Los ministros de Finanzas del G20 avanzaron este viernes sobre la posibilidad de llegar a un acuerdo internacional para imponer un impuesto a las multinacionales del sector digital, después de que Estados Unidos eliminara un obstáculo clave.
La nueva secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, anunció a sus homólogos del G20, reunidos por videoconferencia, que Washington renunciaba a una condición establecida a fines de 2019 por la precedente administración de Donald Trump, llamada "puerto seguro".
El "puerto seguro" equivalía a dar a los gigantes del sector digital la opción de aceptar el nuevo régimen fiscal de forma voluntaria o continuar con el sistema actual.
La propuesta es la de de aplicar un impuesto a las multinacionales del sector digital, entre ellas Amazon, Facebook y Google, las cuales durante mucho tiempo han sido acusadas de explotar las lagunas fiscales para favorecer sus facturas, particularmente aumentadas con la pandemia de coronavirus.
Negociaciones auspiciadas por la OCDE
Las negociaciones sobre el tema, celebradas bajo los auspicios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), llevaban mucho tiempo estancadas, debido a que Estados Unidos y la Unión Europea tenían posiciones opuestas.
Con la nueva línea de Estados Unidos se alivia notablemente el clima entre las partes y la posibilidad de llegar a un acuerdo en pocos meses sobre el tema.
El año pasado, los líderes del G20 fijaron como plazo para llegar a un acuerdo mediados del 2021.
Francia y Alemania estimaron este viernes factible alcanzar un acuerdo para el verano boreal después de la decisión de Estados Unidos.
El acuerdo está "al alcance de la mano, especialmente ahora que Estados Unidos ha confirmado que no aceptará" la controvertida disposición de "safe harbor" (puerto seguro), aseguró el ministro francés de Economía, Bruno Le Maire.
Su par alemán de Finanzas, Olaf Scholz, también celebró este viernes el "enorme paso adelante" de Estados Unidos, al levantar el principal obstáculo a un compromiso internacional sobre el impuesto digital.
Pandemia y recuperación
Los ministros de Finanzas y los banqueros centrales de los 20 países más ricos del mundo, se reunieron virtualmente, bajo la presidencia de Italia, para analizar los devastadores efectos de la pandemia, impulsar la recuperación económica mundial y mitigar los daños en los países empobrecidos, marginados además en la carrera por la vacuna.
"Está claro que con la nueva administración estadounidense será más fácil alcanzar un acuerdo" para aumentar la ayuda de los países necesitados, "pues el enfoque de Joe Biden sobre la cooperación internacional es mucho más abierto", explicó a la AFP Lucia Tajoli, profesora de Economía Internacional en la escuela de comercio Politecnico di Milano.
El jueves, Washington instó a los países del G20 a lanzar una verdadera campaña de vacunación mundial y coordinada.
"Sin un acceso a las vacunas, muchos países de bajos ingresos específicamente van a experimentar trágicas pérdidas de vidas y un retraso innecesario en su recuperación", señaló Yellen en una misiva dirigida a sus homólogos del G20.
¿Nuevas ayudas?
Yellen también se mostró dispuesta a discutir una nueva asignación de Derechos Especiales de Giro (DEG) del Fondo Monetario Internacional (FMI) para apoyar a los países en dificultades, adoptando nuevamente una visión opuesta de la administración Trump.
Varios países del G20, incluido Francia, abogan por un nuevo uso de este instrumento de financiación, que ya había demostrado su eficacia durante la crisis financiera de 2009.
El G20 decidió en abril pasado una moratoria en el pago de intereses de la deuda de los países más pobres y prorrogada en octubre hasta el 30 de junio de 2021. "Su impacto no fue tan grande como se esperaba", lamentó el presidente del Banco Mundial, David Malpass, en una entrevista al diario La Stampa publicada el viernes.
En noviembre, los ministros de Finanzas del G20 adoptaron un "marco común" para aliviar la deuda. Desde entonces, Chad, Zambia y Etiopía solicitaron una reestructuración de las suyas. Hasta la fecha, solo 46 países -de los 73 que pueden optar a ello- lograron que se difiriera su pago, de un monto total de 5,700 millones de dólares.
Diferencia en las inversiones
Un monto pequeño comparado con los casi 14 billones de dólares que se adjudicaron los países del G20 para promover sus economías, duramente golpeadas por la pandemia.
Aunque los mercados financieros han resistido relativamente bien a la crisis sanitaria, las tasas de préstamo han repuntado fuertemente desde febrero.
El Banco Central Europeo quiso tranquilar los ánimos este viernes. En caso de alza demasiado fuerte de las tasas, el BCE podría aumentar aún más su apoyo a la economía, dejó entender Isabel Schnabel, miembro de su directorio.
Los inversores temen que una recuperación no controlada de la economía mundial después de la pandemia provoque un aumento de la inflación.