El Estadio de Francia, que se apresta a celebrar el próximo año su cuarto de siglo de historia, se ha acostumbrado a las grandes citas, entre las que figuran dos finales de la Liga de Campeones, antes de que el próximo 28 de mayo sirva de escenario a la tercera.
Elegido por la UEFA para sustituir a San Petersburgo, apartado como represalia por la invasión rusa de Ucrania, el mayor estadio de Francia agregará otro jalón a su ya mítica historia, que en 2024 vivirá otro momento legendario cuando se convierta en el estadio olímpico de los Juegos de París.
En 2000 vio como el Real Madrid superaba al Valencia en la final de la Liga de Campeones y, seis años más tarde, asistió al triunfo del Barcelona en esta misma competición contra el Arsenal.
En mayo vivirá la sexta final de la máxima competición europea en suelo francés, porque el Parque de los Príncipes fue sede en 1956, en la primera edición de la Copa de Europa que acabó con victoria del Real Madrid contra el Stade de Reims; 1975, con triunfo del Bayern de Múnich frente al Leeds; y 1981, cuando el Liverpool superó al Madrid.
Históricos eventos
Sus gradas, capaces de acoger hasta a 80,000 espectadores en su configuración de fútbol, han vivido otros grandes eventos: la final del Mundial de 1998, la de la Eurocopa de 2016, la del Mundial de rugby de 2007 o los Mundiales de atletismo de 2003.
Antes de ser olímpico, al estadio de Francia le queda otro evento planetario: el Mundial de rugby de 2023.
Ningún club tiene fijada su sede en este inmenso estadio situado en el municipio de Saint-Denis, al norte de la capital francesa, por lo que sus puertas se abren para grandes citas.
Las selecciones francesas de fútbol y rugby tienen allí su sede predilecta y, de vez en cuando, sirve para albergar enormes conciertos. Solo las estrellas de gran repercusión pueden aspirar a llenar un recinto de esas características.
Madona, U2, Bruce Springsteen o los Rolling Stones, son algunos de los elegidos que han tocado en el lugar.
Inaugurado por Zidane
El Estadio de Francia fue inaugurado el 28 de enero de 1998 con un amistoso entre Francia y España que ganaron los locales con un gol de Zinedine Zidane.
Construido para albergar el Mundial de aquel año, vivió la apoteosis cuando los "bleus" se proclamaron campeones del mundo por vez primera en su historia.
Costó 364 millones de euros, fue diseñado por los arquitectos Michel Macary, Aymeric Zublena, Michel Regembal y Claude Costantini y su marca de identidad es el imponente techo volador que, pese a sus 500.000 toneladas de peso y 6 hectáreas de superficie, parece planear sobre el estadio.
Orgullo nacional, se hizo una encuesta popular para determinar su nombre y, de forma mayoritaria, los aficionados apostaron porque se llamara Michel Platini.
El entonces presidente del Comité Organizador del Mundial, sin embargo, rechazó la idea y pidió que se llamara Estadio de Francia, una opción poco apoyada por el público.
Junto a su historia gloriosa, el Estadio de Francia guarda también una parte de drama.
El 13 de noviembre de 2015, mientras en el interior Francia jugaba un amistoso contra Alemania, se escuchó una explosión en sus aledaños. Un suicida se hizo estallar con un cinturón de explosivos provocando un muerto y 63 heridos.
Fue el preludio de una noche aciaga, porque el comando terrorista sembró de muerte la capital y provocó 130 muertos y centenares de heridos.