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En el Día del Padre: Historias de tres guerreros de la vacunación

ANDINA/Jhonel Rodríguez Robles

ANDINA/Jhonel Rodríguez Robles

09:28 | Lima, jun. 18.

Por José Vadillo

Historias de tres padres de familia del Ministerio de Salud, quienes trabajan para que el proceso de vacunación contra el covid-19 se realice con normalidad en los nueve distritos de la Diris Lima Norte.

David Sánchez



“Papá, ¿cuándo vas a tener tiempo libre?, ¿cuándo vas a jugar conmigo?”, le reclama el niño. Para cumplir con su labor como coordinador del equipo de inmunizaciones, el licenciado en enfermería David Sánchez Torres sale de su casa a las 4:30 de la madrugada y retorna a las 10 u 11 de la noche. Casi todo el tiempo deja y encuentra al niño, de 6 años, durmiendo.

Las pocas veces que lo encuentran despierto, sus papás le explican que estamos luchando contra la pandemia, protegiendo a los señores, que para que los niños vuelvan a salir nuevamente a jugar a las calles se debe salir de este virus. El niño permanece tranquilo con la explicación. Cuando hay tiempo libre, sus padres se dedican a jugar y conversar con él. La sonrisa dibujada en el rostro del niño es una fortaleza para seguir luchando.

David Sánchez es enfermero vacunador de la Dirección de Redes Integradas de Salud (Diris) Lima Norte. El año pasado fue parte del comando covid-19 y, desde enero, es el coordinador del equipo de inmunizaciones. A las cinco de la mañana ya está en las instalaciones del colegio José Granda, de San Martín de Porres, desde donde se envían las brigadas de vacunación anticovid-19 hacia los puntos de vacunación de 9 distritos de Lima.

“Hay días que manejamos 80 brigadas por jornada. Otros días podemos llegar hasta 127 brigadas en una sola jornada de vacunación”, cuenta el enfermero de 34 años de edad. Cada brigada está integrada por un médico, un enfermero y un técnico en enfermería.

El equipo de inmunizaciones debe realizar las programaciones, los centros de vacunación donde se distribuirán a las brigadas, el número de brigadas que se necesitarán para la jornada. Luego, salir y ver cómo se desarrolla el proceso de vacunación en los centros hasta las cuatro de la tarde, cuando la campaña de vacunación termina.

Entonces empieza otro trabajo. Se inicia la recepción de las vacunas y los reportes de vacunación, reportar si hubo alguna incidencia. Es un proceso largo que dura hasta las 7 de la noche. Recién a esa hora, el equipo arregla lo que será la jornada de vacunación del día siguiente.

“Es un trabajo agotador, pero, a la vez, reconfortante porque estamos protegiendo a nuestra población contra este virus que a veces nos arrebata a familiares y amigos”, comenta Sánchez, quien lleva 9 años de carrera y ha trabajado en la provincia de Huarochirí y Lima Norte. “La enfermería es una carrera muy humanitaria, de ayuda al prójimo”.

José Antonio Cruz



A su padre, Renelmo, no le gustó la idea cuando José Antonio Cruz, su hijo mayor, salió con eso de que postularía a ingeniería de sistemas y no a odontología, siguiendo la tradición familiar.

Cosas de la vida, hoy dos de sus hermanas son odontólogas como el paterfamilias y tanto él como su hermano, que es administrador, terminaron ligados al rubro de la salud. Eso sí es algo que le gusta a su papá cuando lo llama hasta Chiclayo, ya tienen para hablar sobre códigos y diagnósticos médicos.

José Antonio es limeño, pero se crió en la capital lambayecana donde llegó a trabajar su padre. A sus 45 años integra el equipo técnico de estadística de la Diris Lima Norte. Es decir, brinda la asistencia informativa sobre la gestión de datos, obtención y procesamiento de información y reportes para las diversas estrategias de esas dirección de salud.

Ahora, con la pandemia, tiene la importante función de obtener los reportes de los inmunizados por fecha y punto de vacunación; verificar el control de ingreso a los centros de vacunación por edades, por diagnósticos (enfermedades raras, primera o segunda dosis, etcétera), si la persona figura en el portal Pongo El Hombro y el portal del Minsa. Verificar el número de vacunas. Sacar una proyección de cómo programar por fechas o grupos etarios, que servirán a las brigadas. “Los informáticos somos los primeros en llegar a los puntos de vacunación y los últimos en retirarnos”.

De sus 13 años como profesional, es la segunda vez que trabaja en el rubro de salud y en el Estado. Tiene dos hijos, la mayor estudia psicología y el pequeño tiene 7.

Para José Antonio, el Día del Padre sigue teniendo su carga emotiva, aunque las celebraciones desde el año pasado ya no son las grandes celebraciones con todos los papás de su familia sino ahora por una sala en Zoom. Da un poco de tristeza, pero sabe que hay que cumplir el protocolo para proteger a todos.

Yhordy Villa

 
Yhordy Villa Nolasco también llega a su centro de trabajo, en la cadena de frío de la Diris Lima Norte, antes que el gallo afine la garganta. A las 5:30 horas está en su centro de labores en el distrito de Independencia.

Desde el inicio de la emergencia sanitaria, su trabajo demanda más. Debe de iniciar la jornada preparando los termos con las vacunas, chequeando la adecuada temperatura de las mismas e iniciando el proceso de entrega de vacunas, diluyentes, jeringas a los brigadistas que utilizarán en los punto de vacunación contra el covid-19, de acuerdo con las indicaciones de sus superiores.

Al final de la tarde espera el retorno de las brigadas, junto con su compañero en la cadena de frío reciben el material biológico que a veces retorna, y preparan las cantidades de vacunas que se necesitarán para el día siguiente. La jornada termina cuando se inicia la noche.

En enero, el técnico en enfermería de 27 años dio positivo al coronavirus y cumplió su aislamiento de 15 días. Es de San Lorenzo de Quinti, provincia de Huarochirí, e igual que su hermana estudió enfermería. Desde el 2018, Yhordy trabaja en la Diris Lima Norte siempre en el tema de la cadena de frío, responsable con la distribución de vacunas para la población en distintas campañas de salud para distintas edades.

Por sus responsabilidades, desde que empezó la pandemia no ha podido retornar a Huarochirí, pero siempre se comunica por teléfono con sus padres. Yhordy Villa es padre de dos niños, de 6 y 4 años, y cumple con rigurosidad los protocolos de bioseguridad al llegar del trabajo, inclusive cuando sale a la tienda de abarrotes, porque en todos los lugares estamos expuestos al covid-19, recuerda.

Su esposa es licenciada en enfermería y debe hacer guardias. A veces se cruzan en los horarios y no se ven. Es parte de la pasión de una familia dedicada a la salud.

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(FIN) JVV/RES

Publicado: 18/6/2021