.
Aunque los rayos impactan la atmósfera terrestre casi cada segundo, sus efectos completos aún son poco conocidos. Por eso, capturar imágenes de estos eventos luminosos transitorios desde el espacio representa un avance crucial para los científicos que estudian el clima y el sistema eléctrico de nuestro planeta.
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Publicado: 30/12/2025