La psoriasis es una enfermedad crónica autoinmune que provoca que la piel se regenere a un ritmo más rápido de lo normal, propiciando la aparición de placas escamosas y manchas rojas que generan poca o moderada picazón en las zonas afectadas del cuerpo, que en la mayoría de casos, suelen ser los codos, rodillas y cuero cabelludo.
Uno de los factores más comunes que desencadenan esta enfermedad es el estrés y, debido a los continuos periodos de confinamiento que se han vivido durante el último año por la pandemia del covid-19, las consultas médicas relacionadas a esta enfermedad, correspondientes a nuevos pacientes, se han duplicado.
Celia Moisés, del servicio de Dermatología del Hospital Rebagliati, comenta que el hecho no poder realizar actividades al aire libre o no tener espacios de relajación debido al confinamiento, puede elevar los niveles de estrés y la aparición de esta patología.
“Un paciente genéticamente predispuesto puede empezar a padecer estas lesiones. En el hospital llevamos un promedio de 300 a 400 pacientes con psoriasis quienes son los más gravemente afectados y que necesitan tratamientos más intensos. Antes teníamos uno o dos nuevos pacientes al mes, ahora tenemos entre tres o cuatro nuevos ingresos, estamos duplicando los casos”, refirió.
Otros factores de riesgo para la aparición de la psoriasis son la propensión genética, ya que es una enfermedad que tiene muchos “locus genéticos” que están involucrados, así como también las infecciones virales y bacterianas que podrían ser un gatillo para las exacerbaciones.
Los primeros síntomas de la psoriasis a los que se les debe prestar atención son pequeñas descamaciones de una costra muy fina y casi sin volumen que presenta enrojecimiento y moderada picazón. Con el pasar de los días, estas excoriaciones se van engrosando, aumenta la sensación de picazón y se van expandiendo a otras partes del cuerpo.
“La psoriasis más común aparece en el cuero cabelludo, codos y rodillas, aunque hay formas de psoriasis que se presentan en las flexuras (ingles, axilas) del cuerpo, aunque son menos frecuentes y se conoce como psoriasis invertida. Otras formas de psoriasis son la guttata, que invade el tronco, pero con unas lesiones muy finas y la psoriasis pustular, que puede ocupar todo el cuerpo o solo plantas de los pies y las palmas de las manos”, señaló la especialista.
La mayoría de los casos de psoriasis requieren un tratamiento tópico para el cuidado adecuado de la piel y su humectación. Los corticoides, inhibidores de calcineurina, derivados de vitamina D, productos con urea, con ácido salicílico, todos en presentación tópica, ayudan a liberar el grosor de las descamaciones y minimizan las otras molestias de la enfermedad.
“Para el adecuado tratamiento de los pacientes con psoriasis, se les debe educar e informar acerca de su cronicidad. También es fundamental que conozcan el posible aumento o disminución de las irritaciones y los factores que las predisponen o desencadenan, indicó Moisés.
Asimismo, dijo que es clave que las personas con psoriasis sepan las opciones de vida saludables que ayudan a aliviarla o mejorarla, y también las alternativas personalizadas disponibles de tratamiento, como los tópicos, tratamientos sistémicos, fototerapia y fotoquimioterapia.
Los factores que se deben tener en cuenta para mantener bajo control esta enfermedad y minimizar los síntomas son:
• Seguir una alimentación saludable, rica en alimentos frescos, con un control adecuado de las grasas saturadas animales y con una presencia abundante de alimentos antioxidantes.
• Evitar al máximo los productos tóxicos (alcohol, tabaco y otras drogas).
• Evitar el estrés y aprender a convivir con la enfermedad son dos son factores importantes para el control de los brotes de psoriasis.
• Vigilar el sobrepeso.
• Evitar el uso de prendas muy ajustadas y los cambios bruscos de temperatura.
• Un breve periodo diario de exposición solar puede ser beneficioso, no obstante, se recomienda evitar la exposición solar entre las 12:00 y 16:00 horas
En cuanto a la higiene, se recomienda evitar geles o champús agresivos y el uso de esponjas en la limpieza personal. Se debe aplicar cremas hidratantes de manera habitual y revisar las heridas diariamente para constatar su evolución.
Moisés resaltó la importancia de tener un diagnóstico certero realizado por un especialista, evitando en todo momento la automedicación. Como elemento complementario al tratamiento, la especialista recomendó darle al paciente un adecuado soporte psicológico como medida para evitar la estigmatización.
En la actualidad, el servicio de Dermatología del Hospital Rebagliati atiende a los pacientes a través del Centro de Telemedicina y tiene abierta y habilitada el área de hospitalización en caso que algún paciente así lo requiera.