Al menos 20 minutos diarios es el tiempo que la familia debería permanecer reunida con la finalidad de crear un espacio de dialogo y protección, en el que los hijos se sientan con total libertad de expresar sus sentimientos y preocupaciones con sus padres.
Así lo consideró el psicoterapeuta Manuel Saravia al señalar que este espacio debe convertirse en una rutina familiar, quizás a la hora del almuerzo o la cena, donde se eviten las interrupciones de los aparatos electrónicos.
En entrevista a con la
agencia Andina a propósito del
Día del Padre, Saravia consideró que durante la pandemia los padres e hijos han pasado muchas horas juntos en casa juntos, de forma física, pero no han sido capaces de construir lazos entre ellos debido al teletrabajo u otras ocupaciones, lo cual los mantuvo emocionalmente distantes. Sin embargo, apuntó, es momento de aprender a administrar mejor el tiempo y entablar
asertivas relaciones familiares.
Saravia también dijo que es necesario poner límites a los hijos en cuanto al uso de las computadoras, las videollamadas y las redes sociales porque muchas veces estas herramientas tecnológicas distancian más a la familia.
Para el psicoterapeuta, el rol parental es preparar a los hijos para la vida, ofrecerles la información objetiva de las cosas que les permita construir su propio plan de vida y que el padre también sea capaz de compartir su experiencia y errores con sus hijos.
Más adelante, destacó la figura de los padres que hoy cambian pañales, cocinan o realizan quehaceres domésticos. "Ya no se ve la presencia del padre proveedor que estaba todo el día fuera de casa, sino al contrario, son capaces de estar presente el mayor tiempo posible con sus hijos, ayudándolos, por ejemplo, en las tareas escolares".
Validar las emociones y sentimientos de los hijos es uno de los objetivos que el padre debe perseguir, añadió Saravia. "Hay que aprender a escucharlos con empatía, colocándose en el lugar del niño o adolescente porque cuando sentimos que menos lo merecen, es cuando más nos necesitan como padres".
El psicoterapeuta valoró el rol de los papás sin hijos biológicos -como tíos, padrinos y abuelos- que ejercen ese rol parental de acompañamiento y de soporte emocional en la vida de los niños y adolescentes; igualmente destacó el papel de aquellas mujeres que son padres y madres para sus hijos.