Andina

FMI plantea reformas económicas estructurales

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10:00 | Lima, abr. 10.

Se prevé que el crecimiento mundial se mantenga respecto al 3% durante los próximos cinco años, la proyección de expansión a mediano plazo más baja desde 1990, muy inferior al promedio del 3.8% de los últimos 20 años. Con ello, será aún más difícil reducir la pobreza, curar las cicatrices económicas de la crisis del covid-19 y ofrecer nuevas y mejores oportunidades para todos, sostiene la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva.

De acuerdo con un informe del suplemento Económika del Diario Oficial El Peruano, dijo que para subir esta colina es necesario cambiar drásticamente los pasos que damos.

Uno de esos pasos supone impulsar la productividad y el potencial de crecimiento mediante reformas estructurales, acelerar la revolución digital, mejorar el entorno empresarial y aumentar el capital humano y la inclusión, asegura. 

“Tan solo con cerrar la brecha de participación de las mujeres en la fuerza laboral podríamos aumentar el producto económico en un promedio de 35% en los países con una mayor desigualdad de género”, agrega.

Nuevas oportunidades

Opina que también es necesario “cambiar los pasos ambientales” que damos para proteger nuestro planeta y crear nuevas oportunidades económicas. “Nuestro objetivo colectivo de cumplir el Acuerdo de París y mejorar la resiliencia exigirá reencauzar billones de dólares hacia proyectos verdes. Se necesita aproximadamente un billón al año solo para energías renovables, lo que redundará en beneficios en términos de crecimiento y puestos de trabajo”.


Asevera que se requiere cambiar de estrategia para fomentar la cooperación internacional, a fin de reducir el impacto de la fragmentación económica y las tensiones geopolíticas, en especial en lo que respecta a la invasión rusa a Ucrania. 

“Esta calamidad, que mata a personas inocentes y agrava la crisis del costo de vida y el hambre en todo el mundo, podría acabar con el dividendo de la paz del que hemos disfrutado durante los tres últimos decenios, aumentando las fricciones en el comercio y las finanzas”, enfatiza.


El costo a largo plazo de la fragmentación comercial podría ser del 7% del producto bruto interno (PBI) mundial, lo cual equivaldría más o menos al producto anual combinado de Alemania y Japón. Si a ello le suma el desacoplamiento tecnológico, algunos países podrían registrar pérdidas de hasta un 12% del PBI.

La fragmentación de los flujos de capital, incluida la inversión extranjera directa, sería otro golpe para las perspectivas de crecimiento mundial. Puede ser difícil cuantificar la suma de las pérdidas de todos los canales, pero no hay duda de que van en la dirección equivocada, menciona.

“Pero las cosas no tienen por qué ser así. Los países pueden proteger su seguridad económica y nacional manteniendo el comercio y siendo pragmáticos al reforzar las cadenas de suministro. Según estudios del FMI, la diversificación de las cadenas de suministro puede reducir a la mitad las posibles pérdidas económicas por perturbaciones en el suministro.

Por lo tanto, afirmó que dar estos pasos de cambio será fundamental para lograr que la economía mundial sea más pujante y para crear mejores oportunidades para todos. “Pero para muchos países vulnerables, esto no será posible sin más apoyo”.

Inflación

Por otro lado, Georgieva enfatiza que no puede haber crecimiento sólido sin estabilidad de precios, ni tampoco sin estabilidad financiera, dos ámbitos a los que las autoridades tienen que prestar atención actualmente.

Aunque los bancos centrales incrementaron las tasas de interés con la mayor celeridad y sincronización vistas en décadas, la inflación subyacente se ha mantenido en niveles persistentemente elevados, en parte debido a la escasa oferta de mano de obra en muchos países.


Al mismo tiempo, la lucha contra la inflación se tornó más compleja, debido a las recientes tensiones en el sector bancario de Estados Unidos y Suiza, lo cual nos recuerda cuán difícil es pasar con rapidez de un período prolongado de tasas de interés bajas y abundante liquidez a otro con tasas mucho más elevadas y menor liquidez.

Esta situación puso de relieve deficiencias en la gestión del riesgo en algunos bancos y lagunas en la supervisión, pero también ha mostrado los considerables avances del sector bancario desde la crisis financiera mundial del 2008.

“Hoy en día, los bancos son, en general, más fuertes y resilientes, y las autoridades han actuado de manera sumamente rápida y amplia en las últimas semanas. No obstante, todavía preocupan las vulnerabilidades que podrían estar ocultas, no solo en los bancos, sino también en las instituciones financieras no bancarias; no es el momento de cruzarnos de brazos”, enfatizó.

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(FIN) DOP/VLA
JRA

Publicado: 10/4/2023