Otros cambios en la calidad de visión pueden deberse a modificaciones en la transparencia del cristalino o a cambios retinianos.
Según la especialista, existen determinadas enfermedades autoinmunes como la uveítis, que suelen ocasionar menos brotes durante el proceso de gestación y la lactancia.
“Estos cambios suelen ser transitorios y, en general, tras el embarazo y la lactancia se suele volver al estado anterior. No obstante, existen casos en los que estas alteraciones se convierten en algo permanente y algunas mamás necesitarán usar lentes o graduar las que tenían”, advirtió.
Asimismo, detalló que los cambios hormonales durante el periodo de gestación provocan que el ojo retenga más líquidos y aumente la presión intraocular, alterando la forma de la córnea, el cristalino y los vasos de la retina.
Precisó que esta situación puede provocar visión borrosa en algunas embarazadas que, generalmente, tiende a ser leve y desaparece con el tiempo.
Sin embargo, recomendó que, si la visión borrosa aumenta con el tiempo, es muy importante consultar de inmediato con un especialista para que determine si hay algún otro tipo de problema y cuál sería el tratamiento a seguir.
Otras de las enfermedades oculares relacionadas con el embarazo son la preeclampsia y la eclampsia, la cual puede tener como uno de sus efectos cambios en la visión, incluso pérdida temporal de la visión, visión de puntos o luces centelleantes, sensibilidad a la luz y visión borrosa.
Igualmente, otra de las enfermedades es la coriorretinopatía serosa central, la cual pueden padecer algunas mujeres embarazadas de forma aguda, provocando visión borrosa, percepción de una mancha central, líneas torcidas o problemas con la lectura.
La doctora Velazco indicó que también suelen presentarse trastornos vasculares oclusivos, donde se han observado algunos casos de alteraciones retinianas vasculares con pérdida de visión en ambos ojos en el periodo posparto inmediato, así como oclusiones de arterias y venas retinianas en algunas embarazadas.
Aunque hay una gran variedad de enfermedades que pueden tener cierta relación con el embarazo, la mayoría de ellas se resuelven durante el periodo posparto.
Su diagnóstico y tratamiento puede pasar por controlar los hallazgos benignos, derivar a la paciente a otro especialista o someterla a un tratamiento médico o quirúrgico. Por ello, se aconseja revisar la visión durante el embarazo, en especial en caso de enfermedad ocular preexistente.
Prevención
A continuación, conoce algunas rutinas para proteger tu salud ocular, si estás embarazada:
1. Protégete frente a agresiones ambientales y evita el contacto con determinados agentes contaminantes (contaminación industrial, agentes volátiles, humo del tabaco o agentes infecciosos).
2. Si utilizas lentes de contacto, procura limitar su uso y sustituirlas por gafas, al menos durante el periodo de gestación. El riesgo de una infección asociada a las lentillas es mucho mayor y más difícil de tratar durante el embarazo.
3. Si eres diabética, se recomienda tener un examen oftalmológico antes de la concepción para determinar el grado de severidad de base y ser evaluadas durante el primer, segundo y tercer trimestre del embarazo. ?
4. Mantén una buena higiene de manos. Tocarse la cara de manera inconsciente con las manos sucias puede infectar los ojos.
5. Deja que tus ojos descansen. Evita estar horas frente a un ordenador o el móvil sin descansar la vista para evitar la sequedad ocular o la irritación.