Desde tempranas horas se realizó el acondicionamiento de pantallas gigantes que permitieron a los fieles seguir la ceremonia en tiempo real.
La música festiva de la marinera resonaba en el aire, creando una atmósfera de alegría y expectativa.
Desde muy temprano, numerosos fieles y representantes de diferentes ámbitos se conectaron para acompañar la noche especial, en la que se elevó una oración de acción de gracias por el sumo pontífice, un líder que, según palabras del Obispo de Chiclayo, monseñor Edinson Farfán, es un pastor según el corazón de Cristo, con una fuerza que solo la concede el Señor.
Durante el evento, los asistentes interrumpieron en varias ocasiones con aplausos y vítores, rindiendo homenaje al papa León XIV, conocido por su intensa labor pastoral y misionera en la región Lambayeque.

Asimismo, con el prendido de sus velas extendieron sus oraciones por el pontificado del líder de la iglesia católica.
En su intervención monseñor Edinson Farfán resaltó que es esencial intensificar nuestras oraciones por el papa y fortalecer los lazos entre las instituciones eclesiásticas.

También destacó que se deben promover iniciativas que beneficien a nuestra comunidad, como la promoción vocacional y el diálogo interinstitucional.
Asimismo, el compromiso de la comunidad se evidenció en cada gesto de unidad y fe, reafirmando que esta vigilia es solo el comienzo de una nueva etapa llena de bendiciones espirituales.
El acto estuvo marcado por un profundo sentido de unidad y esperanza, en el que se recordó la figura del obispo emérito monseñor Roberto Prevost Martínez, quien aprendió a ser un discípulo fiel y misionero de Jesucristo, ejemplo que invita a todos a seguir en la construcción de una comunidad basada en el amor y la fraternidad.
Durante la vigilia de oración liderada por el Obispo de la Diócesis de Chiclayo, monseñor Farfán Martínez junto a un grupo de sacerdotes- se hizo un especial llamado a las autoridades nacionales y regionales a seguir promoviendo la justicia y la paz, valores fundamentales para el desarrollo de la sociedad.

En un momento de silencio y reflexión, se invitó a los presentes a profundizar en el mensaje del evangelio del día, que nos llama a amar con un amor de ágape, a salir de uno mismo para servir y construir un proyecto común que abrace la justicia y la fraternidad universal.
La autoridad eclesiástica recordó que Chiclayo, una ciudad que ha demostrado ser un pueblo fiel y generoso, fue reconocida por su papel en acompañar y apoyar a su obispo Roberto y a la Iglesia en general. El papa León XIV expresó su gratitud por la calidez y entrega del pueblo chiclayano, destacando que en esta tierra ha visto el rostro de Dios y de Cristo reflejado en su gente.
El acto también sirvió para recordar que la región de Lambayeque, junto con Cajamarca, Piura y Trujillo, son lugares donde el legado del papa León XIV sigue vivo, y donde la visita de peregrinos y devotos será un momento de encuentro y fe.
Finalmente, se hizo un llamado a caminar juntos, en comunión y diálogo, para lograr grandes proyectos que beneficien a toda la comunidad. “Como nos recuerda el Papa Francisco, la construcción de consensos y la escucha activa son esenciales para avanzar en la misión de la Iglesia y de nuestras instituciones, guiados siempre por el Espíritu Santo”, remarcó monseñor Farfán.
Esta vigilia fue un momento de esperanza y fe que reafirmó el compromiso de Chiclayo con su fe y su historia, y su disposición a seguir siendo una comunidad que vive y comparte el amor de Cristo en cada acción.