Hoy se celebra la Fiesta de las Cruces en varias provincias del Perú, donde se expresa en tradiciones y costumbres rebosantes en fervor cristiano y sincretismo cultural. En el Cusco se celebró, en la víspera, el homenaje a la “Cruz Velacuy” o “Velación de la cruz”, uno de los actos centrales en los que se divide esta festividad que identifica a los cusqueños.
Esta festividad se remonta a los inicios de la evangelización cristiana con la conquista española y adquirió en las diversas regiones un sentido de identidad y protección, teniendo a la imagen de la cruz y del propio Jesús como símbolos máximos de la fe y la devoción de los pueblos hacia Dios y su hijo, el redentor.
El sincretismo cultural se produjo al coincidir esta celebración con el culto ancestral a la constelación de la cruz del sur, que el 3 de mayo adquiere la forma de cruz perfecta e indica, según los conocimientos astronómicos incas, como iba a comportarse el siguiente año agrícola.
La celebración de la Cruz Velacuy se inició en las zonas rurales y luego se expandió a las zonas urbanas con las migraciones internas. En la ciudad de Cusco se hizo popular después del terremoto de 1950, adquiriendo una importancia creciente hasta consolidarse como una de las solemnidades más importantes del calendario festivo cusqueño.
Existen dos tipos de cruces a las que se rinde homenaje en la Cruz Velacuy: las movibles y las fijas o inamovibles. Las movibles están hechas de madera y pueden ser transportadas en procesión hacia diversos lugares.
Las inamovibles o fijas están labradas de piedra o construidas con concreto y se encuentran cerca de las iglesias. Al no poder ser transportadas, el homenaje se desarrolla en el mismo sitio donde se localizan estas cruces.
Ambos tipos de cruces son adornadas especialmente para esta festividad con mantos de tela de colores, principalmente rojo, morado y amarillo por ser solemnes, y bordadas con hilos de pan de oro con diseños de calices, hostias, palomas, ramas de olivo y flores que acompañan a una escultura del rostro de Jesús hecha en madera o metal, colocada en la intersección de la cruz. Al pie de la cruz se colocan frondosos y coloridos arreglos florales, así como cirios de gran tamaño que se serán encendidos por la noche.
La celebración de la cruz normalmente tiene un mayordomo o carguyoq, voluntario que organiza y financia la mayor parte de los gastos, y en cuya vivienda se levantara un altar para la cruz.
La celebración de la Cruz Velacuy se inicia el 2 de mayo, con la “bajada” o traslado de las cruces móviles desde el santuario donde residen, ubicado en muchos casos en la cima de un cerro o montaña, hasta el altar erigido en el frontis de la vivienda del carguyoc, en la ciudad. Al llegar allí la cruz es recibida con honores y algarabía por los fieles y el propio mayordomo.
Por la noche se desarrolla la velada u homenaje con velas a la cruz con un conjunto de cirios que son encendidas por el mayordomo, autoridades invitadas como el alcalde o la alcaldesa, sus regidores y parte de los fieles participantes en el homenaje, quienes a su vez portan velas pequeñas durante la ceremonia.
Tras una paraliturgia a cargo de un sacerdote presente en la ceremonia y las palabras de agradecimiento de parte del carguyoc y las autoridades invitadas, se dedican unas oraciones a la cruz para agradecer su bendición y protección.
A continuación, el mayordomo y sus colaboradores ofrecen un compartir a los participantes con comida típica -generalmente caldo de gallina o cordero- y se brinda con ponche. Esta celebración es amenizada con danzas y música tradicional con participación de todos los asistentes, prolongándose en ciertos casos hasta el amanecer.
Cruz Velacuy 2022
En la celebración de la Cruz Velacuy realizada anoche en la ciudad de Cusco, se rindió homenaje a la Cruz de la Calle del Medio, ubicada a un costado y pocos metros de la plaza de Armas de la Ciudad Imperial. La actividad fue organizada por la Gerencia de Turismo, Cultura Educación y Deporte de la Municipalidad Provincial de Cusco y por la Empresa Municipal de Festejos de Cusco (Emufec).
En esta celebración participó el alcalde provincial de Cusco, Víctor Boluarte Medina, quien resaltó la importancia de esta festividad y sostuvo que estas costumbres fortalecen la fe y la identidad de los cusqueños.
Acompañado por sus regidores, el burgomaestre portó una de las velas con las que, a su vez, los presentes encendieron los cirios colocados al pie de la cruz en el acto central conocido como velación.
Otras zonas de la Ciudad Imperial donde se rinde homenaje a la cruz son la Plazoleta San Cristóbal, la iglesia del Triunfo, de los templos de San Francisco, de Santo Domingo, entre otras.
Fiesta de las Cruces
Hoy 3 de mayo es el día principal de la Fiesta de las Cruces y por ello cada cruz homenajeada es ataviada con nuevos adornos y se celebra una "misa de fiesta" en la iglesia más próxima a la cruz. Las cruces movibles son llevadas en procesión, acompañada de músicos que entonan melodías solemnes y ejecutantes de danzas típicas como los “pablitos”, hasta el templo católico para que participe de la acción litúrgica.
Al término de la misa, la cruz retorna a la vivienda del carguyoq donde es colocada una vez más en su altar. A continuación, el mayordomo y sus colaboradores ofrecen un almuerzo de fiesta y por la tarde la algarabía continúa hasta altas horas de la noche.
Al día siguiente, 4 de mayo, se lleva a cabo el "kacharpari" o fiesta de despedida. Por la mañana se celebra la "misa de despedida" y por la tarde la cruz movible es trasladada por los feligreses hasta su santuario, donde permanecerá hasta el siguiente año. La celebración culmina con impresionantes fuegos artificiales lanzados desde la cima del cerro y que iluminan de colores el cielo nocturno.
(FIN) LZD/MAO