La región Cusco registra un incremento del 45 % en la población de vicuñas protegidas y resguardadas por comunidades altoandinas, según reportó el V Censo Nacional de Vicuñas, realizado entre setiembre y octubre de este año por el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor).
Robert Camero Villasante, administrador técnico de Serfor en Cusco, confirmó a la Agencia Andina que en el censo del 2012 esta región llegó a tener 17,833 ejemplares, y unas décadas atrás estaba en peligro de extinción; sin embargo, ahora se tienen 25,826 ejemplares, y el panorama con esta emblemática especie es cada vez más promisorio.
El funcionario, que participó recientemente del Seminario “Manejo y conservación de la vicuña: avances y perspectivas”, por el Día Nacional de la Vicuña desarrollado en el Paraninfo Universitario de Cusco, destacó incluso que ahora hay 16 nuevos distritos más donde aparece la vicuña.
Uno de los factores para esta repoblación, aunque parezca extraño, fue el cambio climático (que afecta al mundo), que, al reducir las lluvias, los alimentos como el pasto, hizo que las vicuñas que viven en ‘silvestría’ “roten de un lado a otro” buscando nuevos espacios, a esto se suma la afectación por los incendios forestales.
“Un segundo motivo es que nosotros autorizamos el repoblamiento, es decir provincias como Canchis donde hay exceso de vicuña por área es repoblada a otro distrito con autorización”, explicó.

Camero Villasante, afirma que en la actualidad hay 60 autorizaciones de Derecho Manejo a 60 comunidades, con la probabilidad de incremento, de 80 a cien más, bajo el objetivo de proteger a la vicuña, como se ha estado haciendo.
“Uno es proteger las vicuñas, que no haya caza furtiva y segundo beneficiar a más comunidades para que aprovechen mejor la fibra y tengan mejor ingreso (económico) las familias”, especificó.
“Vicuña esquilada, vicuña salvada”
Uno de los problemas que las comunidades dedicadas a la protección, conservación y resguardo de vicuñas, han sabido erradicar, es precisamente la caza furtiva, que hasta hace una década era común y las evidencias saltaban a la vista por denuncias de hallazgo de vicuñas diezmadas.

Para tenerlos vivos y lograr beneficios, desde Serfor, reiteran la importancia de los derechos de manejo, de esa manera hay cada vez más vicuñas, y hasta se promueven cercos con mallas para la crianza en semicautiverio, áreas que llegan hasta las mil hectáreas.
Media tonelada, rentabilidad y futuro
El incremento de vicuñas, según el responsable, permite obtener más fibra en cada campaña de chaku o esquilas promovidas por el Gobierno Regional del Cusco y comunidades, que, de acuerdo a estadísticas en el 2024 se logró 581 kilos y hasta hace unos meses se llegó ya a los 564 kilos. Cabe mencionar que un 10% de las vicuñas no llegan a las campañas de esquilas “logran escapar, no se logra juntar a la totalidad, por la lejanía”, explica y considera que es necesaria la organización.
Asimismo, dijo, que el kilo en bruto de la fibra de vicuña, llega a costar 305 dólares, aunque este año tendría un costo de 320 dólares, precio que lo definirá la Asolación de Comunidades Campesinas, Criadoras de la Región Cusco (Acrivirc).

Cusco, según menciona, no solo debería producir la fibra como tal, sino apuntar, con el apoyo de los gobiernos, nacional, regional y local a la transformación reflejada en prendas de vestir, lo cual sería mucho más rentable.
“Un sombrerito de vicuña que lleva 150 gramos de fibra en Cusco cuesta 2 mil soles, llevándolo a Lima, tratando de exportarlo, cuesta 2 mil dólares, una chompita de casi un kilo cuesta 6 mil dólares. Yo mil veces prefiero venderlo transformado a venderlo como materia prima en kilos”, anhela.
Para trascender y mejorar la economía de las comunidades, desde Serfor Cusco aseguran que continúan con la función de otorgar derechos de manejo a más asociaciones, constantes supervisiones y capacitaciones, y conceder permisos para la transformación de la fibra y exportarlos bajo la Marca Perú.

“Capacitamos, orientamos, brindamos asistencia técnica, hay 60 derechos de manejo otorgados para 5,300 familias, un 15% ya están haciendo la transformación, ocho organizaciones ya transforman, pero se necesita más recursos”, explicaba, en referencia que se necesita más apoyo de las instancias del gobierno.
“Se producen sombreros, chalinas, bolsas, apoyamos a los productores en el valor agregado, en llevarlos a ferias de Lima, y hay la posibilidad de llevarlos a ferias internacionales”, agregó.
Urubamba y las vicuñas
En el Perú hay 350 mil vicuñas, en el 2012 se contabilizaron 208 mil, y la región Cusco según las cifras, está ubicado en el sétimo lugar, el primero gracias a su topografía es Arequipa, seguido de Ayacucho, Puno, Huancavelica, Apurímac y Junín. Los mamíferos se adaptan a los 4 mil metros sobre el nivel del mar y naturalmente están en espacios llanos.
En esta región, pese a la variabilidad de su geografía, por lo general montañosa, las vicuñas viven en Anta, Paucartambo, Quispicanchi, Canas, Espinar, Canchis, Acomayo, Paruro y Chumbivilcas, y después del último censo se supo que ingresaron a Urubamba, la provincia que preserva y conserva Machu Picchu.
Si hace más de una década la población de este mamífero estaba en 9 distritos y 18 distritos, ahora al 2025 está en 10 provincias y 34 distritos.
Nuevo manual de chaccu de vicuñas
El aporte de la comunidad académica es imprescindible, en el reciente seminario participaron, especialistas, investigadores y representantes de entidades públicas, en la que se presentó “El Manual de Chakus de Vicuñas”.
Este documento técnico estandarizar criterios y buenas prácticas para la captura, esquila y liberación responsable, refuerza el enfoque de conservación y aprovechamiento sostenible que promueve el Estado.
El evento fue organizado por la Gerencia Regional de Agricultura del Cusco, Serfor, el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa), la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco (Unsaac), el Museo de Historia Natural Antonio Raimondi, y otras entidades.