En este marco, Senace destaca el apoyo significativo del Viceministerio de Interculturalidad del Ministerio de Cultura, a través del trabajo coordinado con su Dirección General de Derechos de los Pueblos Indígenas, como Secretaría Técnica del mencionado Grupo de Trabajo, lo cual permitió la complementación y el enriquecimiento del contenido de la guía.
De igual modo, se recibieron aportes importantes de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental y de distintas asociaciones civiles, organizaciones no gubernamentales, gremios empresariales, entidades públicas y público en general, durante la etapa de consulta pública.
Objetivos
Los objetivos específicos de este documento son orientar a los actores involucrados en la evaluación del impacto ambiental bajo competencia del Senace sobre las acciones de reconocimiento e implementación efectiva del enfoque intercultural durante la aplicación del derecho a la participación ciudadana y el desarrollo de sus mecanismos correspondientes.
Asimismo, busca garantizar un escenario de diálogo intercultural entre los actores que participan en la evaluación del impacto ambiental acerca del ejercicio de sus derechos y del acceso a oportunidades, de manera tal que se asegure un enriquecimiento mutuo para la toma de decisiones públicas.
También apunta a promover la participación ciudadana efectiva, teniendo en cuenta los patrones culturales particulares para evitar cualquier forma de discriminación y, por el contrario, fomentar la tolerancia, la buena fe y el respeto mutuo entre los actores.
Esta guía es un documento técnico-normativo referencial, flexible y orientador para los evaluadores del
Senace y para los titulares de los proyectos de inversión durante la aplicación de los mecanismos de participación ciudadana en los que se encuentre involucrada la participación de los pueblos indígenas u originarios, en el marco de la evaluación del impacto ambiental.
El Senace promueve la adopción de los lineamientos y las pautas contenidos en la presente guía con el propósito de fortalecer la participación ciudadana efectiva, garantizar la estandarización de los procedimientos y asegurar mejores niveles de relación entre los actores que participan en el marco de la evaluación del impacto ambiental.
Enfoque intercultural
La interculturalidad es un proceso de intercambio, diálogo y aprendizaje que busca generar relaciones de equidad entre diversos grupos étnico-culturales que comparten un espacio, a partir del reconocimiento y la valoración positiva de sus diferencias culturales.
Así, el enfoque intercultural implica que el Estado valore e incorpore las diferentes visiones, concepciones de bienestar y desarrollo de los diversos grupos étnico-culturales con el fin de generar servicios con pertinencia cultural; promover una ciudadanía intercultural basada en el diálogo; y atender de manera diferenciada a los pueblos indígenas u originarios.
Lineamientos para el enfoque intercultural
Los lineamientos considerados en la guía para el
enfoque intercultural son: eliminación de barreras de acceso; oralidad; bilingüismo; contenidos y medios culturalmente pertinentes; transparencia y buena fe.
Eliminación de barreras de acceso
Este lineamiento propone considerar en las convocatorias las limitaciones de desplazamiento; por ejemplo, para el caso de las áreas andinas la accesibilidad a los centros poblados es más factible mediante el uso de la vía terrestre.
La existencia de caminos con diversas condiciones de mantenimiento permite desarrollar las coordinaciones con mayor o menor facilidad. Para el caso amazónico, las principales vías de comunicación son los ríos por lo que los viajes suelen ser más largos, lentos y costosos.
Del mismo modo, plantea considerar la época de lluvias y la estacionalidad que marca la creciente y el estiaje de los ríos con el fin de facilitar la accesibilidad y el transporte de los pobladores andinos y amazónicos de un lugar a otro.
Asimismo, considerar la disponibilidad y la frecuencia de las salidas de las embarcaciones y los costos de transporte fluvial en el caso amazónico porque pueden ser factores determinantes en la participación ciudadana.
Recomienda también considerar el calendario de actividades locales productivas y festivas (épocas de siembra, cosecha o pesca, así como los momentos previos a festividades locales), dinámicas cotidianas de vida (por ejemplo, jornadas de trabajo) entre otros factores que puedan resultar en momentos poco oportunos para el desarrollo de procesos o actos de participación.
Las convocatorias deben respetar estas coyunturas para asegurar la mejor disponibilidad de tiempo de la población y no interferir en sus actividades culturales, rutinas u otras similares.
Por último, aconseja considerar, para evitar la brecha en la participación ciudadana y en el acceso a la información de las mujeres indígenas, estrategias para promover su participación; como convocatorias en espacios de socialización de mujeres indígenas, inclusión de sus organizaciones o establecimiento de ambientes de cuidado infantil en paralelo al desarrollo del mecanismo de participación ciudadana, entre otros.
Oralidad
Este lineamiento considerar en las comunicaciones que se realicen en el proceso de participación ciudadana, además de los medios escritos y formales, los medios orales.
Sugiere considerar el valor que puede reconocer un pueblo indígena a lo que pueda ser dicho (oralmente) por la autoridad o el titular en el proceso de participación ciudadana, con el fin de evitar afirmaciones ambiguas y orientar el discurso mediante el uso de frases efectivas respecto de los contenidos que se desean comunicar en el marco de la evaluación ambiental.
Del mismo modo, insta a considerar con especial cuidado la comunicación no verbal. Para ello, cuidar gestos, posturas corporales y movimientos durante el uso de la palabra por parte de los representantes; así como mantener una actitud permanente de respeto a través de la escucha activa y el control de emociones.
Un aspecto importante es considerar el uso de un tono de voz medio. Un tono de voz adecuado favorecerá el diálogo y contribuirá a generar empatía y confianza entre los participantes.
Bilingüísmo
En este lineamiento se debe considerar como buenas prácticas la participación de intérpretes y utilizar el Registro Nacional de Traductores e Intérpretes de Lenguas Indígenas u Originarias para promover el uso de las lenguas indígenas en la participación ciudadana.
También es importante considerar la capacitación previa al intérprete en los temas de evaluación del impacto ambiental. Un intérprete es clave en los procesos pues adapta los mensajes originales a la visión y a los códigos de razonamiento del público receptor, usando analogías culturalmente adecuadas.
Considerar la socialización de la presentación, los materiales de comunicación y el resumen ejecutivo previamente con el intérprete para una mejor comprensión de los contenidos de estos, es otro de las buenas prácticas recomendadas.
Asimismo, considerar el establecimiento de lineamientos a partir del proceso de traducción, o elaborar diccionarios básicos con la finalidad de ir sentando antecedentes conceptuales que ayuden a establecer criterios para posteriores relacionamientos.
Finalmente, propone considerar el uso de la Guía de Orientación de Pautas de Redacción, Formato y Marco Legal del Resumen Ejecutivo, y las Pautas para la elaboración de materiales de comunicación para la presentación de Resumen Ejecutivo del Estudio de Impacto Ambiental del Senace.
Contenidos culturalmente pertinentes
En este lineamiento se plantea considerar la posibilidad de prescindir de contenidos excesivamente complejos que puedan obstaculizar la efectividad de la participación ciudadana.
Igualmente, considerar la elaboración de herramientas que permitan que la transmisión de la información sea sucesiva en complejidad y cantidad; contemplar el diseño de materiales de apoyo comunicacional didácticos (utilización de imágenes o símbolos), dinámicos, simples y culturalmente pertinentes, pero sin comprometer el nivel ni la calidad de la información. Es necesario maximizar la oportunidad para incorporar elementos culturales que coadyuven a dar significado a los contenidos que se presenten.
Otra buena práctica recomendada es considerar el uso de medios audiovisuales, con énfasis en aquellas poblaciones que no tengan medios escritos; así como incluir, para el diseño de los recursos comunicacionales, a las personas con discapacidad. En este sentido, se debe contar con la asesoría profesional respectiva en la utilización de los instrumentos idóneos para que estas personas estén incluidas en el proceso de participación ciudadana.
Es clave considerar que no se omita información determinante para las poblaciones; por lo que se deberán incluir las referencias contenidas en la Base de Datos Oficial de Pueblos Indígenas u Originarios (BDPI) del Ministerio de Cultura y otras fuentes para comprender el contexto étnico-cultural del pueblo indígena involucrado en el proyecto de inversión.
Por último, considerar en los mecanismos de participación ciudadana aspectos didácticos que motiven al diálogo, procurando que este sea intercultural y dinámico; así como considerar el uso de elementos culturales-artísticos y escenográficos propios de sus experiencias con el ambiente que los rodea.
Transparencia y buena fe
En este lineamiento se aconseja considerar, en los diferentes espacios de participación, que la población identifique que los aportes que brindan durante el desarrollo del proceso se han tomado en cuenta en la evaluación para la generación de los documentos finales, lo cual es clave para contribuir a la legitimidad del proceso.
Considerar que antes del inicio del proceso de participación ciudadana se dé a conocer su objetivo para que la población tenga claro que la implementación de los mecanismos representa una oportunidad de obtener información relevante y valiosa sobre el proyecto de inversión, es otra de las recomendaciones propuestas en la guía del Senace.
(FIN) LZD/MAO