Una tradición familiar la fue llevando por el camino del arte, la orfebrería y la creación de joyas de alto valor muy reconocidas en el mercado interno e internacional.
Hija de un reconocido artesano y orfebre, Marina Guzmán hizo estudios de Derecho y se graduó como tal. Sin embargo, por una serie de razones en la vida nunca llegó a ejercer, refiere en artículo publicado en el Suplemento Económika del Diario El Peruano.
Ella siempre sintió una gran atracción por los temas culturales, así que llevó una maestría de Gestión Cultural y Educación por el Arte, lo que también incluía el tema de restauración.
Esa inclinación se consolidó en el 2006 cuando recibió una propuesta para efectuar un trabajo de restauración. “Fue entonces que decidí embarcarme en ese proyecto y dedicarme a este rubro que me estaba apasionando”, señala la gerenta general de Marina Guzmán Diseños Peruanos.
Convocó a las personas necesarias para desarrollar en encargo asumido, que consistía en renovar las andas del Señor del Mar del Callao.
“El trabajo mismo de restaurar las andas del Señor del Mar del Callao me fue mostrando otras posibilidades de desarrollo profesional. Las piezas rotas tenías unas características que me indicaban que no se debían fundir y que se podían transformar en joyas únicas”, refiere.
Experiencia
Por las referencias que tenían de su padre, en el 2011 recibió una convocatoria similar para restaurar las andas del Altar de Todos los Santos de la Iglesia de Santo Domingo en el Centro de Lima, que incluía el manejo de láminas de plata. “Ya sabía más sobre el martillado, el uso de los pinceles y otros. Fue una experiencia gratificante”.
Entonces, empezó a elaborar joyas con los restos y productos que quedaban de los trabajos de restauración para los que ella era convocada. “Eran piezas muy pequeñas, me llamaban la atención las texturas, los colores y los acabados que se podían obtener con las láminas de plata”.
Comenzó elaborando aretes de plata con diseños lineales que eran bien recibidos por el mercado local. Por ello, decidió conocer más sobre el tema de las joyas, su historia y el proceso de fabricación, por lo que fundó su empresa en el 2013.
“Conocí el Museo de Minerales Andrés del Castillo, ubicado en el Centro de Lima, y fue una gran fuente de inspiración. Al visitar ese museo me di cuenta de la riqueza mineral que tiene nuestro país”, recuerda.
Empezó a instruirse en todo el proceso de elaboración de joyas, un mundo en el que comenzó a consolidarse por el mayor conocimiento adquirido. “Busqué exponer mis piezas, una primera colección inspirada en el trabajo de mi padre, hasta que llegó la oportunidad en Lima”.
Posteriormente, participó en dos exposiciones culturales en Arequipa, donde obtuvo buenos resultados. “Se trataba de una exposición venta donde presenté joyas de plata y de cobre. Se trataba de piezas únicas y de alto valor que eran bien recibidas por el mercado”.
Comercio electrónico
Si bien por tratarse de piezas artesanales de alto valor tenía una línea de producción limitada, decidió apostar por el comercio electrónico que le permitiría llevar sus productos más allá de nuestras fronteras.
Seleccionó un portal especializado mediante el cual podría vender sus joyas online y preparó una nueva colección inspirada en la historia peruana. “Desde el primer momento nos fue bien porque se reconocía el valor de nuestras piezas. El principal destino de nuestras piezas era los Estados Unidos”.
El nuevo reto de preparar una mayor colección fue asumido con sus ingresos propios obtenidos como diseñadora de modas.
El taller que había logrado establecer en la casa de sus padres tuvo que cerrar con la llegada de la pandemia. “Fueron tres a cuatro meses de para total, puesto que no teníamos los insumos necesarios para continuar. Pero el negocio online que ya habíamos comenzado nos dio buenas perspectivas comerciales”.
Los operarios que eran parte de su equipo de trabajo comenzaron a obtener materia prima y nuevamente tuvo que recurrir a recursos propios para utilizarlos como capital de trabajo.
Inesperadamente empezó a recibir una mayor demanda de aretes. “Las chicas se exponían en las videollamadas y una forma de variar la imagen era utilizando aretes diferentes en cada sesión”.
Así pasaron la pandemia, por lo que decidió contar con un punto de distribución de joyas local básicamente orientado a los turistas que nos visitan por convenciones internacionales.
“El objetivo ahora es ganar mercados con el diseño de nuevas joyas y con el mejor aprovechamiento de nuestras piedras preciosas. Que cada joya cuente una historia”, puntualiza.
Datos
- Guzmán considera que el Perú tiene gran potencial para incrementar sus exportaciones de joyas por la calidad de insumos que posee.
- El legado es el valor, la continuidad, la supervivencia de las técnicas ancestrales. “Somos los herederos y con nuestro oficio seguimos construyendo la identidad de nuestros pueblos”.
- Posicionar la vitrina joyera peruana requiere desarrollar una estrategia comercial y estilística a corto, mediano y largo plazo.
- Sugiere establecer una agenda de trabajo conjunta, con los consejeros comerciales y Promperú para lanzar la campaña ‘Perú Joyero-País Minero’.
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(FIN) DOP/SDD